Isabel II vuelve a casa: la comitiva fúnebre ya ha entrado en el castillo de Windsor

Los corgis de Isabel II se despiden de la soberana en Windsor credit:Bang Showbiz
Los corgis de Isabel II se despiden de la soberana en Windsor credit:Bang Showbiz

La policía no ha tenido más remedio que cerrar los accesos al llamado Long Walk, el extenso paseo que conduce al castillo de Windsor, atestado como estaba de ciudadanos y turistas que han querido recibir allí al féretro de Isabel II. Los restos de la soberana han recorrido la avenida en coche para hacer una última parada en la capilla de San Jorge, donde la monarca será despedida por sus familiares, reyes europeos, jefes de gobierno y otros diversos invitados.

En el mismo momento en que el cortejo fúnebre ha atravesado el arco de acceso a los terrenos del castillo, ha vuelto a sonar la mítica campana conocida como Sebastopol, al igual que ha venido haciendo una vez por minuto desde que la procesión llegara a la localidad, precedida del estruendo de un cañón. El rey Carlos III, sus hermanos, hijos, sobrinos y nietos -y hasta dos de los corgis de la monarca- esperaban con tristeza y expectación el paso del vehículo, que ahora se dirige a la capilla para un último servicio religioso.

Alrededor de las dos y media de la tarde, hora local, la policía ordenó a la multitud que se ha dado cita en Windsor que se abstuvieran de acercarse al citado Long Walk, que para esa hora ya había llegado al límite de su capacidad. "Hay mucha concurrencia en Windsor y Long Walk ya ha sido cerrado. No sería seguro permitir el acceso a más visitantes. Si acaban de llegar a la zona, serán redirigidos a la pantalla pública de Home Park", reza el mensaje publicado en la cuenta de Twitter del ayuntamiento.

Solo unos minutos más tarde, el estandarte real volvía a lucir majestuoso en lo alto de la torre, indicando que Su Majestad, en este caso Carlos III, ya se encontraba dentro de la residencia. Al mismo tiempo, se pudo ver a la princesa Ana y a su marido, Sir Tim Laurence, en dirección a Home Park, a fin de prepararse para la procesión hacia el Cuadrángulo, la gran explanada en la que se ubica la capilla, que está teniendo lugar ahora mismo.