Yahoo Estilo Los impecables pasos que la princesa de Asturias ha dado desde que ingresó en la Academia Militar de Zaragoza
La princesa Leonor está a punto de acabar un mes irrepetible en su camino como heredera al trono de España. El próximo martes cumplirá 18 años y jurará la Constitución ante las Cortes Generales en un acto breve, pero muy solemne e histórico en el que se comprometerá con su destino como Princesa de Asturias, el título que ostentan los futuros Reyes. Será el culmen a unas semanas irrepetibles donde ha dado unos impecables y aplaudidos pasos en su camino institucional que comenzaron el pasado 17 de agosto cuando ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza del Ejército de Tierra para iniciar su formación castrense, vital para su futuro cuando se convierta en Reina y sea el mando supremo de las Fuerzas Armadas.
Una dama cadete despedida con gran emoción por sus padres y su hermana
La cadete Borbón Ortiz ingresó en 'La General', como se conoce a la Academia, el 17 de agosto. Fue despedida por sus padres y su hermana que la acompañaron en su entrada en el Ejército. Hubo imágenes emotivas en el adiós, sobre todo de doña Letizia, que abrazó con fuerza y mucho sentimiento a su hija mayor ante esta nueva etapa. Aunque ingresó como el resto de sus compañeros de primer año, Leonor firmó en el libro de honor de la institución antes de hacer el registro, maleta en mano y con ropa cómoda.
Sus primeras maniobras como combatiente
Tras superar el período de adaptación a la vida militar, la Princesa de Asturias junto con el resto de caballeros y damas cadete hicieron una inmersión en el conocido como Módulo de Formación Militar Básico del Combatiente en el que los nuevos alumnos aprendieron diversas maniobras con el manejo de armas como el fusil de asalto, la práctica de tiro, reptar bajo el barro y con una alambrada de espino sobre su cabeza o ser tirada a la piscina con uniforme completo, mochila y equipo reglamentario.
Una Princesa con su boina ‘grancé’
Cuando cumplió un mes como cadete, Leonor obtuvo su boina grancé, una prenda de cabeza de color rojo que la acredita como combatiene del Ejército de Tierra. El adiestramiento no fue fácil, pero la Princesa se preparó durante el verano con su entrenador de la Guardia Real en el cuartel de El Pardo para estar en buena forma física, tal y como informó la revista ¡HOLA! La Princesa de Asturias la consiguió después de que el BOE publicara oficialmente que es dama cadete.
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La ceremonia de sables, el inicio de su nueva etapa
El pasado 19 de septiembre, Leonor recibió el sable de oficial en el patio de armas de La General, donde la vimos espléndida con su uniforme de verano y su boina grancé y que simbolizó la obtención del título de caballero o dama cadete que se materializa con la entrega de la citada arma, símbolo de su condición de oficial. Leonor, al igual que sus compañeros, recibió el sable de un alumno de segundo curso para reflejar la tutela que los veteranos tienen que ejercer sobre los novatos. Tras hacer el saludo militar, la Princesa se fundió en un abrazo con el cadete que le entregó la espada. Fue una ceremonia muy emotiva para todos los alumnos y nos dio la oportunidad de ver a Leonor en su faceta de compañera con muchas risas y conexión con el resto de alumnos de su promoción.
La ofrenda a la Virgen del Pilar
El 6 de octubre, en la víspera de su jura de bandera en la Academia de Zaragoza, Leonor de Borbón y Ortiz, cumplió con una gran tradición como cadete y participó en la ofrenda floral a la Virgen del Pilar para invocar su protección. El acto se dividió en dos partes: una, militar, en la plaza de la Basílica del Pilar y otra, religiosa en la Santa Capilla de la patrona de la capital aragonesa. Esta presentación ante la imagen mariana fue voluntaria debido a su carácter religioso, pero gozó de gran acogida entre los estudiante sde nuevo ingreso.
La ceremonia más trascendental de su vida militar
Un día después de visitar a la Virgen del Pilar, la princesa Leonor juró la bandera en una ceremonia que estuvo presidida por sus padres y que tuvo lugar en el patio de la Academia General Militar de Zaragoza. Vestida con el uniforme de época de la primera época de este centro de formación castrense, la cadete Borbón Ortiz fue la primera de su promoción en comprometerse a defender España aún a costa de la propia vida. Una vez más, la actuación de la heredera al trono fue impecable. Igual de impecable fue el beso con el que escenificó este compromiso en un paño que la reina María Cristina de Habsburgo, viuda de Alfonso XII, regaló a 'La General'.
Su primer 12 de octubre vestida como militar
El Día de la Hispanidad, la princesa Leonor volvió a la tribuna real para presenciar el desfile de las Fuerzas Armadas. Lo hizo por primera vez como militar, donde se vio su aplomo, su seguridad y bordó su papel al cuadrarse y hacer los saludos castrenses. También fue la primera vez que la Princesa participó en la recepción posterior en el Palacio Real, donde sorprendió al acudir al besamanos con el uniforme de gala del Ejército de Tierra, en lo que se ha interpretado como una forma de priorizar su posición actual, la de dama cadete en formación, por encima de la Princesa prevaleciendo así su papel militar frente al institucional. En los corrillos tras los saludos oficiales, se mostró cercana y encantadora y comentó lo a gusto que está en la Academia de Zaragoza, aunque reconoció que al principio fue duro, que está acudiendo a clases en la Universidad y que le encantan las asignaturas de Ciencias.
Su última gran aparición antes de la jura en el Congreso
Hace tan solo unos días, la heredera al trono, junto a sus padres y su hermana, participó en las actividades relacionadas con la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Los cuatro juntos acudieron al concierto en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo y un día después tuvieron por la mañana varias audiencias para, ya por la tarde, acudir a la ceremonia en el Teatro Campoamor. Fue allí donde dijo que “el día 31 cumplo 18 años y tendré el honor de jurar la Constitución, con lo que eso significa para mí personal e institucionalmente. Lo que puedo decirles es que entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber y de lo que implican mis responsabilidades”. El 21 de octubre visitó las parroquias de Arroes, Peón y Candanal, en el concejo de Villalba para hacer entrega del galardón al Pueblo Ejemplar.
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