EFE Latam Videos
Kiev/Moscú, 20 dic (EFE).- Rusia volvió a golpear este viernes el centro de Kiev con cinco misiles balísticos norcoreanos y de fabricación propia en un ataque que el Kremlin presentó como una represalia por el último ataque ucraniano con diez misiles ATACMS y Storm Shadow, que alcanzó este miércoles un combinado químico de la región sureña rusa de Rostov. "En respuesta a las acciones del régimen de Kiev, apoyado por sus patrocinadores occidentales, esta mañana fue lanzado un ataque combinado con armas de alta precisión y largo alcance", dijo el Ministerio de Defensa ruso sobre el bombardeo, que según las autoridades ucranianas mató a una persona e hirió a otras doce. Mientras que la Fuerza Aérea ucraniana dijo haber derribado los cinco misiles, el parte castrense ruso aseguró haber alcanzado una comandancia del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y una empresa ucraniana que trabaja en la producción de misiles. Moscú agregó además que posiciones de los sistemas de misiles antiaéreos Patriot recibidos por Ucrania de países occidentales también fueron alcanzados en los últimos ataques aéreos. Daños en el centro de Kiev El bombardeo provocó daños en cinco distritos de la capital de Ucrania. En una de estas zonas, contigua al estadio Olímpico de Kiev, un edificio de oficinas, locales comerciales y un hotel sufrieron graves daños, según las autoridades ucranianas por la caída de fragmentos de misiles interceptados. Los cristales de las embajadas de Portugal, Argentina, Albania, Macedonia del Norte, Montenegro y Palestina, que se encuentran en un edificio situado a pocos metros del lugar de las explosiones, sufrieron daños menores, según informaron los Ministerios de Exteriores de Ucrania y de algunos países afectados y pudo constatar EFE. “Aumenten el apoyo a Ucrania y presionen a Rusia para lograr una paz justa, antes de que esto se convierta en una realidad para otras ciudad europeas”, escribió sobre los desperfectos en las legaciones diplomáticas en la red social X el ministro de Exteriores ucraniano, Andrí Sibiga, que compartió con el mensaje una fotografía de la catedral católica de San Nicolás, también afectada levemente por el ataque. La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, denunció los desperfectos causados por los misiles rusos en la legación portuguesa. “Se trata de otro bárbaro ataque de Rusia contra objetivos civiles que no muestra ninguna voluntad de paz”, señaló Kallas en sus redes sociales. El ministro de Exteriores luso, Paulo Rangel, también se pronunció sobre lo ocurrido. “Esto es altamente condenable”, afirmó el ministro, que añadió que “es absolutamente inaceptable que pueda haber ataques que tengan impacto o afecten a instalaciones diplomáticas” y anunció que presentará una “protesta formal” ante la embajada rusa en Lisboa. Albania calificó de “brutales” los bombardeos rusos a través de su Ministerio de Exteriores. “Este acto insensato es un atentado contra los fundamentos mismos de la diplomacia internacional”, remachó. Más misiles contra Kursk y un ciberataque ruso También este viernes, las autoridades de la región rusa de Kursk -de la que Ucrania ocupa una parte menguante del territorio desde el pasado mes de agosto- informaron de otro ataque ucraniano con misiles contra la ciudad de Rilsk, cercana a la frontera ucraniana y con una población de 15.000 habitantes. Según el canal de Telegram ruso Telegram Shot, cinco personas, entre ellas un niño, murieron en el ataque ucraniano, que provocó 18 heridos. Al mismo tiempo, la ministra de Justicia ucraniana, Olga Stefaníshina, explicó que un ciberataque perpetrado este jueves por piratas informáticos rusos ha afectado al registro civil ucraniano, al mercantil y al de la propiedad. Según Stefaníshina, se trata de uno de los ataques cibernéticos rusos más graves de los últimos meses, y llevará a las autoridades de Kiev hasta dos semanas restablecer el funcionamiento de los registros afectados. La ministra señaló que el objetivo de esta acción es sembrar el pánico entre los ucranianos tanto del país como en el Exterior. (c) Agencia EFE