Cinco hoteles históricos de México que vale la pena visitar

Famosos por su belleza, historia, leyendas y arquitectura, estos hoteles nos recuerdan por qué celebrar a México.

Gamma Gran Hotel Ancira, Monterrey

Construido a inicios del siglo XX, este hotel ubicado en el centro histórico de la ciudad de Monterrey, fue tomado por dos meses como centro de operaciones de Pancho Villa en 1914, durante la Revolución Mexicana. Pero además de este hecho histórico, la arquitectura neoclásica de esta construcción fue reconocida por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Instituto Nacional de Antropología e Historia como un monumento Patrimonio de la Nación.

Sus 244 habitaciones siguen albergando todo el lujo de un hotel cinco estrellas en el que se hospedaron celebridades mexicanas como María Félix, Octavio Paz y Rufino Tamayo, e internacionales como Luciano Pavarotti y Alberto II Rey de Bélgica.

Gran Hotel Ciudad de México

Con un diseño Art Nouveau, este hotel fue construido en 1899 para albergar una de las primeras tiendas departamentales del país. Después fue transformado en un hotel, tras cerrarse la tienda en 1958 y estar abandonado durante 10 años. Sin embargo, este primer hotel también cayó en el olvido, hasta que comenzó a ser renovado en 2003, para reinaugurarse en 2005.

El Gran Hotel Ciudad de México alberga un vitral Tiffany, considerado Patrimonio Cultural de la Nación. Foto: Getty Images
El Gran Hotel Ciudad de México alberga un vitral Tiffany, considerado Patrimonio Cultural de la Nación. Foto: Getty Images

Además de su arquitectura, sus mayores atractivos son su candil Luis XV en la entrada, que se dice habría sido donado por Porfirio Díaz, así como el vitral Tiffany que engalana su galería central, y que fue traído en 1908. Hoy se considera al vitral, patrimonio Cultural de la Nación, por el INBA, así como su original ascensor.

Quinta Real Zacatecas

Basta ver las imágenes para entender la particularidad de este icónico hotel que adaptó la antigua Plaza de Toros de San Pedro, que fungió como tal durante poco más de cien años (1866 a 1975).

El coso de la plaza de toros es hoy un patio colonial, con las habitaciones situadas a su alrededor y que están decoradas con antigüedades. Esta adaptación le valió ganar el Premio Nacional de Restauración, y vale la pena conocerlo. Cuenta con 49 habitaciones y suites, además de restaurantes y bares.

Ex-Hacienda de Chautla, Puebla

Este castillo ha sido un atractivo turístico en el estado de Puebla desde que se construyó a finales del siglo XIX, al más puro estilo inglés.. El lago que lo protege es artificial, pero el bosque no. Sus tres pisos y cuatro torres llaman la atención por su color rojo, pues fue construido completamente de ladrillo. Hoy es un pequeño hotel, que además alberga eventos, como bodas.

La gran ventaja es que la propiedad en la que está, que pertenecía a la Ex-Hacienda de Chautla, es un parque público que puedes recorrer a pie, en lancha y hasta pescar, y después pasar a conocer el hotel, u hospedarte en él.

Casa de la Marquesa, Querétaro

En el centro de la ciudad se encuentra este edificio barroco con detalles moriscos construido en el siglo XVIII y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996. La leyenda cuenta que un marqués español se enamoró de una monja, Sor Marcela, para quien habría sido construida esta casona.

Hoy es un hotel boutique de 25 suites, todas con nombres de personajes históricos, llena de muebles, pinturas y esculturas antiguas. Otra leyenda sobre este edificio es la de que bajo su piso hay un túnel que habría usado el mismo Maximiliano de Habsburgo para huir a caballo.

@travesabarros