Irene, Juan y Miguel Urdangarin, tres hermanos y una conexión a prueba del tiempo y la distancia
Los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin hacen ya sus planes y, además, tras el divorcio, tienen que repartirse entre los dos, pero siempre con un destino fijo donde han pasado tantos veranos inolvidables en familia: Bidart. Allí, en el País Vasco francés, los hemos vuelto a descubrir apurando los últimos días de agosto, abrazados, compartiendo juegos en un día de playa y celebrando el reencuentro ya que, aunque hacen planes con mucha frecuencia, nunca es suficiente. Lo vemos en las imágenes que nos muestran su unión, su amor incondicional —siempre como una piña— y cómo Irene, la pequeña, sigue siendo la 'reina de corazones' de sus hermanos Juan y Miguel.
Tres atractivos jóvenes —faltaba Pablo—, aunque es la belleza de Irene la que más llama la atención por su estilo, la figura atlética, la altura (1,80), los ojos muy azules, la melena rubia larga y ondulada y su alegría. A sus 19 años, la más pequeña de la familia, que ha ido sorprendiendo en cada reaparición en el último año, se prepara para dar otro salto. Después de su voluntariado en Camboya y de pasar unos meses en Madrid, donde la hemos visto disfrutado de su relación con Juan Urquijo, finaliza su año sabático y empieza una nueva etapa como universitaria en Inglaterra, donde estudiará Gestión hotelera y turística internacional. Cuatro años de carrera (con prácticas) que abarca relaciones públicas, marketing, organización de eventos, comunicación…
Irene pone fin a su año sabático y cuenta los días para empezar estudios universitarios en una ciudad cerca de Londres, donde vive y trabaja Juan, su hermano mayor
La escuela que ha elegido está cerca Londres, ciudad donde vive y trabaja su hermano Juan, quien ha saltado a los titulares en las últimas semanas, como protagonista de diferentes informaciones que su entorno nos desmiente rotundamente. "No tiene novia, por lo tanto, no ha podido romperse una relación que no existe; no va a vivir en Madrid y tampoco ha dejado su trabajo. El año sabático se lo cogió en 2018, para hacer voluntariado en Camboya con el padre Figaredo, y no hay cambio de planes".
Imparable
La infanta Cristina, que no se animó a bajar ese día a la playa con sus hijos, ha tenido un verano imparable —el primero de 'soltera'—, en el que ha ido conciliando trabajo y vacaciones para poder disfrutar de los cuatro jóvenes, pasar algún tiempo con sus padres y ver también a su familia materna, a la que está muy unida. De ahí que nada más volver de Abu Dabi, donde estuvo casi diez días con el Rey Juan Carlos, pusiera rumbo a Grecia para reencontrarse con la Reina Ana María y su familia en Porto Jeli, a orillas del mar Egeo.La acompañaron Miguel e Irene y, después, también viajaron juntos a Bidart, donde se reunieron con Juan Valentín y apuraron los últimos días de vacaciones, antes de regresar a Madrid. En la capital finalizan el verano esta semana, con una última gran cita en Soto de Mozanaque (Madrid), donde se casa este 31 de agosto Victoria López-Quesada, ahijada de Felipe VI.