J-Law y A-Schu deberían presentar los Globos de 2017

Queridos colegas de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, no busquen más, no se rompan la cabeza pensando quién podría presentar la próxima gala de los Globos de Oro, fichen ya (para que vayan haciendo hueco en sus agendas) a Amy Schumer y Jennifer Lawrence. Estas dos son un auténtico filón, un tándem que funciona como han demostrado en varias ocasiones y una vez más anoche en la entrega de los premios.

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Así que si el año pasado les tocó a Tina Fey y Amy Poehler, el próximo debería ser el momento de Schumer y Lawrence. Un par de amigas con mucha gracia que podrían ofrecer al respetable todo un despliegue de humor y buen rollo. Subieron a presentar los clips de sus películas, Y de repente tú y Joy, y llegó un momento en el que no se sabía qué hacían ahí pero que muchos habrían firmado porque se quedasen más tiempo. Se han convertido en las mejores amigas de Hollywood y que nadie diga lo contrario porque no tendría razón de ser.

Están escribiendo un guión juntas, competían en la misma categoría por el Globo de Oro y cuando ganó Lawrence, sí otra vez ella, ambas se fundieron en un abrazo sincero. Porque si te va a ganar alguien, quién mejor que una amiga. Pero no es por su buen perder o ganar que deberían presentar la próxima gala de los Globos de Oro, es porque la química que desprenden juntas y lo bien que se les da hacer reír al público son dos cualidades más que necesarios para conducir una entrega de premios sin caer en el tedio.

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Entraron en el escenario cual modelos de pasarela, contoneándose y poniendo morritos. Y luego estuvo lo de ponerse un mote en plan divas superconocidas, J-Law una y A-Schu la otra. Su naturalidad y su desparpajo las convierten en unas candidatas perfectas. No hace falta tener mala leche para presentar unos Globos. Es decir, que no hace falta ser Ricky Gervais. Su corto speech sobre lo duro que es ser una famosa en Hollywood o cómo ponerse un mote fue de lo mejor de la gala.

En serio, es como para planteárselo y ponerse a ello. Si son capaces de hacer esto en menos de dos minutos, qué no harían con tres horas de gala por delante. Se parodiarían a sí mismas y al resto del mundo. Eso sí, hay que dejar que sea Schumer quien se encargue del guión. Ahí queda eso.