La “irrisoria” herencia que Federico Luppi le dejó a sus hijos y qué pasó con sus propiedades

Federico Luppi
Federico Luppi falleció en 2017 a los 81 años y hoy es noticia por la sucesión de sus bienes

Federico Luppi , quien supo ser un símbolo del cine argentino, murió en 2017 a los 81 años . Al controvertido actor, que en más de una ocasión fue objeto de polémicas, lo sobreviven sus tres hijos: Gustavo, Marcela y Leonardo. Ahora, cinco años después de su muerte, sale a la luz cuál habría la suma que dejó como parte de su herencia.

En diálogo con el periodista Juan Etchegoyen, de Mitre Live, el abogado Matías Garcete Suárez, representante de Brenda Accinelli, madre del hijo uruguayo del actor, Leonardo, se refirió a la situación, indicando que Luppi habría tenido la intención explícita de dejar la totalidad de sus bienes en manos de Susana Hornos, su última esposa, en perjuicio de sus hijos.

“A mi me abocaron a la tarea de presentarme en la asociación de Federico Luppi en representación de sus hijos para saber qué pasó con el patrimonio del actor que supo ser millonario, una cosa es lo que dicen los hijos y otra lo que dice el expediente”, explicó primero el letrado.

Luppi deberá enfrentar otra demanda, esta vez de la mujer uruguaya con la que tuvo un hijo hace 14 años
Luppi se enfrentó a una demanda de Brenda Accinelli

Y continuó: “Lo único que dejó Federico Luppi a sus hijos es una cuenta en pesos, en donde apareció una suma de dinero por parte de SAGAI con un monto muy bajo”. Y agregó: “La realidad es que lo único que le dejó Luppi a sus hijos son 266 mil pesos. Es irrisorio, sin dudas. Habíamos estimado la herencia de Federico en 2 o 3 millones de dólares y que los hijos se encuentren con esta plata tan poca es irrisorio, es muy triste, casi no queda duda de que la última voluntad de Luppi fue dejar sin herencia a los herederos forzosos, sus hijos. Esa es nuestra conclusión y creemos que su última esposa fue la que recibió todo el dinero”.

En base a lo comentado durante la entrevista, se estima que en España, país donde el actor desarrolló gran parte de su carrera, se registraron al menos cuatro propiedades que ya no corresponderían al actor, así como en la Argentina otras tres, “que la sucesión reflejó que no son de él y se descartó todo”, aclaró Garcete Suárez.

El abogado también apuntó: “Brenda y sus hijos no son personas que la estén pasando bien económicamente, están urgidos, y cuando se enteraron del poco dinero que les dejó se angustiaron mucho. Me consta que están viviendo al día. A mí lo que también me dijeron los hijos es que Federico no fue un padre presente, pero no tenemos un hecho concreto que haya generado que Luppi decida no dejarle nada a sus hijos”.

Luppi, con su última mujer, la actriz española Susana Hornos
Luppi, con su última mujer, la actriz española Susana Hornos - Créditos: @Silvana Colombo

Apena unos mese atrás, en el programa A la tarde se había revelado la información acerca de la guerra familiar desatada por la sucesión de bienes del actor. El periodista español Roberto Antolín contó en un móvil para el ciclo de América que Susana Hornos, cuyo verdadero nombres sería Susana Fernández Abascal, última esposa de Luppi, ha sido la única heredera del actor. “Ella es abogada y siempre soñó con ser artista pero tenía problemas para hacerse un nombre. Se hizo un nombre por ser la mujer de Federico”, comentó el reportero. Y agregó: “Además hay que recordar que ella se casó cuando tenía 30 años y él 67. Es una mujer muy lista”.

En tanto, la relación del actor con su hijo uruguayo Leonardo y la madre de este, Brenda Accinelli, siempre fue un tópico que irritaba al intérprete, como así se desprende de varias situaciones en que fue consultado al respecto por el periodismo de espectáculos. Dos momentos de gran tensión referidos a este tema sucedieron en abril de 2013. El primero fue con la notera Nazarena Nóbile de Intrusos, que al preguntarle sobre Leonardo recibió como respuesta: “Eso es chisme de quinta categoría, ¿por qué hacen este tipo de vida basura?”. A los pocos días, el momento tenso lo vivió el periodista Pablo Costas de Implacables, que directamente recibió dos cachetazos que si bien fueron suaves, no por eso resultaron menos intimidatorios. En esa ocasión, el protagonista de Sol de otoño calificó a la situación con Accinelli como una estafa y opinó: “Cada mes que tengo que enviarle la mensualidad, me da odio, me siento estafado, no siento culpas. Siento que el hijo no le importa a ella, si no, no lo hubiera expuesto en los medios. Creo que quiere vivir de arriba y lo usa, solo busca más guita”.

En cuanto a su hijo Gustavo, cabe señalar que este compartió con su padre la afición por la actuación, que también se convirtió en la gran pasión del nieto del actor, Juan. En una entrevista con este medio en 2019, ante la pregunta de hasta qué punto influyó en ambos ser descendientes de Federico, Gustavo expresaba:Nunca lo viví como una familia de actores porque yo me sentí libre de elegir lo que quise hacer. Mi hermana (Marcela) también. Y lo mismo mis hijos. Lo que me llama la atención, que yo no le diría herencia, es esto que tiene que ver con los genes”.

En la charla, Gustavo Luppi también comentaba: “De pronto lo veo a Juan y tiene gestos de Federico. Su manera de expresar determinadas cosas en escena, es un calco de Federico. Y después, la herencia, cada uno tiene pasión por lo que hace y lo vive a su manera. Son distintos tiempos. Por ahí a Federico le resultó más difícil elegir lo que eligió porque venía del campo, de una constelación familiar totalmente distinta. Nosotros crecimos con las películas, con las obras de teatro. La primera vez que entré a un teatro ingresé por los camarines. Fue a los ocho años, cuando mi viejo estaba haciendo una obra con el clan Stivel. Y recién al mes y medio conocí la platea. Mis hijos también, de chicos venían al set donde yo grababa. De hecho Juan hizo un primer bolo en Verano del 98. Antonio lo mismo, filmábamos Rosarigasinos y en una escena de un baile lo vistieron e ingresó. Tendría 9 años. El tío de ellos, Boy Olmi, es actor. La madre, artista plástica. El otro abuelo, por parte de Boy Olmi, era showman. O sea, en la familia se acumuló todo eso”.