Jesse, el hijo “desconocido” de Don Johnson: se crio con Melanie Griffith, es medio hermano de Dakota y tiene un gran parecido con su papá
Hace unos días, la imagen de Melanie Griffith junto a un joven muy apuesto llamó la atención de todos los medios. La actriz se encontraba en Beverly Hills en una gala benéfica contra el cáncer de mama cuando se topó con Jesse Johnson, el hermano de su hija Dakota y el hijo mayor de su exmarido, Don Johnson. Sonrientes y cómplices, los actores posaron ante los flashes demostrando la buena relación que hay entre ellos y como, a pesar del paso del tiempo, siguen estando unidos como familia. De hecho, es posible ver en el Instagram de la rubia varios posteos dedicados a él, a quien considera un hijo más.
Ahora bien, ¿quién es este joven de 41 años que es un calco de su padre y tiene un apellido por demás conocido? Fruto del amor entre Donald Wayne Johnson y la actriz Patti D’Arbanville, Jesse Wayne Johnson nació el 7 de diciembre de 1982 en Los Ángeles y es el mayor de cinco medio hermanos. Sus padres se separaron cuando él tenía apenas tres años, por lo que pasó la mayor parte de su infancia en Aspen, Colorado, junto al actor y su nueva familia, la que Don formó junto a Melanie Griffith.
En realidad, Jesse nació entre los dos matrimonios de su padre con Melanie, ya que la actriz estuvo en pareja en dos oportunidades con el galán. Primero, en 1976, cuando ella tenía tan sólo 19 años y luego, en 1989, cuando se dieron una segunda oportunidad y nació Dakota. “Cuando retomaron la relación tuve que elegir entre mudarme con mi padre o quedarme con Patti, que aún no tenía otra pareja. En casa de Don y Melanie estaba Dakota, Alexander iba a nacer en breve y me atrajo más estar en una familia”, confesó el joven en una entrevista con Vanity Fair España.
Así fue como pasó dos años viajando por Estados Unidos, entre rodaje y rodaje, viviendo en hoteles y con una profesora que los acompañaba. “Mis padres vieron que no era vida para una familia y nos trasladamos a un rancho de caballos de 12 hectáreas en Colorado”, recordó sobre esa vida más estable y en total anonimato. “Los niños de Aspen no sabían quién era mi padre, no veían la tele, se pasaban el día en la calle, en invierno esquiaban y en verano escalaban”, agregó. Y tanto le gustó el lugar que cuando su padre y Griffith se separaron, en 1996, él se quedó a terminar sus estudios en un internado de la zona.
Con una carta de presentación inmejorable y la misma mirada seductora de su padre, el actor siempre quiso despegarse de la fama heredada y forjar su propio camino. Algo que hizo desde que terminó la universidad cuando el protagonista de División Miami dejó de mantenerlo y tuvo que rebuscárselas como camarero, o como cuando lo obligó a hacer un casting para un papel en una película que él protagonizaba. “Era parte del aprendizaje y estoy muy agradecido a mi padre. Ha sido muy estricto y me ha planteado retos que me han ayudado a crecer”, confesó.
Si bien en un principio soñaba con dedicarse a la música (de hecho tocó en varias bandas), ser actor “era un destino inevitable” para él. “Todos los años acababa en la obra de teatro del cole. Mi padre me dijo: ‘Estás loco si piensas dedicarte a esto. Necesitarás trabajar mucho, pero te apoyaremos siempre’”, contó quién debutó en 2001 en la serie de televisión de CBS, Nash Bridges y luego sorprendió con sus actuaciones en Palabra de Honor y Velocidad sin límites.
Madrid, su segundo hogar
Bajo esa intención de ganarse las cosas por sus propios medios fue que en 2010 Jesse decidió hacer las valijas e irse a vivir del otro lado del océano, donde participó en proyectos como Para qué sirve un oso (2010) y Con el culo al aire (2012), serie que se emitió por Antena 3. “Yo quería trazar mi propio camino. En mi país los actores se pasan la vida trabajando para tener una casa en Europa. Yo sé hablar español, así que tuve la loca idea de venirme aquí y cumplir mi sueño, en lugar de pasarme el tiempo en Estados Unidos soñando”, reveló. El hijo de Don buscó una oferta de hotel por Internet y desembarcó en Madrid, esa ciudad española en la que a sus 19 años había hecho un intercambio estudiantil de seis meses y de la cual tenía los mejores recuerdos.
El desarraigo no se apoderó de él. Durante su estadía en tierra española, el actor solía ir a Marbella a visitar a “su otra mamá”, Melanie y a Antonio Banderas, con quien la actriz estuvo casi dos décadas en pareja. Cada tanto volvía a su tierra natal a pasar tiempo con su padre (instalado en su rancho de Santa Bárbara) y a filmar algunos proyectos (Killing Lincoln, Chapman y From Dusk Till Dawn son algunos de ellos) aunque sólo por poco tiempo, ya que siempre consideró a Hollywood como “un monstruo que se retroalimenta, precioso y odioso”. “Allí te venden que el éxito te hace feliz, pero es mentira. En España soy feliz y estoy creciendo como persona sin tener esa presión”, aseguró.
Actualmente, el hermano de Dakota alterna papeles en cine y TV (Twin Peaks y La ley y el orden son sus últimos trabajos), viaja por el mundo y practica atletismo, snowboard y hockey sobre hielo. Su pasión por la música nunca desapareció. De hecho, escribe sus propias canciones y en 2020 lanzó un EP junto a su banda, Blame Baby.