Jennifer Connelly piensa a menudo en volver a la universidad, pero no termina de hacerlo

Jennifer Connelly comenzó su carrera siendo una niña con distintos trabajos como modelo y actriz, pero siempre tuvo claro que no dejaría de estudiar. Esa era su particular forma de rebelarse contra una industria que trataba de convertirla en un rostro bonito, sin pararse a valorar su talento, y ella decidió contraatacar matriculándose en la Universidad de Yale en 1988 para estudiar inglés.

Dos años más tarde se trasladó a la Universidad de Stanford para estudiar arte dramático, pero eventualmente tuvo que aceptar que era imposible compaginar una formación superior con su sueño de triunfar en Hollywood. Desde entonces, la intérprete de 53 años se ha planteado a menudo la posibilidad de volver a la universidad, porque es la única espinita que tiene clavada, pero no sabría para qué.

"Supongo que dejé de estudiar tan joven que no acababa de decidirme", admite en una nueva entrevista al periódico The Guardian. "Todavía estaba en el punto en el que me interesaban tantas cosas diferentes".

En la actualidad siente un gran interés por la historia de Estados Unidos, la ciencia y la medicina, aunque no lo bastante como para completar las solicitudes universitarias que ha empezado en el pasado, y cree que se debe a que se siente realizada con su carrera de actriz

"Haciendo lo que hacemos puedes asomarte a los mundos de los distintos personajes, aunque sea de forma superficial y limitada", añade.