¿Quién era J. Robert Oppenheimer? La verdadera historia detrás de la película de Christopher Nolan
Ha llegado el #Barbieheimer, y con ello, las dos películas que han dado de qué hablar este verano. Se trata del estreno de Barbie, la película dirijida por Greta Gerwin, y Oppenheimer, una promesa de la cinematografía dirigida por el productor británico-estadounidense, Cristopher Nolan, autor de otras cintas como Tenet y Dunkerque.
Algunos aficionados del séptimo arte han cuestionado lo real y ficticio que se aborda en la cinta protagonizada por Cillian Murphy, Robert Downey Jr, Florence Pugh y Emily Blunt. La pregunta más recurrente es: ¿Quién fue J. Robert Oppenheimer y en qué contribuyó a la humanidad con sus experimentos e inventos?
Aquí te compartimos una breve historia que debes conocer antes de aventurarte a ver la cinta que se perfila a ser una de las más premiadas del año.
Para entender mejor la biografía de Oppenheimer, es necesario leer el libro Prometeo Americano: Triunfo y Tragedia de J. Robert Oppenheimer. Se trata de una historia prístina elaborada por el historiador y Premio Pulitzer, Kai Bird, quien coescribió esta historia con Martin J. Sherwin, y en la cual se basa Nolan para dirigir su filme.
Oppenheimer nació el 22 de abril de 1904 en Nueva York. Estudió Filosofía, Literatura e Idiomas. Algunos historiadores aseguran que era tan bueno en lenguas que llegó a aprender italiano en 30 días. De pronto comenzó a interesarle la física experimental en la Universidad de Harvard y, debido a sus grandes habilidades, fue aceptado en el Laboratorio Cavendish, del Departamento de Física de la Universidad de Cambridge.
Fue en 1926 cuando “Oppie”, como le decían sus amigos y compañeros de escuela, ingresó a la Universidad de Göttingen, Alemania, para estudiar Física Teórica. Era un verdadero joven prodigio y obtuvo el conocimiento de personas tan afamadas como el que sería el Premio Nobel de Física, Paul Dirac.
En ese tenor, la línea discursiva del libro de Bird es enfática cuando, en sus primeras líneas acota de manera tajante: “Oppenheimer es considerado el padre de la bomba atómica”. Y agrega: “Fue uno de los principales físicos y teóricos de EEUU, además de que estuvo muy avanzado a su tiempo, al estudiar la Física Cuántica de manera obsesiva durante los años veinte y treinta (1920-1930)”.
Oppenheimer has single-handedly, the greatest trailer of all time. pic.twitter.com/WTOx2gVm4r
— 𝗞𝗮𝗹𝗶𝗼. (@KalioTheReturn) July 12, 2023
Una de las premisas más contradictorias fue, el reconocimiento que en algún momento le brindó el gobierno de EEUU y luego se lo arrebató tras una cruel persecución, no solo utilizando las presiones políticas, sino ocupando todos los instrumentos del Estado para espiarlo y chantajearlo con 34 cargos, entre ellos, “contribuyente de los Amigos del Pueblo Chino”.
La buena estrella de Oppenheimer se apagó de un momento a otro. De ser el científico más respetado de EEUU, pasó a ser una verdadera amenaza a la seguridad nacional. El objetivo de esta biografía era retratar a aquel sujeto que apareció en las revistas Time y Life, sin saber que su destino estaba marcado por algo extraordinario pero también por algo ominoso.
Su vida llena de contrastes marcó un hito entre la relación de EEUU con naciones como Japón, China y la inminente injerencia rusa, en ese momento, la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Algunos considerarían a Oppenheimer como el padre arrepentido de la bomba atómica, puesto que estuvo involucrado en el movimiento comunista, coqueteó con él, y después se alejó por órdenes indirectas de su nación.
La película de Nolan acerca de Oppenheimer inicia con un pasaje mencionado de forma recurrente y como parte de la historia del físico y teórico estadounidense: El envenenamiento de una manzana con cianuro que, presuntamente sería brindada a un profesor. Antes de que eso ocurra, él mismo tira la fruta salvándole de una muerte inminente al docente.
A ciencia cierta, no se sabe si eso ocurrió. Lo cierto es que, los problemas intestinales y el estrés constante de Oppenheimer eran reales. Eso le valió que lo catalogaran también como un hombre “sensible” y, por momentos, “frágil”. Eso no le impidió que fuera persuasivo y encantador con las mujeres. No era malo, según expertos, fue un hombre sujeto a las circunstancias de la época: crisis económicas, guerras y tensiones geopolíticas.