Isabella Castillo deja las armas para asumir un papel doble en el musical cinematográfico de 'La Usurpadora'

En estos momentos, sigue brillando en la pantalla chica debido a la interpretación que hace del impetuoso personaje de Diana Ahumada en “El Señor de los Cielos”, la popular serie televisiva cuya octava temporada se puede ver a través de Telemundo. Y hace poco, interpretó también a una dama de armas tomar en “Malverde: El Santo Patrón”, una producción procedente de la misma televisora.

Sin embargo, en “La Usurpadora, El Musical”, la película que se estrena hoy en salas de todo el país, Isabella Castillo se aleja temporalmente de las pistolas para retomar una de las historias más recordadas del mundo de las telenovelas a través de una versión contemporánea con un giro muy especial en el que destaca la interpretación de temas latinoamericanos de pop de los ‘90, debidamente adaptados y actualizados por el reconocido productor Sebastián Krys.

En la entrevista con Los Angeles Times en Español que puedes encontrar también aquí en su versión en video, la cubana habla de lo que significó ponerse a la vez en la piel de dos personajes tan distintos (las hermanas separadas al nacer que estelarizan este relato), hacerse cargo de unos personajes que se encuentran tan relacionados a la venezolana Gabriela Spanic (quien grabó la versión ‘definitiva’ de una serie de telenovelas con la misma trama cuyo origen se remonta a inicios de los ‘70), volver a mostrar su habilidad para el canto y otros datos de interés que se revelarán en las siguientes líneas.

¿Qué representa para ti poder ser la protagonista por partida doble de esta película musical que se va a ver en salas de cine mientras que se sigue transmitiendo con muchísimo éxito la serie televisiva de “El Señor de los Cielos”, donde tienes también un papel importante?

Es un momento muy especial para mi carrera, así que no tengo palabras para expresar lo contenta y lo feliz que estoy. Estoy feliz con la gran oportunidad que me ha dado Diosito de poder interpretar a estos dos personajes, con esta historia maravillosa que es hecha por primera vez como musical. Hasta el momento, todos los que han visto la película me han dicho que está muy ‘padre’, y eso me llena de mucha emoción.

La referencia principal por aquí es la versión de 1998 con Gabriela Spanic. Cuando se estrenó, tú no habías nacido… o apenas lo habías hecho.

Si, yo no alcancé a verla en ese momento porque tenía 3 o 4 años. Pero la versión que ella hizo fue la más famosa; se vio en no sé cuántos países, rompió récords mundiales. These were big shoes to fill. No quiero que me comparen ni nada, y es por eso que tratamos de hacer algo diferente, porque como Gaby no hay dos.

El mismo año en que se estrenó esa versión, tú estabas llegando a Miami, después de haber estado un corto tiempo en Belice, porque naciste en La Habana.

Fue un año muy importante para mí, porque sí, fue el año en que dejé mi tierra para poder tener un hogar, para que se reiniciara la vida de toda mi familia.

Gaby tiene un pequeño papel en esta película. No vamos a hablar mucho de eso, para que el público pueda sorprenderse. ¿Pero te dio su bendición? ¿Hablaste un poco con ella de lo que significaba retomar a estos personajes que ella popularizó de manera tan impresionante?

Yo estaba tan, tan nerviosa, porque era como que, oh my God!, ella es La Usurpadora original, porque es la que la gente ubica de inmediato. Wow, qué honor. Me pareció una persona divina. Charlamos muchísimo; fue súper profesional. No puedo hablar mucho de su personaje, pero tiene una aparición muy especial, y ese es otro de los motivos por los que no se deberían perder la película .

Como saben todos los que conocen esta historia, interpretas a dos personajes idénticos en el plano físico, pero muy diferentes en lo espiritual. Y de todos modos, ambas son muy distintas a la Diana Ahumada de “El Señor de los Cielos” y a la China Navajas de la serie de Malverde. ¿Qué significa para ti haber podido salir de los papeles de mujeres con afanes pistoleros para representar a personajes que te permiten emplear otras armas de tu repertorio?

De eso se trata, y es por eso que me considero una chica muy bendecida, porque las mujeres solemos ser encasilladas en cierto tipo de papeles. Si eres la ‘bombshell’, vas a ser la ‘bombshell’ forever. Gracias a Dios, siempre he tenido la oportunidad de poder tener personajes que no se parecen, y esa es la parte divertida de la actuación. Es aburrido estar siempre con el pelo perfecto y el maquillaje [encima]; la idea es descubrir personajes nuevos, convertirte en otras personas. Creo que con esta película me desquité toda la sed que tenía para hacer cosas diferentes, porque son dos personajes.

Y esos dos personajes son muy diferentes entre sí. Una -Victoria- es muy mala, una mala de telenovela, porque esto está basado justamente en una, y la otra -Valeria- es muy buena, aunque comete errores. ¿A cuál de ellas te pareces más? ¿Eres una mezcla de las dos?

¡Uy, apenas me voy conociendo! Es el cuento de nunca acabar. Quisimos manejar un poco ese tono de telenovela, claro, y como la película no va dirigida únicamente al público hispano, no quisimos perder la esencia de lo que somos. Los latinos hablamos de manera muy grande, muy fuerte. Definitivamente, me parezco mucho más a Valeria, pero hay cosas de Victoria que sí están ahí, porque todos tenemos un lado bueno y un lado malo.

Si fueras como Victoria, no me lo dirias, y además, ya se sabría, porque eres una persona famosa.

Si fuera como ella, sí te lo diría, porque no tengo pelos en la lengua. Te diría, “soy más team Vicky” [risas].

Los dos personajes aparecen a veces de manera simultánea en la historia, para lo que se usan dobles y ángulos de cámara. Los actores ya están acostumbrados a verse en la pantalla, ¿pero cómo ha sido verte por partida doble?

It was weird! Era como, oh, that’s me again! [risas] Parece fácil, pero es un trabajo difícil no solo para uno como actor, sino también para la edición y para los efectos especiales. En este caso, manejamos técnicas nuevas para lograrlo, porque, por lo general, no te puedes acercar mucho a la doble, y aquí, hasta podíamos tocarnos. De todos modos, estoy muy agradecida con las dobles, porque me permitieron que no estuviera allí hablándole al aire.

La pregunta típica cuando alguien interpreta a dos personajes: ¿te pagaron el doble?

Ay, no [risas]. Te dije que no tengo pelos en la lengua. Me pagaron bien, pero eso es lo malo de los papeles dobles: eres una sola actriz, y te pagan por un solo rol.

En esta película, interpretas a dos mujeres de origen mexicano, lo que sí corresponde a las nacionalidades de los personajes de las dos series que hemos mencionado. Te sale bien lo de ser mexicana. ¿Pero sigues viviendo en Miami, verdad?

Hace cuatro años, me fui a vivir a Georgia, a un pueblito donde descubrí que tenía familia, primos que no conocía; típica historia de un cubano que al salir de su país no sabe que tiene familia en diferentes partes del mundo. Pero siempre estoy trabajando en la Ciudad de México. Por eso, cuando no me dicen ‘!acción!, hablo con mi acento mezclado con acentos de otros lugares.

Aparte, en Miami, el acento es medio universal, porque todos terminamos teniendo algo de colombiano, de venezolano, de cubano. Decimos ‘chévere’, decimos ‘vaina’, ‘asere’; y de tanto trabajar en México, el acento se va pegando. Además, mi novio actual es norteño, por lo que siento que, en esta temporada de “El Señor de los Cielos”, él me corregía mucho.

Estás muy bien entonces, con nuevas producciones en la televisión y en el cine… y con un nuevo amor.

¡Definitivamente! El 2021 fue muy difícil para mí, porque me pasaron muchas cosas, y en esos momentos, uno tiene la tendencia de caer en un hoyo o de cuestionarlo todo. Ahí es cuando hay que decir que todo tiene un propósito y un porqué. Si te ponen este tipo de situaciones en la vida es porque lo que va a venir más adelante va a ser mejor. Y en esas ando, con toda la buena energía para que todo lo que venga sea todavía mejor.

Otro aspecto interesante de la película es obviamente la parte musical. Tú has cantado desde chica, pero no has tenido la oportunidad de hacerlo en todos tus trabajos, incluyendo estos dos de las ‘pistoleras’ [risas]. Debe haber sido interesante retomar esa faceta en esta película y hacerlo además con canciones que tienen que ver a veces con tus raíces, porque la primera que interpretas es “La vida es un carnaval”, de Celia Cruz.

Cuando me convocaron, lo que más me llamó la atención es que era una película musical, algo que no se acostumbra hacer en Latinoamérica. He cantado desde los 5 años; la actuación llegó a mi vida porque, a los 12 años, empecé a hacer teatro musical en España. Fue así que le agarré la onda a la actuación, y las puertas se me abrieron más por ese lado. Chamba es chamba. Pero lo que más disfruto en el mundo es cantar, por lo que, para mí, lo mejor de la película es haber podido hacerlo.

La cinta es además bilingüe, porque tiene tanto diálogos en español como en inglés.

En ese sentido, me parece curioso que la vida me haya dado este papel, porque hay muchos latinos en Estados Unidos que, como yo, se pueden sentir a veces un poco perdidos, sin saber realmente de dónde son o cómo decir las cosas. Siento que esta película representa a todos esos inmigrantes que hablan en ‘spanglish’, a los que les dice “it’s OK, no está mal tener lo mejor de los dos mundos”.

Y a pesar de que es esencialmente una película de entretenimiento, tiene momentos en que habla de las diferencias que existen entre los mexicoamericanos y los mexicanos y en los que se refiere a los problemas legales que atraviesan los indocumentados.

La película tiene muchos mensajes; habla sobre el tema de la sexualidad en los niños, de los transgéneros, de la deportación y de lo difícil que es aceptar que siempre habrá gente más privilegiada que otra. Pero es a la vez muy refrescante y muy ligera. Es un combo explosivo que, sin darte cuenta, te da algo que todo el mundo debería escuchar.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.