Ideas para mantener sano tu esmalte

A diferencia del desgaste natural de los dientes (atrición), la abrasión es un desgaste patológico del esmalte dental. Todos nuestros dientes sufren un desgaste natural fisiológico cada que hablamos y comemos, esto por el contacto entre dientes que producen fricción. Este desgaste no presenta mayor problema más que revelar nuestra edad cuando vamos al odontólogo.

La tierra de la fruta sucia actúa como lija / Thinkstockphotos
La tierra de la fruta sucia actúa como lija / Thinkstockphotos

La abrasión dental ocurre cuando un desgaste apresurado acaba desbaratando nuestro esmalte, puede ser sintomático o asintomático, y tiene numerosas causas que pueden contribuir al deterioro de la pieza.

Puede ser ocasionado por:

  • Mala técnica de cepillado (de las causas más comunes en el desgaste de cuello).

  • Cepillos de cerdas duras (desgastan el ligamento periodontal).

  • Pastas abrasivas (rayan el esmalte haciéndolo más delgado).

  • Rechinar los dientes (aceleramiento de la atrición).

  • Comer fruta sin lavarla (la tierra actúa como lija abrasiva)

  • Reflujo gástrico (los ácidos disuelven el esmalte).

  • Mal posición dentaria (trauma oclusal continuo).

  • Malos hábitos (usarlos como herramientas).

Una abrasión prematura puede ocasionar:

  • Sensibilidad.

  • Muerte del órgano dentario.

  • Fracturas.

  • Problemas periodontales.

  • Caries.

  • Chasquidos articulares.

  • Perdida del órgano dentario.

Peligros para tu esmalte
Frecuentemente se asocia la abrasión a las personas que trabajan en las cosechas de campo, al respirar el polvo con la boca, o al comer la fruta directamente del árbol, o sin lavarse las manos. Esto logra desgastar el esmalte al grado de dejar los dientes por la mitad.

Un tratamiento ante una abrasión generalizada cuando es muy avanzada puede consistir en la restauración de forma y altura de cada una de las piezas dentales, lo cual resulta costoso y no todos pueden tener acceso al mismo.

Foto: Thinkstock