El incómodo momento de un cronista de Intrusos con los amigos de L-Gante: “¡No me toques!”

El cronista de Intrusos vivió una tensa situación cuando intentó entrevistar a la familia de L-Gante, quien continúa detenido (Foto: Captura)
El cronista de Intrusos vivió una tensa situación cuando intentó entrevistar a la familia de L-Gante, quien continúa detenido (Foto: Captura)

El martes 6 de junio, Elián Ángel Valenzuela -mejor conocido por su nombre artístico L-Gante- se vio envuelto en un escándalo judicial. La policía lo detuvo en un country de Moreno por privación ilegítima de la libertad, amenazas agravadas y tenencia ilegítima de armas de fuego. Este jueves pasado el medio día se vivió una acalorada y violenta situación que involucró a su madre y a su expareja, Tamara Báez. Un cronista de Intrusos (América) se acercó a General Rodríguez para comunicarse con la familia del cantante, pero sus amigos intercedieron, generando así un momento de máxima tensión que se transmitió en vivo.

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Este martes en la Fiscalía 9 de General Rodríguez, L-Gante fue indagado por los delitos de “amenazas simples, privación ilegal de libertad y amenazas coactivas agravadas por el uso de armas de fuego”. Según pudo saber LA NACION, no quiso responder las preguntas del Ministerio Público Fiscal y, por el momento, continuará detenido. Su madre, Claudia Valenzuela, estuvo en la zona, al igual que su expareja y madre de su hija, Tamara Báez, quien a pesar de los conflictos y peleas, se solidarizó con él y decidió acompañarlo.

L-Gante fue detenido por privación ilegítima de la libertad, amenazas agravadas y tenencia ilegítima de armas de fuego.
L-Gante fue detenido por privación ilegítima de la libertad, amenazas agravadas y tenencia ilegítima de armas de fuego. - Créditos: @Archivo

Pero en medio de la conflictiva situación, se vivió un tenso momento en plena calle cuando, pasado el medio día, el cronista de Intrusos, Gonzalo Vázquez, logró acceder a una zona de General Rodríguez donde se encontraba Báez junto a su hija Jamaica y le preguntó cómo se encontraba, dados los recientes acontecimientos. “Estoy bien, pero no quiero hablar”, dijo la joven, que llevaba a su hija en brazos mientras intentaba cubrirla de la cámara, sin frenar la marcha.

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Junto a ella estaba su exsuegra Claudia Valenzuela, que evitaba a toda costa responder a las preguntas del cronista, particularmente la de si el abogado Alejandro Cipolla continuaba como representante legal de su hijo. Sin embargo, las mujeres estaban rodeadas por amigos de L-Gante que se pusieron frente al periodista e intercedieron para que no se acercara a ellas. “¡No me toques, no me toques! Me están tocando acá”, se escuchó decir a Vázquez para que desde el estudio dieran cuenta de lo que sucedía.

“Te estamos pidiendo permiso bien”, justificó uno de los jóvenes que intervino. “Me están invadiendo”, sostuvo el periodista mientras intentaba seguir con su trabajo y le acercaba el micrófono a la madre del cantante para que respondiera alguna de sus preguntas. “Elián está bien”, aseguró mientras caminaba sin frenarse y dijo que Cipolla continúa siendo el abogado.

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Sin embargo, la incómoda situación se agravó aún más cuando los hombres se ubicaron alrededor de Claudia y Tamara a modo de “blindarlas” de la prensa. “No me toques, ¿Por qué me tocás?”, gritó el cronista ante los intentos de los amigos de que no se acercara. Finalmente, se ubicó delante de las mujeres, pero dos hombres lo agarraron a la altura de la cintura, haciéndolo caminar de espaldas.

“¡Hace 20 años hago esto!”, manifestó el cronista. “No, rescatate vos o como se diga, no sé”, lanzó en medio de la tensa situación, posiblemente respondiendo a algún comentario que le hizo alguno de los jóvenes. “Me piden que me quede quieto”. En tanto, los miembros de la agrupación que acompaña a L-Gante, “La Mafilia”, tapaban el lente de la cámara con la mano para evitar que saliera al aire. “Los amigos son violentitos”, acotó Marcela Tauro desde el piso. Finalmente, Tamara, junto a su hija, su exsuegra y algunos de los jóvenes, se subieron a una camioneta y se marcharon del lugar.