Inés Rodena y el acuerdo con Emilio Azcárraga que le garantizó vivir tranquila en su vejez

No importa cuánto tiempo transcurra, en América Latina el género de entretenimiento televisivo por excelencia — a diferencia del mundo anglosajón— sigue siendo la telenovela. Y México, aún con el surgimiento del género en Turquía, Portugal y Rusia, que ya están exportando, se mantiene como la gran factoría de melodramas, y quizá la principal artífice que tuvo este tipo de historias, con un tipo muy específico de obra que existe hasta hoy (y se sigue "refriteando") sea la insuperable Inés Rodena.

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Es prácticamente imposible que en México haya alguien que no haya visto, al menos en una ocasión, un capítulo de telenovela escrito por ella, o bien, que no haya seguido una de sus insidiosas tramas, que han sido tan fáciles de adaptar que a veces llegan hasta a coincidir en diferentes horarios, pero en la misma temporada, a lo largo de seis décadas.

Lo cierto es que no hay gran sofisticación en la obra de la señora: habitualmente tiene dos vertientes: una es retrabajar el planteamiento tradicional de Cenicienta — la heroína humilde y sumisa que estoicamente debe aguantar los brutales embates de la adversidad, habitualmente representada por una o dos mujeres ricas y elegantes aunque perversas y de mal corazón, mientras que el héroe romántico cometa una, dos o tres estupideces que lo separan de la heroína hasta que esta lo perdona definitivamente y consiguen ser felices — o bien, historias de amor y lujo en escenarios cosmopolitas, pasión y amoríos, hijos ilegítimos por doquier y un obligado final feliz.

Pero, ¿quién es —o bien, fue— esta mujer que se convertiría, sin haberlo pensado en ningún momento, en alguien que influiría tanto en la vida de millones de personas, haciéndoles creer en lo que ella consideraba debía ser la actitud de la gente enamorada, aunque estuviera en total choque con la realidad?

Inés Alicia Rodena Collado nació el 20 de abril de 1905 en La Habana, Cuba. Hija de Juan Rodena, oriundo de Asturias, España, y de María Collado y Cabrera, nacida en Pinar del Río, Cuba. Su familia era de clase humilde. Antes de ser escritora se desempeñaba como enfermera privada.

Este fue un detalle que, sin imaginarlo, cambió la vida de Inés cuando ya era una mujer madura. En 1950, cuando tenía 45 años y ya era viuda, se contrató para cuidar en su casa a la enferma madre de la que sería su mentora, amiga y posteriormente contendiente por el título de la "reina del melodrama" — y quiso el destino que entre ellas surgiera una afinidad que la llevó a escribir libretos para radionovelas, que eran el súmmum del entretenimiento popular y que la Bravo Adams, nacida en Tabasco, México, había ido conquistando.

'La Usurpadora' (1998) con Fernando Colunga y Gabriela Spanic, fue uno de los grandes éxitos basados en un libreto original de Inés Rodena. (Foto: Cortesía de TELEVISA)
'La Usurpadora' (1998) con Fernando Colunga y Gabriela Spanic, fue uno de los grandes éxitos basados en un libreto original de Inés Rodena. (Foto: Cortesía de TELEVISA)

Caridad le enseñó el arte de escribir libretos y a desarrollar su imaginación, por lo que la Rodena, inspirándose en todas las historias que le contaban las señoras que cuidaba, comenzó a urdir las tramas que eventualmente le resuelven la vida; en 1952 escribe su primera novela para la radio, 'La Gata', que tuvo un gran éxito (en México se hizo una muy famosa versión llamada 'La Fiera', que protagonizó la 'Queen', Victoria Ruffo, con Guillermo Capetillo), y a esta seguirían otras obras como 'El hogar que yo robé' (que alcanzaría una popularidad internacional como 'La usurpadora', con Gabriela Spanic y Fernando Colunga), 'La intrusa', 'Los ricos también lloran', 'Déjame vivir' y decenas más que fueron adaptadas en numerosas ocasiones.

A raíz de la revolución cubana, Bravo Adams regresa a México y Rodena, al igual que Félix B. Caignet (autor de 'El derecho de nacer') emigra a Venezuela. Allí la recibe el productor Arquímedes Rivero, quien lleva sus novelas a la radio y posteriormente, a la televisión.

En 1970, a través de Caridad Bravo Adams que la invita una temporada a México, se conocen Inés Rodena y Valentín Pimstein, ese año él produce 'La Gata' en TV mexicana con la diva María Rivas y Juan Ferrara (muchos años menor que ésta) como protagonistas, convirtiéndose en un gran éxito.

Las novelas de Inés siguieron grabándose con mucho éxito en México, Venezuela y otros países de Hispanoamérica. 'Raquel', 'Rina' (que fue la primera telenovela en horario nocturno transmitida en México), 'Viviana', que fue el primer gran protagónico de Lucía Méndez, y dos enormes éxitos para Verónica Castro: una versión de 'Los ricos también lloran' que le dio la vuelta al mundo y 'Rosa salvaje'.

En 1975 se radicó en el área de la Pequeña Habana, en Miami, Florida, Estados Unidos. Como no tenía hijos ni familia directa, el propio Emilio Azcárraga, a través de Valentín Pimstein, le hizo una propuesta: Televisa correría absolutamente con todos los gastos de su manutención, casa y comodidades, a cambio de la cesión a perpetuidad de los derechos de todos los libretos que había escrito en más de 25 años de carrera. Sabiendo que la Bravo Adams tenía un acuerdo similar firmado con el empresario, ella accedió y así no tuvo que pasar ningún tipo de malos tiempos.

Inés Rodena, que pese a su éxito prefería permanecer anónima, falleció el 15 de abril de 1985 a los 79 años de edad en Miami y fue sepultada el Cementerio Woodlawn en la calle 8. Mientras tanto, su obra ha seguido viviendo en las más diversas formas: sigue siendo reinterpretada por diversos productores y actores y la huella que dejó esta sencilla mujer que solo buscaba contar historias para entretener a sus pacientes, es definitivamente algo indeleble.

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