La humillación a Steisy que nunca tuvo que ocurrir en 'Pesadilla en el paraíso'

Desde el momento que supimos que Patricia Steisy formaba parte del casting de Pesadilla en el paraíso, teníamos claro que aquello iba a ser de todo menos aburrido. La extronista de MYHYV está dando el show que nos merecemos de risas, drama y, en los últimos días, también de escándalo. Un último episodio de la andaluza en el reality ha vuelto a poner sobre la mesa los pensamientos retrógrados que siguen existiendo en la sociedad moderna. La incómoda situación nos debe llevar a reflexionar cuánto nos queda por hacer. Aunque con el discurso de Steisy, quedó todo dicho.

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Pesadilla en el paraíso sigue bajando en audiencia. Anoche, en su cuarta gala ni siquiera llegó al 11% de share hasta ahora anotado. Y lo más curioso de todo es que no será por falta de temas candentes ni movidas dentro de la granja gaditana. Ayer ardió Troya y medio mundo con la que se ha liado entre dos participantes. Una incómoda situación que trascendió a plató y dio lugar a reflexiones muy profundas sobre ciertos comportamientos todavía latentes en la sociedad.

La protagonista era Steisy, o mejor dicho, sus pechos. Hace unos días y a modo de broma, la influencer se quitó el sujetador montando a caballo para sentirse más libre. Y, todo sea dicho, para picar a un tímido Víctor Janeiro que no sabía dónde mirar. Las escenas las mostraron el pasado domingo en el debate, pero la cosa no llegó a más en ese momento. El asunto, en cambio, siguió dando de qué hablar dentro de la casa y se ha liado una buena. Aunque en el momento de la travesura el torero no dijo nada, parece que con el paso de las horas reconoció que se había sentido muy incómodo por lo que pudiera mostrarse fuera ante la actitud de Steisy mostrándole alegremente sus senos.

Patricia Steisy en 'Pesadilla en el paraíso' (cortesía de Mediaset)
Patricia Steisy en 'Pesadilla en el paraíso' (cortesía de Mediaset)

Os podéis imaginar la que se montó cuando esto llegó a oídos de Steisy, quien aseguró haberlo hecho para picar un poco al ya denominado mueble oficial de la casa y provocar un poco de su reacción. Definitivamente su plan funcionó, y en la última gala por fin se habló, y mucho, del hermano de Jesulín. No fue del todo para bien. La crítica a Steisy por ir mostrando pechonalidad fue vista por muchos como una actitud anticuada, retrógrada y poco acorde a los tiempos vividos. El torero dejó claro que no le gusta ni un pelo el grado de exhibicionismo al que ha llegado su compañera. Y no solo por el hecho de quitarse la camiseta, sino por acercarse a él de una forma provocativa pudiendo llegar a provocar confusión más allá del programa. "No me molesta, pero que no me incomode. Tengo 3 hijos pequeños que me están viendo por la tele y no quiero que se confundan", dijo más serio que nunca Víctor.

El debate estaba más que servido. Aunque para mí son dos temas distintos. Una cosa es que Steisy muestre su cuerpo cómo y cuando quiera, y otra diferente que se acerque a Víctor para sonrojarle. Parece que al torero y los suyos le molestó más lo segundo. Quizás, sin ese geste de provocación traviesa de su compañera en su cara, la cosa no habría llegado tan lejos. Pero llegó, y de nuevo un gesto así fue cuestionado, criticado y analizado con lupa. Lo que deja al descubierto cuánto nos queda por trabajar en este aspecto.

Así mismo se planteó por varios colaboradores en plató, quienes defendieron la libertad absoluta de cualquier mujer a enseñar esa parte de su cuerpo cuando quisiera. Basta ya de sexualizar el pecho de una mujer, estamos en contra de que en las redes le tapen los pechos a las mujeres y no a los hombres, es lo mismo uno que otro. Están todos sin camiseta y ella también puede”, decía indignado Pablo Pisa, novio de la concursante.

No fue el único en pronunciarse al respecto ante el escándalo provocado por el acto de Steisy. Conociendo a Nagore Robles, era de esperar lo que se arrancó a decir. "Que se lo traten en sus casas", dijo refiriéndose a los que preferirían la censura de esta escena tan natural. "En ningún momento ha ofendido a su familia porque una mujer esté con el pecho desnudo, como dice Rigoberta Bandini, no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas", dijo quedándose con las ganas de mostrar las suyas en pleno debate.

Unas defensas que fueron contrariadas por Beatriz Trapote, quien también recriminó a Steisy más que lo que hizo, el cómo lo hizo sin tener en cuenta que su marido no quería formar parte de su juego televisivo. "Yo entiendo la libertad y que cada una piense lo que quiera. Pero si Víctor no lo concibe de esa manera y le está intimidando, si le resulta algo ofensivo pues tiene que respetarlo, es más conservador", aclaró la periodista. Su cabreo venía más por otro lado, una insinuación que la concursante dejó caer sobre su marido. Durante una conversación con Dani, le dio a entender que el torero no era tan santo como parecía y que podría haberle sido infiel a su pareja. "Son insinuaciones que no pegan, yo estoy completamente tranquila. Una cosa es ser famoso y otra popular, y Steisy es popular. A mí ella me gusta pero cuando se pierden las formas se pierden la razón", se defendió Trapote.

A mí me huele un poco a venganza, pero, insisto, es solo cosa mía. Steisy estaba tan dolida por la imagen que había dejado Víctor de ella al quejarse de su semi striptease, que, sin ton ni son, sacó a relucir el tema de la infidelidad en su matrimonio. Rápidamente habló de 'supuesta', no vaya a ser que le cayera una demanda. Así mismo se cubrió las espaldas. Pero, eso de tirar la piedra y esconder la mano, tampoco me parece, sobre todo con ella, quien siempre habla claro, guste o no guste al personal. Dejar entrever una posible traición de Víctor a su mujer me pareció una defensa infantil para atacarle por sus comentarios anticuados. Y yo siento que eso no viene al caso. Steisy dejó claro en su discurso de defensa que no necesita nada más para argumentar y abogar por nuestro derecho más importante: la libertad.

"Yo también estoy harta de veros sin camiseta, también con los pechos al aire. Pero cuando es un hombre no pasa nada y una mujer impresiona", dijo molesta. "Yo no tengo que cambiar ni tengo que respetar esa educación horrorosa y retrógrada contra la que las mujeres estamos intentando luchar todos los días. Yo no me echo un paso atrás en este tema, porque llevo toda la vida luchando para poder ser como soy y sentirme libre. Parece que todavía el hombre se siente provocado porque es un macho y va por instinto, y somos nosotras las que nos tenemos que guardar. ¡Estoy hasta aquí!", aclaró. Con esta defensa ya lo dijo todo y no hacía falta recurrir a nada más.

Esta incómoda situación vuelve a mostrarnos cuánto nos falta por avanzar. No se trata de aplaudir el gesto de Steisy, sino de verlo como algo natural y una decisión personal. Quien quiera pasear desnudo por su casa, en este caso, su granja, que lo haga. Ella, de buena y pícara fe, gastó una broma inofensiva que muchos entendimos, pero, desafortunadamente, Víctor y otros muchos no. Toca seguir trabajando.

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