Infancias. Los exitosos Cuentos en pijamas, de Flor Suárez, pasan de los libros al escenario

Cuentos en pijamas, para los más chicos
Cuentos en pijamas, para los más chicos

Parece paradójico. Las 506 butacas del teatro están ocupadas por niños pequeños, junto con sus padres, tíos o abuelos, que participan de la recreación en escena del momento tan personal de irse a dormir, ese en el que el relato de un cuento abre paso al sueño sobre el camino de la imaginación.

“Fue un desafío, no sabíamos qué iba a pasar, porque a la hora de dormir está una abuela, un padre o un tío con el chico o con la niña en una situación de intimidad única, de entorno silencioso. Y acá, en el teatro, no sabíamos cómo iba a generarse ese espacio de atención, con un montón de chicos de edades diversas.“ Flor Suárez describe así el salto que emprendió al pasar los relatos de sus libros Cuentos en pijamas a la propuesta de narración teatral que sube a escena en el Teatro Astros, el segundo sábado de cada mes, con la dirección de Mey Scapola.

De extensa trayectoria como productora radial y televisiva, escuchó en los tiempos de pausa relativa de la pandemia el pedido de su hjja mayor, entonces de dos años, para que le inventara un cuento para la hora de irse a la cama. Así sumó Flor Suárez un nuevo oficio: “Ahí seguí inventando. Me siento escritora, pero escritora madre diría yo. Porque estas historias están muy basadas en cosas que veía que a mi hija le iban interesando o que tenía dudas, o le iban molestando, distintas cosas que le iban surgiendo desde su infancia. Tengo una libreta con un montón de ideas, a cada cosa que me dice siento que puede ser un cuento, tengo como esa cabeza de buscarle a todo un cuento.“ La demanda infantil de su hija se convirtió de ese modo en fuente inspiradora de los dos libros de Cuentos en pijamas, que ya llevan cerca de 30.000 ejemplares editados.

De alguna manera había abonado el terreno. “Cuando estaba embarazada de ella ya le compraba libros, le armaba la biblioteca, le agregaba algunos de los que me quedaban de mis propia infancia, que ahora, que tiene seis años, comienza a leer junto a los que le sugieren en la escuela, de Graciela Montes, de Ema Wolf…“

Productora al fin, no se conformó con la entrega de los libros a la editorial, sino que inició un camino de acompañamiento que no termina aún. A una pequeña presentación del segundo libro, ya fuera de las restricciones de la pandemia, en la que se agotó el cupo disponible para cincuenta personas, le siguieron otras once, que no alcanzaban a cubrir la demanda. Hubo entonces un primer ensayo a mayor escala en el Konex en noviembre del año pasado, que desembocó en el estreno del espectáculo actual en el Astros. También con entradas agotadas, incluso para la segunda fecha de este sábado, ampliada a dos funciones. Sin prisa, sin pausa, las funciones subsiguientes ya están pautadas hasta fin de año.

Flor Suárez y sus personajes imaginados
Flor Suárez y sus personajes imaginados

Y hay planes para avanzar un paso más en próxima temporada, para trasladar la narración en escena a una dramaturgia de representación teatral, de la mano del director Emiliano Dionisi (Recuerdos a la hora de la siesta): “Estuvimos escribiendo ya algunas cosas, estamos trabajando juntos este proyecto“.

“ Me gusta generar esa conexión entre los grandes y los chicos a la hora de dormir, un espacio en el que las familias puedan compartir este momento de lectura, que es tan difícil en estos tiempos de competencia de las pantallas con libro .“ Flor Suárez busca personajes con los que puedan “empatizar los más chiquitos o sentirse identificados con los personajes y poner en palabras sus emociones.“

Personajes que van desde la niña que “siente la necesidad de ser más grande para así poder resolver todo sola, pero después se da cuenta de que al final está bueno ser chiquita, que tiene sus beneficios“, del niño que no le gusta mucho bañarse, o del monstruo que quiere ser invisible como tal porque no lo gusta asustar a nadie, porque no es malo, porque tiene sus propios miedos e inseguridades…

En la transposición al escenario de la situación íntima del relato en familia se pone en juego posiblemente para su efectividad la participación de los adultos, que se sienten parte de esta dupla que forman quien cuenta el cuento y quien lo escucha. Cuentos en pijamas no es de los espectáculos en los que los padres se quedan mirando su celular .

Sobre el escenario, las narraciones interpretativas a cargo Anto Rocchi se ilustran con proyecciones, emulando las que acompañan los textos en los libros, y se les agrega un contrapunto musical con la banda Pequeño Pez. A cada cuento le sigue una canción que se fusiona temáticamente con el relato que la precedió. Se alternan así momentos de escucha atenta con otros de expansión festiva al son de la música. “Está buenísimo bajar la energía y volver a subirla un poco, transmitir esa tranquilidad“, define Flor Suárez el ritmo escénico que juega con las situaciones caseras. “Los chicos están todo el día a full jugando y a la noche llega ese momento de bajar.“

Música, relatos, juegos y proyecciones, en Cuentos en pijamas
Música, relatos, juegos y proyecciones, en Cuentos en pijamas

Muy vinculada a los medios audiovisuales, al igual que su pareja, Andy Kusnetzoff, reivindica sin embargo limitar el tiempo de pantalla en el hogar. “Hay que mostrar el ejemplo. Yo la tele no la prendo, no miro televisión en casa, y Andrés tampoco. Podemos mirar una película en alguna plataforma, pero siempre tratamos de hacerlo cuando ya los chicos están dormidos. Y también compartimos momentos en familia de mirar una película todos juntos, está buenìsimio también, pero para mí eso tiene que estar medido y tiene que tener su momento cada situación. En casa, para los chicos, pantalla se puede una vez al día, antes de comer o antes de bañarse, como una rutina.“

Acompañando con ejemplo y propuestas, la alternativa de la lectura compartida va surgiendo sola, asegura Flor Suárez. “Mi hija viene ahora con cinco libros que ella quiere que le lea a la noche el papá o yo y así se duerme con historias. Es enriquecedor sentarte a leer un cuento, reirse, surgen dudas, muchas preguntas, como querer saber qué hacía yo cuando era chica... Es una conexión que tiene muchos disparadores.“

Esa situación es la que busca replicaciones íntimas en cada hogar a partir de la experiencia colectiva, multitudinaria, en el teatro. Un recordatorio de ello es que el programa de mano de Cuentos en pijamas tiene formato de señalador de libro.

Para agendar

Cuentos en pijamas, sábado 13 de mayo, a las 14 y a las 16; sábado 10 de junio, a las 16, en el Teatro Astros, Corrientes 746. Entradas por EntradaUno.