Internaron a Alberto Cormillot en una clínica porteña
El médico Alberto Cormillot, de 85 años, fue internado en una clínica en el barrio de Saavedra durante la noche del viernes. Fue su esposa, Estefanía Pasquini, quien lo llevó al centro médico a raíz de una descompostura que derivó en un cuadro de deshidratación.
Alrededor de las 21.30 del viernes, de acuerdo con lo informado por TN, el especialista en nutrición ingresó a la sede del Cemic ubicada en Galván 4102 para que le hicieran estudios y así saber la causa de su malestar. Desde el entorno del médico confirmaron a LA NACION que presentó un cuadro de deshidratación, al parecer por una diarrea viral.
En tanto, cerca del medía la institución informó en un comunicado que Cormillot fue internado el viernes 12 de enero “por un cuadro de deshidratación a punto de partida de un foco gastrointestinal”. En ese sentido, agregó: “Se encuentra estable. En estos momentos estamos realizando estudios para buscar la etiología”.
La anterior internación del médico data de julio de 2023, cuando debió ser atendido por un intenso dolor de espalda y se descartó un cuadro cardiológico.
Cormillot está en pareja con Estefanía Pasquini, quien trabaja en su clínica, desde 2017. Se casaron en 2019 en una ceremonia íntima en Villa Devoto. Poco después, en marzo de 2021, el matrimonio confirmó el embarazo de Pasquini. En diciembre de ese mismo año nació Emilio, su tercer hijo, quien hoy tiene dos años.
Un día antes de presentar el cuadro que derivó en su internación, el médico publicó una foto por el cumpleaños de su hija Reneé, de 59 años. “Feliz cumple mi querida!”, escribió junto con algunas fotos viejas.
A sus 85 años Cormillot mantiene un estilo de vida muy activo. Se levanta a las 3.45 todos los días para leer los diarios y prepararse para su columna en radio Mitre. A eso de las 10.30 termina su trabajo radiofónico y concentra sus energías en sus otros mundos: su clínica de nutrición, la universidad. Además su rutina semanal incluye clases de tap y aérneo: a los 70 años descubrió su amor por las coreografías y el baile y ahora se anima a hacerlo sostenido en el aire con un arnés. En promedio duerme 6 horas.
Informe de Pablo Montagna