¿Cómo influyen los padres en que el adolescente comience a beber?
Uno de cada cinco adolescentes (entre 14 y 18 años) se ha emborrachado en el último mes, según la última Encuesta sobre el Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES). Los chicos comienzan a tomar alcohol a una edad muy temprana que está fijada, como media, en los 13,9 años, tanto para chicos como para chicas.
¿Qué factores tienen que ver con esa precocidad en el consumo? ¿Cómo influye el ejemplo familiar, especialmente de los padres, en el inicio en el alcohol durante la adolescencia?
La ingesta de alcohol a estas edades debería causarnos aún mayor preocupación, porque pueden entrar con facilidad en un coma etílico, sobre todo la primera vez que consumen
Un consumo aceptado socialmente
El consumo de alcohol está muy aceptado desde el punto de vista social. En las celebraciones y encuentros familiares, con amigos o en otro tipo de eventos el alcohol siempre suele estar presente. Esto implica que los niños y adolescentes crecen viendo cómo sus adultos de referencia beben, sin que este hábito sea cuestionado, como lo es, por ejemplo, el del tabaco.
Tal como se destaca en la encuesta ESTUDES, un 40,2% de los adolescentes afirma que su padre bebe alcohol, al menos los fines de semana, o más. En las madres este porcentaje baja hasta el 25,1%. "Los padres deben tener presente que son un modelo para sus hijos. Si ellos beben en exceso, sobre todo alcohol de alta graduación, el riesgo de que lo hagan sus hijos será mayor”, advierte la Dra. Lefa Eddy, psiquiatra infantil y de la adolescencia, y miembro del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
En este sentido, el Dr. Valero Sebastián, también del Comité de Promoción de la Salud de la AEP comenta cómo "todos los niños conocen la manida frase de ‘fumar mata’ que pone en los paquetes de tabaco y a menudo la repiten a sus padres cuando los ven fumar. Algunos se esconden de los niños incluso cuando fuman. Con el tiempo, deberíamos conseguir lo mismo con el alcohol”.
Un problema de salud pública
Los datos de consumo de alcohol entre los adolescentes reflejan un verdadero problema de salud pública, del que no siempre somos conscientes. Especialmente porque las distintas iniciativas legislativas que han intentado frenar ese consumo no lo han logrado.
Pero beber alcohol a esas edades es mucho más lesivo que en la edad adulta, porque ataca a determinados órganos, que aún están inmaduros, especialmente el hígado y el cerebro, y porque resulta mucho más adictivo. “La ingesta de alcohol a estas edades debería causarnos aún mayor preocupación, porque pueden entrar con facilidad en un coma etílico, sobre todo la primera vez que consumen. No tienen ni idea de las consecuencias de beber en exceso, solo quieren saber qué se siente, pero su organismo no está preparado ni acostumbrado para metabolizar el alcohol y, por tanto, el daño para su salud es mayor”, recalca el Dr. Valero Sebastián.
Medidas preventivas ante el consumo de alcohol adolescentes
Los expertos de la Asociación Española de Pediatría confían en que el nuevo Anteproyecto de Ley de Prevención del Consumo de Alcohol y de sus efectos en las personas menores de edad, presentado en verano, sea dotado de los medios suficientes para que institucionalmente se cuente con los recursos necesarios para intervenir. El objetivo es que el consumo de alcohol se reduzca en esta franja de edad, que entiendan las implicaciones que tiene para su salud física y mental y que desde el punto de vista social reciba una actitud similar a la del tabaco.
Las medidas propuestas en ese Anteproyecto, "resultan lógicas, pero probablemente no sean del todo efectivas a corto plazo. Al principio, como sucedió con el tabaco, la gente no las recibe bien, pero con el tiempo todo el mundo entiende su necesidad”, subraya el experto.
Los pediatras, a pesar de ser conocedores del problema y de sus consecuencias, se sienten con las manos atadas: "En consulta es complicado descubrir si un adolescente bebe alcohol, a menos que te lo cuenten los padres o él se sincere. En una analítica, un día cualquiera entre semana, no se va a ver reflejado y a esta edad, a menos que tenga una enfermedad crónica, los pediatras solemos verlos solo una o dos veces al año", comenta el Dr. Sebastián.
Por eso, todos los sectores deben implicarse en la prevención, desde la familia, pasando por el entorno educativo, sociosanitario, urbanístico y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, según se recoge en el citado anteproyecto de ley.