La polémica boda peruana que reunió a la jet set española: ¿cultura o racismo?

Hace unos días Perú acogía a decenas de rostros conocidos de la jet set española para asistir a la gran boda peruana del año. La limeña Belén Barnechea, fundadora de la marca de repostería Casa Manjar en Madrid, y su prometido, el español Martín Cabello de los Cobos, nieto de los condes de Fuenteblanca, se daban el 'sí, quiero' en un enlace por todo lo alto en la localidad peruana de Trujillo. Allí pudimos ver a Álvaro Falcó e Isabelle Junot, pocos días después de su propia boda, y a Sassa de Osma y su marido el príncipe Christian de Hannover, que disfrutaron de un bodorrio de varios días. Pero esta gran celebración no ha estado exenta de polémica y hasta los novios han tenido que hacer un comunicado para aclarar lo sucedido. ¿Qué ha empañado este evento social que ha reunido a lo más granado de la aristocracia de nuestro país?

La boda peruana de Belén Barnechea y Martín Cabello de los Cobos.
La boda peruana de Belén Barnechea y Martín Cabello de los Cobos.

Su padre fue candidato a la Presidencia

Todo comenzó hace una semana cuando en Trujillo (Perú) comenzaron los festejos para la celebración de la boda de Belén Barnechea y Martín Cabello de los Cobos. Ella es hija de Alfredo Barnechea y Claudia Ganoza. Su padre es un conocido escritor y fue candidato a la Presidencia de Perú por el Partido Acción Popular en 2016, donde quedó en el cuarto lugar. Es nieto del vasco Justo Barnechea Gamba, llegado a Perú en 1872, y se formó en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), donde obtuvo un máster en Administración Pública y Gobierno. Ha sido además columnista y presentador del programa televisivo Contacto Directo de América Televisión, en el que entrevistó a destacadas figuras del mundo literario y político​ a finales de los años 70.

La madre de Belén es filántropa y ayuda desde hace más de 30 años en el hospital público de niños de Lima. Belén llegó a España en junio del 2017 después de haber hecho la carrera de Marketing y Relaciones Públicas en el Emerson College en Boston. También pasó un tiempo en Nueva York, pero al no lograr la visa para permanecer allí con permiso de residencia, su padre la convenció para que probara suerte en la capital española. Así lo hizo y aquí conoció al que hoy es ya su marido, un joven aristócrata que apuesta por la discreción. Martín Cabello de los Cobos es nieto del fallecido conde de Fuenteblanca que contaba con el título de caballero del Cuerpo de la Nobleza de Madrid. Forma parte de una familia de once miembros propietaria de una casa palacio en La Rambla, en la campiña cordobesa.

La repostera de la jet

Belén Barnechea se ha convertido desde hace dos años en la repostera de la jet set madrileña. Con unas amistades a la altura, como Sassa de Osma, a la que conoce desde que era una niña porque sus padres eran vecinos en Lima, o Isabelle Junot, a la que conoció en Nueva York y con la que mantiene una relación muy cercana ahora en España, durante el confinamiento, mientras estaba en el campo en Extremadura, decidió poner en marcha un negocio de repostería a domicilio típicamente peruana en Madrid. Se llama Casa Manjar y en ella se pueden degustar platos dulces típicos de su país natal. Hace algunas semanas abrió un pequeño local en la céntrica calle Diego de León en Madrid por el que por supuesto ya han pasado sus grandes amigas.

Sassa de Osma y Christian de Hannover fueron dos de los invitados que asistieron a la boda de Belén Barnechea en Perú. (Photo by Oscar Gonzalez/NurPhoto via Getty Images)
Sassa de Osma y Christian de Hannover fueron dos de los invitados que asistieron a la boda de Belén Barnechea en Perú. (Photo by Oscar Gonzalez/NurPhoto via Getty Images)

Duras críticas por el espectáculo con indígenas

Por eso, hace una semana, su grupo de amigas VIP viajó a Perú para estar a su lado en el día más importante de su vida. Para su boda, Belén organizó toda una serie de festejos durante varios días en la localidad de Trujillo y ahí es donde saltó la polémica. Durante su paseo por el pueblo después de la ceremonia religiosa, los novios hicieron una escenificación de las nupcias en el virreinato, es decir, según los medios peruanos, había mujeres indígenas sentadas en el suelo mientras los novios iban caminando por la calle. Además, durante la celebración de la fiesta se podía ver a hombres encadenados como esclavos, según han explicado medios peruanos como La República. Ante esas imágenes, que tanto los novios como algunos invitados publicaron en sus redes sociales, algunos rostros conocidos de Perú saltaron indignados.

Una de ellas fue la cantante criolla Susana Baca, quien ocupó el cargo de Ministra de Cultura en 2011. En un texto publicado en Facebook, llegó a decir que la celebración era "como recordar el Holocausto para una fiesta de cumpleaños" y añadió sobre el padre de la novia: "Me da más pena que un político que decía defender la historia de nuestra patria haya concedido y guardado un silencio oprobioso ante este hecho…". Aunque poco después quiso matizar sus palabras: "Mi querida Claudia Ganoza, la madre de Belén, y otros amigos, me han escrito para decirme que el propósito coreográfico en la boda de Trujillo fue representar una danza ritual propia de las costumbres de la cultura Moche. No dudo de esa verdad y de ese sentimiento, pero una escenificación de esta naturaleza y en un contexto de la nobleza española y el derrotero político actual en el Perú, que esta cargado de simbolismos raciales, era un desacierto más que una fiesta".

También El Centro de Culturas Indígenas del Perú hizo un comunicado en Twitter asegurando que "desplegar la diversidad cultural del Perú en el pasacalle y la fiesta quizá fue bienintencionado, pero los personajes indígenas y afros solo fueron decoración". La plataforma de Alerta contra el racismo, asociada al Ministerio de Cultura, rechazó la escenificación de esas imágenes: “Reprochamos el empleo no adecuado de nuestra diversidad cultural con motivos comerciales y/o de ocio, ya que incide en percibirla como algo exótico, reforzando estereotipos históricos que no suman al trato respetuoso que merece la cultura milenaria del Perú".

La respuesta de la novia

Ante esas acusaciones de supuesto racismo e incluso de supuesto clasismo en las representaciones que tuvieron lugar durante su boda, fue la propia Belén Barnechea la que quiso responder con un mensaje en Instagram en el que aclaraba sus intenciones. "Con una pena enorme me veo obligada a escribir este texto. Como muchos saben hace una semana tuvieron lugar las celebraciones de mi matrimonio en Trujillo, ciudad natal de mi madre. Elegimos casarnos en el Perú y me sentí orgullosísima de poder enseñar a mis amigos lo maravilloso y culturalmente rico que es nuestro país. Somos un país lleno de diversidad, distintas culturas y tradiciones que han sabido convivir y unirse en un sincretismo único en el mundo. En todos los días de celebración enseñamos con amor y respeto algo del Perú, de nuestra cultura, de mi cultura", comenzaba diciendo la joven con cierta tristeza ante lo sucedido.

"He visto que en algunos medios de comunicación se han referido a la representación moche que hicimos como de esclavos, de mujeres indígenas, del virreinato. Lo que hicimos fue representar la cultura Moche, que es oriunda de La Libertad y que se desarrolló entre los siglos II y VII. Por lo que nunca se cruzó en el tiempo con los Incas ni los españoles y que mis abuelos maternos dedicaron su vida y su esfuerzo a ponerla en valor para el mundo. Mi abuelo Guillermo Ganoza, promovió la restauración de Chan Chan y organizó la primera exploración arqueológica a la Huaca del Sol y la Luna. Lo que se mostró en el pasacalle fue una recreación de la Danza de la Soga, una danza ancestral que no representa esclavos sino que es una representación ritual de guerreros; las mujeres sentadas hicieron una representación de los trabajos y la forma de cultivar la tierra en la época", quiso dejar claro Belén.

"Por eso nuestra intención fue y seguirá siendo poner en valor la riquísima cultura Moche y Chimú que desde Trujillo y el Perú queremos seguir mostrando al mundo. Nos entristece muchísimo que la recreación moche que hicimos en el pasacalles se haya tergiversado de esta manera y que se este politizando la situación. Nos duele mucho que se esté utilizando como cortina de humo para tapar los graves problemas estructúrales y las huelgas en el que está hoy, nuestro querido país. Si se utilizara la misma fuerza que utilizaron estos días para denunciar las situaciones de injusticia que vivimos día a día, nuestro país sería un mejor Perú. Por eso creo que deberíamos dejar atrás las malas intenciones y celebrar el amor, la cultura, y la diversidad", concluyó e incluyó junto al texto varias fotos de la fiesta que disfrutaron sus amigos y familiares en el día de su enlace.

De hecho, Belén ha cambiado su foto de perfil en la red social por una en la que aparece vestida con uno de los trajes típicos de su tierra y que también llevó durante su boda, un bonito gesto que deja claro que nunca quisieron ofender a nadie sino mostrar lo bonito de su país.

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