Jordi González explica su salida de la televisión y es fácil entender qué pasó

Jordi González, el que fuese uno de los pilares infalibles de Telecinco para presentar todo tipo de programas, anunció el pasado febrero su retirada. Se iba a tomar un año sabático, y desde su experiencia, se lo recomendaba a todo el mundo que se lo pudiera permitir. Esa pausa en su carrera fue bastante sorprendente, porque todos pensábamos que volvería a presentar alguno de los debates de Supervivientes, formato al que había estado vinculado durante muchos años. Ahora, Jordi ha explicado (brevemente, eso sí) a qué se debe su salida de la televisión, y si leemos entre líneas, es fácil entender lo que pasó.

El catalán visitó el programa El Circo, de 8 TV, el cual presenta Frank Blanco, y charló con su colega de un programa mítico que él presentó en el circuito catalán, Vitamina N, donde empezaron, por ejemplo, Quique Torito o Enric Escudé. Una cosa llevó a la otra, y Frank le preguntó si había pensado en su retirada. La respuesta de Jordi fue un tanto metafórica, pero a buen entendedor, pocas palabras bastan.

Muchas veces nos hemos encontrado en casa que un grifo está abierto y saliendo agua, pero no te das cuenta de que está saliendo agua hasta que alguien lo cierra. Justamente me ha pasado eso, han cerrado el grifo”, narró el comunicador, de 59 años. “Se ha cerrado y he visto que estoy mejor. Hay momentos que necesitas ruido, imagínate que vas a la playa y está muda, sin ruido de olas, sería terrible. Pero cuando quieres paz y tranquilidad y la tienes, se está mucho mejor que cuando lo intentas en un trabajo muy estresante y quema mucho”, narraba.

De todo esto, lo que podemos entender es que su etapa en Telecinco ha llegado a su fin, que le han cerrado el grifo. Y que no está nada mal fuera de Mediaset, pues habría estado al frente de programas que le quemaban mucho, que le provocaban un estrés con el que no se sentía cómodo.

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Volveré a trabajar en enero si me anima un proyecto diferente a lo que he hecho hasta ahora”, decía también. ¿Qué nos quería decir Jordi con esto, si él ha tocado todos los palos en televisión? Ha presentado concursos (3x4), programabas de debate (Moros y cristianos, Mad in Spain), realities (Gran Hermano VIP, Supervivientes...), programas de sucesos (Hechos reales), magacines nocturnos (TNT). Realmente, pocos proyectos podían llegar a sus manos que fuesen una novedad para él, pues es un maestro de la televisión que ha defendido casi cualquier cualquier género.

Quizá Jordi se refiera a que busca algo diferente a los realities, pues Telecinco solo ha contado con él para este tipo de formatos en los últimos años, y con muchos meses de descanso entre un espacio y otro. En 2019 solo trabajó seis meses, con los debates de GH DÚO y Supervivientes. En 2020 se hizo cargo de Supervivientes: Conexión Honduras, y en 2021 estuvo al frente de ese mismo espacio y de Secret Story. La noche de los secretos, durante otros tres cada uno.

En este último formato, Jordi mostró estar bastante desganado. A diferencia de otros presentadores y colaboradores que están pendiente de todo lo que sucede en la casa del reality de turno a través de las señales 24 horas (amén de los resúmenes o contenidos de las redes sociales), el catalán a veces no se sabía los nombres de los concursantes, y desconocía de qué iban las pruebas semanales. Su desidia quedaba en evidencia con preguntas del tipo “¿de qué vas disfrazado?”, cuando era algo que correspondía con un reto de la organización.

Jordi González en 'Secret Story' (Mediaset)
Jordi González en 'Secret Story' (Mediaset)

De hecho, si nos vamos un poco más atrás, podemos comprobar cómo Telecinco confiaba en él para muchos programas, sí, pero generalmente de relleno, apuestas ligeras para momentos concretos. Como aquel Pasaporte a la isla, que se emitió en 2015, o el debate descafeinado de Mad in Spain, con el que probó suerte en 2017. Aquel espacio se nos vendió como una resurrección del programa Moros y cristianos que con tanto acierto presentó en los años 90, pero la factura del mismo dejaba mucho de qué desear; tan solo permaneció en antena dos meses, durante el verano, cuando el consumo de televisión es inferior. El último programa que presentó y que no fue un reality se llamó Hechos reales, y duró un mes y medio, de nuevo en verano, durante 2018. Ese mismo año, además, vio cómo los jefes le apartaban de presentar Gran Hermano VIP para ponerlo en manos de Jorge Javier Vázquez. Ni siquiera le dieron los espacios derivados: los debates los presentó Sandra Barneda, y los resúmenes, Lara Álvarez.

Jordi es un animal televisivo que funciona muy bien en directo, con debates, con actualidad, pero lleva años en los que solo modera debates de realities, y quizá se ha cansado. O Telecinco de él. Parece que los intereses de Mediaset y del propio comunicador ya no van en una misma directriz, como lo hacían en el pasado, y por eso se ha cerrado el grifo. No pasa nada, ni será el primer presentador al que le sucede algo así, ni tampoco el último. La televisión y su forma de consumo está cambiando a pasos agigantados, y seguro que, tras este año sabático, Jordi encuentra un nuevo proyecto que le permita lucirse como él sabe hacerlo.

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