Jonás Cuarón rescata un mito latinoamericano para darle vida a 'Chupa'
Hay mucho que decir en relación a “Chupa”, la película que se acaba de estrenar en Netflix y que retoma un popular mito latinoamericano para darle vida a una suerte de versión mexicana de “E.T. the Extraterrestrial” que despertará sin duda el interés de la audiencia infantil, pero que contiene también alusiones a temáticas complejas y sociales vinculadas a la experiencia latinoamericana.
Sin embargo, al inicio de la conversación por Zoom que tuvimos recientemente con el director del filme, Jonás Cuarón, quien se encontraba en Nueva York por motivos de trabajo, decidimos tomar el toro por las astas y hablar primeramente de la polémica generada por el título de la producción, que ha sido objeto de innumerables burlas en internet debido a las connotaciones que podría tener en el habla popular.
Hay quienes insinuaron incluso que lo que consideran un despropósito se produjo debido a que esta es una creación estadounidense sin relación con la cultura mexicana, ignorando probablemente la participación de Cuarón y la presencia en el reparto de Demián Bichir, uno de los actores aztecas más renombrados de todos los tiempos.
“Lo que pasó es algo que me esperaba y que era para mí parte de la esencia de la película, donde se narra la historia de un niño méxicoamericano que no ha conectado con su cultura y que viaja a México”, nos dijo Cuarón. “En ese sentido, desde el guión mismo, se me hacía muy inocente y muy bonito el hecho de que él mismo nombrara a la criatura ‘Chupa’, porque se trata de un americano que no entiende el significado de la palabra”.
“Su propia prima le dice, ‘¿estás consciente de lo que estás haciendo?’, y él responde que no le importa”, agregó el cineasta. “Yo crecí en México en medio de una familia ‘alburera’ y sabía que iba a haber estas reacciones, pero también sabía que el nombre era importante para la película. Al fin y al cabo, cuando el público la vea y conozca a la criatura, verá que ese nombre puede tener un significado distinto que perdurará”.
Referencias de encanto
Pese a la ya citada intervención de mexicanos en la cinta, esta tiene un guión firmado totalmente por nombres anglosajones, correspondientes a los escritores Marcus Rinehart, Sean Kennedy Moore y Joe Barnathan. Pero Cuaron asegura que conectó de inmediato con lo que el texto proponía y que le hizo incluso varias modificaciones.
“Pasé gran parte de la pandemia viendo películas con mis hijos, y en ese viaje, vimos muchas de mi infancia, como ‘E. T’, ‘Gremlins’, ‘Jurassic Park’ y ‘The Goonies’”, detalló el hijo del afamado Alfonso.”Eso hizo que surgiera en mí la necesidad de filmar una película para ellos, porque venía de hacer ‘Desierto’ y ‘Gravity’, que eran ‘thrillers’ de acción; quise hacer algo que enseñara también un mundo muy mágico y que, si eras un niño, te dejara creer en la posibilidad de esa magia”.
Cuando recibió el guión, nuestro entrevistado se dio cuenta de que este manejaba una premisa muy simple: la de un niño estadounidense de Kansas que viaja a un poblado rural de México para conocer a una parte de su familia y que, una vez allí, se encuentra con un chupacabras. “Esa premisa me emocionó muchísimo, porque me daba la posibilidad de hacer una película estilo ‘E.T’., estilo Amblin [Entertainment], pero me permitía a la vez hacerlo en un contexto que nunca había visto antes, porque la magia de las películas [similares] que había visto siempre sucedía en contextos que no eran los míos”, reveló, aludiendo tanto a la emblemática cinta de ciencia ficción de Steven Spielberg como a la compañía productora fundada por el mismo maestro del cine.
El siguiente paso para él fue agregar a la historia diferentes elementos relacionados a su infancia, por lo que la trasladó a la década de los ‘90. “El mito del chupacabras se origina justamente en esos tiempos, a diferencia de los de Pie Grande y el Monstruo del Lago Ness, que son más antiguos”, especificó. “Eso lo hacía mucho más real, y me permitió llenar la película de detalles de mi niñez que van desde los coches y el vestuario hasta la música”.
Pese a que “Desierto”, con Gael Garcia Bernal en el papel de un inmigrante indocumentado que era perseguido implacablemente por un cazador racista, parece ser completamente distinta a “Chupa”, ambos títulos comparten tanto las referencias visuales a Spielberg como la mirada compasiva hacia las inevitables y complejas relaciones que existen entre México y Estados Unidos.
“Spielberg es definitivamente uno de los cineastas que más admiro en términos de lenguaje fílmico”, retomó Cuarón. “Tengo hijos que han crecido en México, pero su mamá es de Estados Unidos. Me interesa mucho la relación entre ambas culturas, y me interesaba también tener a un personaje mexicano que no conocía la cultura de sus antepasados, porque esa era una excusa perfecta para enseñarle no solo al personaje, sino también al público, diferentes facetas de la cultura mexicana que rara vez vemos en el cine o en la tele, donde se simplifica mucho la narrativa de lo que es mi país” .
Conexiones y cerebros
Aunque se crió en México, nuestro entrevistado se mudó a Estados Unidos durante la adolescencia y cursó la preparatoria por aquí, lo que lo conecta de algún modo a Alex (Evan Whitten), quien, al inicio de la película, es discriminado en la escuela por ser latino y rechaza sus raíces por un afán de pertenencia a su entorno.
“Me identifico con Alex, sí, pero más allá de mis propias experiencias, lo que le pasa es algo que reconozco bien, porque lo he visto en muchos lados”, puntualizó Cuarón. “Y se me hace muy importante el mensaje [que damos] de no huirle al lugar de donde vienes, sino más bien de aferrarte a ello, porque es lo que termina haciéndote más fuerte”.
Pese a que la mayor parte de “Chupa” se desarrolla en México -supuestamente, en un pueblo ficticio llamado San Javier-, el rodaje se hizo casi totalmente en Nuevo México por razones de producción. “Para mí, era muy importante darle autenticidad al proyecto, por lo que filmamos ciertas secuencias en México y, lo que es más importante, convocamos a un gran equipo que me ayudó mucho a darle esa misma autenticidad, desde el fotógrafo Nico Aguilar hasta la encargada de vestuario Mariana Guerrero”, contó el realizador.
Por ese lado, el logro mayor tiene que ser la escena que se desarrolla en un extenso mercadillo al aire libre que Alex visita al lado de su primo Memo (Nickolas Verdugo) y donde este lo convence con engaños de comer unos tacos de seso. “Fue una recreación total, lo que era necesario no solo por la cuestión de época, sino porque lo construimos a partir de los recuerdos que yo tenía sobre mercados de mi infancia, principalmente en Jalapa, aunque incluye también muchas referencias al de Tepoztlán, donde el fotógrafo había pasado mucho tiempo”, describió Cuaron.
El director no había comido nunca sesos, pero tuvo que hacerlo durante el ensayo previo al rodaje de esa misma escena, para convencer a Whitten de que hiciera lo mismo. “Estaban bien”, aseguró ante nosotros mientras esbozaba una sonrisa. “Lo que me encanta y lo que devoro son los grillos. Mis hijos y yo los comemos constantemente, y nos da mucha risa ver cómo el extranjero tiene una reacción visceral ante su consumo, cuando son deliciosos”.
Novatos y veteranos
Cuarón se interesó en Whitten porque el pequeño actor compartía circunstancias de vida con Alex, empezando porque se trata de un joven estadounidense con antepasados mexicanos que tampoco hablaba español cuando empezó el trabajo. “Lo aprendió de la mano del personaje, lo que fue muy bonito de ver”, recordó el cineasta. “Aparte del contexto, desde sus primeras audiciones, me di cuenta de que su rango de emoción era gigante y de que era muy honesto, además de ser muy dulce”.
El personaje del abuelo de Alex es interpretado por Bichir, quien además de darle solidez histriónica a la aventura, abre las puertas para una amplia exhibición del universo de la lucha libre, que es tan propio de la cultura mexicana. Además, el nominado al Oscar aparece en escenas que lo muestran en un estado físico particularmente envidiable para alguien de su edad.
“Está en muy buena condición y es alguien que entiende mucho la parte narrativa de este deporte”, dijo Cuarón. “De hecho, lo que más me gusta en la película son esos momentos en los que se pone la máscara y se transforma completamente, porque lo hace de una manera increíble”.
Otro detalle interesante de “Chupa” es el modo en que trata de alejarse de los estereotipos que existen sobre los gustos musicales de los mexicanos, como lo muestra la vibrante escena en la que los tres niños de la historia viajan a bordo de un automóvil mientras cantan a todo pulmón la letra del tema“Pachuco”, creado por Maldita Vecindad.
“La Maldita es una de las tres bandas que marcaron mi adolescencia, al lado de Café Tacvba, que también aparece en la película, y de Molotov, que no aparece porque hace una música que no puedes poner en una película infantil, además de que su primer disco se lanzó en el 96, mientras que lo que contamos sucede en el 95”, reflexionó Cuarón.
“Usar estas canciones tuvo que ver con el mismo deseo que comenté ya para salir de la narrativa habitual de México en el cine; me interesaba mostrar a un personaje que venía con esas nociones preconcebidas de México y que, a través de una prima que tiene unos años más que él, descubre una cultura mucho más compleja de lo que esperaba”, añadió.
Sin traje, pero con presencia
No podíamos terminar la charla sin hablar de la criatura, que está completamente diseñada con tecnología digital, a diferencia de lo que sucedía, por ejemplo, con E.T., que se plasmó visualmente con el uso de hasta tres actores enfundados en un traje de alienígena.
“Aunque no teníamos a alguien en un traje, era importante que el niño tuviera a alguien con quien interactuar y con quien pudiera establecer un vínculo”, retomó Cuarón. “Por lo tanto, trabajamos con un perrito llamado Harper, súper tierno y súper bien entrenado, al que sustituimos después con esta criatura, que tenía que ser muy mágica, pero sentirse también muy real, porque, cuando yo era niño, el chupacabras se sentía muy real, porque estaba en las noticias”.
Antes de que Cuarón partiera, decidimos indagar sobre “El Muerto”, la esperada adaptación fílmica de las aventuras de un personaje oscuro de Marvel -casualmente, un luchador- que será supuestamente dirigido por él mismo y que tendría como protagonista ni más ni menos que a Bad Bunny.
“Ese es un proyecto que prefiero mantener en secreto, porque me emociona mucho y tiene elementos muy ‘padres’ que quiero guardar para que sean realmente sorpresa”, comentó el realizador, antes de asegurar que no tiene novedad alguna sobre “Z”, la cinta sobre El Zorro en la que iba a estar involucrado Garcia Bernal pero que, aparentemente, no será llevada a cabo.
Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.