¿Por qué Isabel II dijo que 1992 fue su “annus horribilis”?
Cuando las desgracias se acumulan y ocurren seguidas unas detrás de otras, hasta la persona más fuerte puede pensar que es el peor año de su vida. Precisamente eso le pasó a Isabel II. La reina de Inglaterra vivió tantos avatares a los largo de sus siete décadas en el trono que parece difícil señalar un año en concreto como el peor año de su reinado. Pero sí lo hubo. Y fue la propia reina Isabel II quien lo reseñó llamándolo literalmente “annus horribilis”. Pero, ¿qué había pasado realmente para que la reina se sintiera tan mal?
Isabel II vivió la segunda Guerra Mundial, la guerra fría, la caída del muro de Berlín, la construcción de Europa, el Brexit, y una pandemia, por enumerar de manera rápida episodios muy difíciles o complejos. Pero Isabel II nunca se mostró pesimista o abrumada por nada. Salvo en una ocasión. Fue en su discurso con motivo de la celebración de sus cuarenta años de reinado. En ese momento, la reina de Inglaterra se encontraba tan abatida que pidió a los ciudadanos británicos que tuvieran comprensión en sus críticas.
En 1992 se quemó el Castillo de Windsor y el incendio provocó cuantiosos daños a una de las propiedades más queridas de Isabel II. La popularidad de Isabel II obtuvo los peores resultados de la historia de su reinado. El Gobierno británico anunció que era el último año que Isabel II quedaba exenta de pagar impuestos, y que a partir de 1993 tendría que pagar como todo el mundo. Y en diciembre de aquel 1992 su hijo Carlos de Inglaterra hizo oficial su separación de Diana de Gales. Estos acontecimientos marcaron ese año que la propia reina definió como “annus horribilis”. Una mujer que en ese momento ya había vivido cosas muy complejas como reina en los 40 años que llevaba en el trono, y una reina que, aunque le quedaban otros 30 años por reinar, jamás volvió a utilizar esa desesperada expresión.