Yahoo Estilo El silencio de Belén Esteban es el olvido de Jesulín
El torero casi más conocido por ser ex novio de Belén Esteban cumple 46 años y vive una vida discreta, casi en el olvido mediático, desde que la colaboradora de ‘Sálvame’ no lo nombra.
Jesús Janeiro empieza 2020 cumpliendo años y es que nació el nueve de enero. El torero celebra sus 46 más alejado que nunca del mundo de la televisión y la prensa rosa. Atrás quedaron los ostentosos videos en ‘Ambiciones’ en los años 90 con el pobre tigre enjaulado, Currupipi, por el que muchos sufrimos en su día.
Años más tarde, Jesulín siguió en el candelero mediático pero no gracias a sus faenas en la plaza de toros sino ‘gracias’ a los constantes ataques de su ex amante, Belén Esteban. La princesa del pueblo ha superado su adicción a las drogas y ahora se gana el pan sin tener que hablar de su ex pareja.
Aunque Belén hubiese rehecho su vida con Fran Álvarez, que menudo elemento, y ahora con “su Miguel”, ella seguía rajando de Jesulín por sus malas artes como padre o, mejor dicho, por pasar de llamar y ver a su hija en común, Andrea Janeiro.
Pero ahora la Esteban tiene una vida plena, con boda incluida y buscando, quizá, ser madre de nuevo este año o el que viene. Andreíta, por su parte, ya es mayor de edad y se mantiene alejada de la industria televisiva.
Ella ha sido la encargada de pedirle a su madre que no hable más de su padre, ojo, no por cariño hacia él sino porqué entiende que esto podría perjudicar la imagen de su progenitora. Belén, que es siempre una madraza, le ha hecho caso y con su silencio… ha llegado el olvido a Jesulín.
Jesús sigue compartiendo su vida con María José Campanario y con los hijos que tienen en común aunque las cosas llevan feas hace años en cuanto a la salud de su esposa se refiere. María José padece fibromialgia y está entrando y saliendo del hospital cada dos por tres debido a recaídas en esta dura enfermedad que arrastra hace más de una década.
Janeiro se dedica a cuidarla y a acompañarla así como a compaginar sus corridas en las que ya no hay cientos de jovencitas tirándole ropa interior y cantando el “Toa, Toa, Toa” (como olvidar su hit musical) sino más bien poco público y de edad avanzada que se niega a entender que las corridas de toros son crueles e inhumanas.
Al final la joven, anónima e inocente Belén Esteban de los 90 que se casó con el torero codiciado y famoso ha resultado ser la que tiene la sartén por el mango en 2019. La reina de Mediaset elige si pone a Jesulín en el disparadero mediático o si, como sucede ahora, lo relega al olvido más silencioso. Qué paradójico todo, oiga.
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