Clara Bow, la primera sex-symbol del cine olvidada por Hollywood que Taylor Swift rescató

Hoy muy pocos recuerdan el nombre de quien fuera una de las actrices más aclamadas de los años ’20, pero eso está a punto de cambiar

Clara Bow fue una actriz de los años '20 que ahora protagoniza una de las nuevas canciones de Taylor Swift. (Foto via John Kobal Foundation/Getty Images)
Clara Bow fue una actriz de los años '20 que ahora protagoniza una de las nuevas canciones de Taylor Swift. (Foto via John Kobal Foundation/Getty Images)

Hoy muy pocos recuerdan el nombre de Clara Bow, pero eso está a punto de cambiar. Porque la que fuera una de las actrices más aclamadas de los años ’20, ya resuena por todo el mundo al ser el título de la última canción del nuevo álbum de Taylor Swift, The Tortures Poets Department.

"Te pareces a Clara Bow bajo esta luz, notable. ¿Toda tu vida supiste que te recogerían como a una rosa?", pregunta la artista estadounidense en la letra inicial. "No estoy tratando de exagerar pero creo que podría morir si sucediera. Morir si me pasara a mi. Nadie en mi pequeño pueblo pensó que vería las luces de Manhattan. Esta ciudad es falsa pero tú eres real, soplo de aire fresco a través de anillos de humo. Toma la gloria, dale todo, promete ser deslumbrante". Es decir, aunque como siempre se trata de una metáfora como en muchas de sus canciones, la letra ayuda a homenajear, recordar y revivir la historia de Clara Bow. Porque merece ser contada.

La fascinación de Taylor Swift con el viejo Hollywood es un denominador frecuente en su carrera musical, como vimos en la estética de algunos videoclips, como Wildest Dreams, o en canciones como Burton to this Taylor que hace referencia al tórrido romance entre Elizabeth Taylor y Richard Burton. Pero ahora se remonta más en el tiempo con un personaje que calza como anillo al dedo con la imagen pública de la cantante. Una mujer que, como ella, lidió con la presión de los tabloides, los rumores y el señalamiento por exponer su vida privada. Una artista que, como Taylor, fue sumamente productiva y talentosa cuando era muy joven, rodando casi 60 películas en once años.

Pero, en el caso de Clara, es de las más olvidadas por Hollywood.

¿Quién fue Clara Bow?

Clara Bow podría definirse como la primera imagen feminista del cine y la antecesora de Marilyn Monroe, un torbellino interpretativo con un magnetismo que todavía penetra en el espectador incluso a través de sus películas mudas de los años ‘20. Su independencia feminista e imagen de femme fatale la convirtieron en una rebelde sin causa entre la élite hollywoodense y en protagonista de muchos escándalos, con frecuencia falsos.

Nacida en Brooklyn en 1905 en la pobreza más extrema, Clara Bow creció junto a un padre alcohólico y una madre con problemas mentales. Formó parte de la primera generación de adolescentes que encontraron escapismo en el cine, y aunque su madre le había prohibido ser actriz, ella se inscribió en un concurso de talentos a sus espaldas.

Sin embargo, una noche despertó con un cuchillo de carnicero sobre el cuello. Lo sostenía su madre. Huyó y pasó tres días viviendo en las calles hasta que se atrevió a volver a casa y descubrir que su madre no recordaba lo sucedido. Enseguida la internaron en un centro psiquiátrico del que nunca salió y fue durante esta época, que según el biógrafo David Steen, su padre alcohólico la violó a los 16 años (Fuente: Golden Globes) Su madre, por su parte, no llegó a ver su éxito: murió poco después por un ataque de epilepsia.

Clara Bow fue la primera sex-symbol del cine, mucho antes que Marilyn Monroe. (Foto de Getty Images)
Clara Bow fue la primera sex-symbol del cine, mucho antes que Marilyn Monroe. (Foto de Getty Images)

Pero entonces la vida tomó un rumbo inesperado. Ganó el concurso e hizo su primera película en 1922, Beyond the rainbow, para vivir su primera decepción al descubrir que sus escenas habían sido eliminadas el día que fue a verla con sus amigas. Pero enseguida hizo su segunda película, y luego la tercera… demostrando el magnetismo que provocaba ante la cámara sin ninguna experiencia o entrenamiento en arte dramático. Con apenas 17 años ya tenía cuatro películas a sus espaldas y un contrato en Hollywood.

El ascenso y tropiezos de una estrella talentosa

En 1925, y con 20 años, ya había hecho 15 películas. Era tan expresiva que el cine mudo era perfecto para ella. Solía interpretar a jóvenes enamoradas con imagen de vecina amigable que buscaban conquistar al hombre de sus sueños. Sus personajes no eran damiselas en apuros, sino mujeres independientes que se lanzaban a la conquista sin esperar que el hombre diera el primer paso. Fue uno de los iconos del “flapper”, un movimiento de los años ‘20 que definió a la mujer del siglo XX. Mujeres que rompían los estándares de la era, con faldas más cortas, bebiendo alcohol y con una actitud más casual sobre el sexo. Todo ello combinado con la personalidad explosiva de Clara y su expresividad sin tapujos, la definieron como un icono del momento que atraía tanto a hombres como mujeres a los cines.

Su mayor éxito llegó en 1927 con la película It, basada en el bestseller de Elinor Gly que definía el factor único que tiene una mujer entre miles para destacar sobre el resto. Es decir, Clara Bow fue la primera ‘It Girl’. La historia de una vendedora que conquista a su jefe fue algo revolucionario por entonces (curiosamente fue el personaje que inspiró la imagen de Bérénice Bejo en The Artist).

Tras el éxito de su corta carrera, Clara Bow recibía más cartas de fans que ninguna otra estrella de la época llegando a coleccionar 33.727 únicamente en el mes de mayo de 1928 (The Washington Post). Sin embargo, mientras el público se identificaba con ella, la élite de Hollywood se alejaba. Su fama subía pero también su mala reputación, al exponer abiertamente sus affaires con figuras de la talla de Gary Cooper o Victor Fleming, y no respetar los códigos de glamur que exigía la industria. Los biógrafos describen que era muy cercana con el equipo técnico y sus fans, y cuando dio una entrevista donde revelaba abiertamente su niñez y pasado, hizo que Hollywood la viera como una amenaza al mostrar una imagen humana de unas estrellas que se suponían inalcanzables.

La mala publicidad fue aumentado con historias sensacionalistas que hablaban de drogas, alcohol y libertinaje. Llegó a los titulares también por un juicio por malversación de fondos que involucraba a su secretaria y hasta fue demandada por robarle el marido a una mujer (Golden Globes). Sin embargo, mientras por fuera se decía una cosa, por dentro vivía una realidad diferente: había un historial de enfermedades mentales en su familia e insomnio que, sumado al acoso mediático, deribaron en su primera crisis nerviosa siendo muy joven.

Pero el éxito continuaba y fue de las pocas estrellas del cine mudo que lograron una transición triunfal al sonoro en 1929. Sin embargo, en 1930 su vida dio un giro radical al conocer a Rex Bell. Tenía 25 años y decidió apostar por una vida en familia lejos de los focos. Contrajeron matrimonio y se marcharon a vivir a un rancho de Nevada. Pero su éxito la perseguía, y a pesar de haber logrado una vida tranquila, los estudios Fox la convencieron para que hiciera dos películas más. Las últimas dos de su carrera: Sangre rebelde (1932) y Hoopla (1933).

Clara Bow representó la imagen de la mujer independiente durante su etapa de éxito en Hollywood. (Foto de Silver Screen Collection/Getty Images)
Clara Bow representó la imagen de la mujer independiente durante su etapa de éxito en Hollywood. (Foto de Silver Screen Collection/Getty Images)

Fueron un éxito y dos de las mejores interpretaciones de su carrera. Podría haber continuado y, quien sabe, superar el legado de Marilyn Monroe -a quien ella veía como su sucesora- pero lo dejó todo. Con solo 28 años.

La soledad final de Clara Bow

Volvió al rancho y formó una familia con Rex, pero la sombra de las enfermedades mentales la perseguían. Según algunos rumores, cuando su marido decidió comenzar una carrera en política, Clara habría intentado suicidarse dejando una nota que decía que prefería morir antes que regresar a la vida pública.

Finalmente, se internó en un centro psiquiátrico en 1949 para tratar su insomnio y dolores abdominales. Se sometió a varias pruebas, que la terminaron diagnosticando esquizofrenia. Hizo tratamientos de shock electroconvulsivo por voluntad propia y llegó a pasar hasta 10 meses internada. Sin embargo, al salir del instituto se refugió sola en una pequeña casa de Century City, en Los Angeles, donde vivió hasta su muerte.

Su marido murió de un ataque al corazón en 1962, mientras ella no hizo ninguna aparición pública hasta su funeral. Vivía bajo el cuidado constante de una enfermera y murió a los 60 años de un ataque cardíaco en septiembre de 1965.

Clara Bow murió sola, lejos de los focos que un día la iluminaron. Fue la reina olvidada de Hollywood que era capaz de coquetear con la cámara con una sola mirada. Muchas de sus películas desaparecieron e incluso antes de morir había sido olvidada por el mundo del cine. Prueba de ello es que el Instituto de Cine Americano la excluyó de su lista de “100 años… 100 estrellas” de 1999. Ni el historiador de cine Kevin Brownlow la nombró en su libro dedicado al cine mudo, The Parade’s gone by de 1968. Tan solo 35 años después de su última película ya no la recordaban.

Clara Bow abandonó Hollywood con 28 años. (Foto de Sunset Boulevard/Corbis via Getty Images)
Clara Bow abandonó Hollywood con 28 años. (Foto de Sunset Boulevard/Corbis via Getty Images)

Fue el primer modelo cinematográfico de la mujer independiente. Una estrella que no tuvo miedo a ser real en una época en donde Hollywood vivía tras la nube del misticismo celestial en donde todo era perfecto. Fue recién un siglo más tarde que la realidad comenzó a salir a la luz gracias al movimiento #MeToo. De 57 películas que hizo, unas 30 han sido preservadas. E incluso ahora esas escenas siguen transmitiendo la misma magia.

Por todo esto no me extraña que Taylor Swift le dedique una canción. Quizás se siente representada en la figura de una estrella que sufrió el escrutinio mediático, los rumores y las etiquetas que tuvo que ir derribando por culpa de las malas lenguas. O por la misma tendencia de imponerse sobre el qué dirán en una industria guiada por las apariencias. Porque al igual que Clara, ella tampoco tiene problemas en exponer su vida privada, escribir canciones sobre sus relaciones y expresarse artísticamente como le da la gana, bailando como si estuviera a solas en ceremonias de premios o cuchilleando con sus amigas aunque las cámaras la enfoquen constantemente.

Y gracias a su canción, su poder de convocatoria y fama mundial, podría devolver la historia de Clara Bow al lugar que le pertenece. Una mujer olvidada injustamente.

Fuentes: Golden Globes, Washington post, Smithsonian Institution, Apple, Documental de BBC, Hollywoods Lost Screen Goddess

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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