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Ciudad de México, 31 ene (EFE).- Tras más de cuatro años desaparecida, los restos de Jael Monserrat Uribe Palmeros, hallados por su propia madre, fueron colocados este viernes en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, en el centro de Ciudad de México, en un acto de memoria y resistencia. El retraso de más de 4 horas en la entrega de los restos óseos por parte del Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) no detuvo la protesta y homenaje a la memoria de la joven, quien desapareció el 24 de julio de 2020, a los 21 años. Escoltado por decenas de activistas y familiares, un ataúd blanco cubierto de pétalos de rosa descendió de una carroza blanca, en las inmediaciones de la avenida Reforma, en el corazón de la capital. Al frente, su madre, Jaqueline Palmeros, encabezó una caminata y acto solemne, acompañada de colectivos feministas, activistas y artistas como Vivir Quintana, intérprete de la canción ‘Vivir sin Miedo’. “Hoy Monse regresa a casa, pero no fue fácil, nada fácil”, compartió Palmeros con un nudo en la garganta. La madre buscadora relató el “viacrucis” que atravesó para encontrar a su hija, enfrentando constantes revictimizaciones de las autoridades, desde la negativa a buscarla hasta el ocultamiento de videos por parte de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. “Aún recuerdo cuando fui a levantar la denuncia y me dijeron que me esperara, pues tal vez andaba de fiesta o se había ido con el novio”, advirtió Palmeros “Nunca aplicaron el protocolo homologado de la búsqueda inmediata”, agregó. Asimismo, denunció que la indolencia del Gobierno ha continuado hasta este jueves en el Incifo, “donde no querían perfilar los restos”, argumentando “falta de recursos humanos y materiales para poder identificar a las personas o a los restos óseos”. Además, narró cómo ella misma, con sus propias manos y recursos, encontró los huesos de su hija en el cerro del Ajusco, en el sur de la capital, tras tres días de búsqueda exhaustiva, mientras las autoridades solo observaban. “Es realmente indignante porque nosotros lo hacemos por amor, por dolor, por la necesidad de saber algo de nuestras de nuestras personitas que están desaparecidas, pero ellos lo tendrían que hacer por obligación, porque cobran un sueldo, porque tienen conocimientos, y solamente nos miraban trabajar”, expuso la fundadora del colectivo Una Luz en el Camino. Por otro lado, denunció que las dos personas a las que se les abrió un proceso por la desaparición de su hija quedaron libres en junio pasado “por falta de pruebas”, según dictaminó la jueza Belén Bolaños. “Así como le prometí a Monse que la iba a buscar hasta mi último suspiro y la iba a encontrar, hoy le prometo luchar hasta mi último suspiro por tener acceso a la verdad y a la justicia. Y se lo voy a cumplir”, zanjó Palmeros. También agradeció a las familias de los más de 117.000 desaparecidos en México, a quienes llamó “ángeles” por mostrarle el camino para encontrar a su hija. “Monse, escucha, tu madre está en la lucha” y “No estás sola”, fueron algunos de los gritos que resonaron con fuerza en apoyo a la madre coraje. Antes de interpretar la canción ‘Vivir Sin Miedo’, que ha dado la vuelta al mundo, la cantante Vivir Quintana lamentó que en México existan madres buscadoras haciendo el trabajo del Estado. “Aquí seguimos resistiendo, y que aquí seguimos haciendo música para acompañarlas, no están solas, y también le hacemos un llamado a las autoridades para que volteen a ver a estas compañeras”, dijo Quintana. (c) Agencia EFE