Josefina Scaglione: “Actuar y cantar junto a Jennifer Lopez fue un sueño”
“Has recorrido un largo camino muchacha…” era el eslogan publicitario de los cigarrillos femeninos Virginia Slims, allá por los 70. Y esa bien podría ser la frase que mejor define la carrera de Josefina Scaglione, pero con un agregado: “¡Y en tan corto tiempo!”. Es que en pocos años, y siendo tan joven, pasó de su Rosario de crianza y formación artística a la avenida Corrientes (como parte del elenco de Hairspray) y de ahí –con sólo 20 años– a un protagónico en Broadway (en West Side Story, que le valió en 2010 una nominación a los Tony Awards como Mejor actriz); y, ahora, mucho teatro local mediante, a participar de una producción cinematográfica internacional, junto a Jennifer Lopez, Diego Luna y Tonatiuh. Se trata de la versión cinematográfica de Kiss of the Spider Woman (El beso de la mujer araña), el musical de Terrence McNally, John Kander y Fred Ebb (en base al famoso libro de Manuel Puig), que en 1993 estrenó en Broadway Chita Rivera; y luego, en 1995, Valeria Lynch en el Teatro Lola Membrives de Buenos Aires, junto a Sandra Guida (en el rol que interpreta Josefina en cine, el de Marta). Su director es Bill Condon, el responsable de otros musicales llevados a la pantalla grande, como Dreamgirls y La bella y la bestia, y también de la saga The Twilight, entre varios títulos.
Hoy, a los 37, la actriz y cantante –que en los últimos años se destacó en musicales importantísimos como Camarera, Happiland y Drácula (componiendo una inolvidable Lucy)– está rebosante de felicidad. No sólo por la experiencia del rodaje que vivió a principios de año, sino porque ahora, por primera vez, la puede contar. Y para eso eligió a LA NACIÓN.
–¿Cómo fuiste convocada? ¿Tuviste que hacer un casting?
–En enero de este mismo año me escribe mi manager para los EE.UU., Danielle Thomas, y me propone audicionar para el rol de Marta (el segundo papel femenino en importancia en Kiss of the Spider Woman, la mujer de Valentín, el revolucionario preso que interpreta Diego Luna). Me piden un self tape o autocasting, en el cual tenía que cantar la canción que, luego, interpretaría a dúo con Aurora (el personaje de Jennifer Lopez): “I Do Miracles”. El self tape lo filmé como pude, por esas cosas de la maternidad, con mi pequeño hijo al lado, dándole play a la pista sobre la que debía cantar. Lo hice en mi casa, en el medio de un día familiarmente complicado. Fue algo muy estresante, es que en los autocasting pasás de ser una actriz a cámara, iluminadora y ¡hasta editora! Luego lo envié sin grandes expectativas. Sabía que había dado lo mejor de mí dentro de las condiciones apuntadas, pero también que podría haber hecho un mejor video. Así que lo solté.
–¿Y finalmente tu hijo te trajo suerte?
–¡Parece que sí! Para mi sorpresa a las dos horas de haber enviado el video, el director Bill Condon le dice a mi manager que él me había visto en Broadway haciendo West Side Story, que tenía un grato recuerdo de mi trabajo y que quería que le enviara un compiladito de cosas mías, sobre todo cantando, porque me querían ver más. Otra vez en dos minutos porque no tenía más tiempo, armé lo que pude, fundamentalmente les envié el corto Happiland, extractos y perfumes (que incluye los números musicales de la obra Happiland), dirigido por Alfredo Arias e Ingnacio Masllorans, donde aparezco cantando a cámara, con un primer plano de cine. A los días me llama mi manager y me dice: “You Got It, ¡You Have the Part!”. Y de golpe apareció otra vez una corriente que me volvió a llevar hacia los Estados Unidos, como sucedió en 2009 cuando vieron un video mío en YouTube y me eligieron para protagonizar West Side Story en Nueva York.
–De todos modos, esta vez no tuviste que viajar a los Estados Unidos para participar del proyecto, ¿no?
–Exacto. La mayor parte del film se rodó en New Jersey, pero justo mis escenas se filmaron en Uruguay. Es que una parte de la historia trascurre en Buenos Aires, por eso querían filmar aquí o en un lugar parecido. Acá no se pudo hacer lamentablemente porque, según después me contaron, a la producción le pasaban todas las semanas un presupuesto distinto y así nunca podían proyectar los costos. Entonces optaron por ir a Montevideo y filmar los exteriores en Ciudad Vieja (simulando San Telmo). Y también en Montevideo se armó el set de la cárcel, donde transcurren mis escenas. En definitiva, en Uruguay se filmaron todas las escenas correspondientes al plano realista de la historia, y en los Estados Unidos, las que tienen que ver con el plano onírico (donde transcurren los números musicales de Jennifer Lopez como Aurora, la estrella de cine de la época dorada de Hollywood).
ACTUAR CON JENNIFER LOPEZ Y DIEGO LUNA
–¿En qué consisten tus escenas?
–Mis escenas son con Diego Luna y transcurren en una cárcel . Valentín, su personaje, está muy convaleciente porque lo acaban de torturar. Es entonces cuando le confiesa a Molina (su compañero de celda, un vidrierista preso por ser gay) que cada vez que él le habla de Aurora (como la mujer de sus sueños), no puede evitar pensar en Marta. Ahí Molina le dice: bueno, imaginate que Aurora es ella, Marta. Entonces aparezco yo, cantándole una canción (“I Do Mirables”), que luego termina siendo a dúo con JLo, cuando el personaje de Aurora se incorpora a la escena. En ese momento, tengo entendido, se produce una superposición de planos: mientras Molina ve a Aurora, Valentín ve a Marta. Hasta nuestras caras –la de Jennifer y la mía– se superponen, me dijeron. Ella grabó su parte en los Estados Unidos y yo, la mía, en Uruguay . Pero, luego, en el film, ambas apareceremos juntas, cada una cantando su parte y en planos distintos: yo en la cárcel y ella en medio de un sueño. Como está claro, con Jennifer nunca nos vimos, pero cuando eso suceda –en la premier del film o dónde sea– pienso que va a ser algo increíble. Por lo pronto, pude ver algunos fragmentos nuestros ¡y no te puedo explicar lo que son!
–¿Cómo fue el proceso de cantar y grabar con Jennifer Lopez a la distancia?
–Yo canté sobre la pista que ella ya había grabado. Desde el vamos tuve en claro que iba a cantar con ella, que es bien distinto que cantar sola. No me ocupé sólo de hacer bien lo mío sino de “empatar” con ella, de seguirla. Fue un trabajo muy interesante. Nuestras voces son bien distintas, pero juntas sonamos divino. Cantar con Jennifer fue un sueño. Ella es una artista todo terreno, donde la pongas va a estar bien.
–¿Alguna vez te habías imaginado que cantarías con Jennifer Lopez?
-Jamás, ¡ni en pedo! Eso es lo lindo de todo esto. Aún me sigo sorprendiendo de los lugares a los que me lleva mi profesión. ¡Y hoy no puedo creer haber cantado con JLo!
–¿Cómo fue la relación en el set con Diego Luna?
–La mejor. Diego es un divino, una persona muy accesible. Tendrá el recorrido en el medio audiovisual que tiene, y será una megaestrella, pero conmigo se mostró como una persona común, incluso terminamos hablando de la Argentina y de nuestros hijos. Yo no sabía con qué me iba a encontrar y me encontré simplemente con un colega. Y eso estuvo buenísimo. Más allá de lo artístico, humanamente se trató de una experiencia maravillosa. Tanto Diego como Bill Condon, con el que estuvimos hablando muchísimo dentro y fuera del set, son lo más.
–¿Cómo es tu personaje?
–Yo soy Marta, la novia de Valentín. Ella es un poco una rebelde sin causa, una rebelde por amor. En algún momento creyó en la causa de Valentín, pero no se identifica al punto de arriesgar tanto su vida e ir a parar a la cárcel. Yo creo que fue una chica bien, con ganas de que las cosas fueran distintas; peleada con el sistema, pero no al extremo de Valentín. Esa es mi deducción de lo que se cuenta de ella en la película. En la cárcel Valentín y Molina hablan mucho de ella. Cuando Marta aparece en la película ellos ya vienen hablando mucho de ella, lo cual es muy lindo porque prepara el terreno para su irrupción en escena. De todos modos, en la película sólo se verá de Marta su vínculo con Valentín, no su historia previa. Su aparición es casi angelical, tiene que ver con la ternura y el amor en medio de un contexto muy duro. Digamos que ella aparece para lamer las heridas de Valentín. Es el remanso, ella aparece y él respira.
–Sos la contracara de Aurora, que luego se convierte en La Mujer Araña y...
–Sí, estoy muy agradecida con mi personaje (que es el segundo, entre los femeninos, de mayor importancia en la historia). En el musical de Broadway mi personaje tenía otro tema más (“Dear One”), que aquí voló, al igual que otros, pero yo no creo en eso de roles chicos y grandes, pienso que cada personaje viene a sumar a la historia. Además, por tratarse de mi debut cinematográfico, esto es un montón.
–¿Cuánto tiempo te demandó la filmación?
–Más o menos una semana. Esto fue en abril, pero previamente tuve que viajar a Uruguay para grabar en un estudio el tema para la banda sonora del film, bajo la supervisación de Matt Sullivan, el music supervisor de la nueva versión cinematográfica de West Side Story, la de Steven Spielberg. Asi que sí, ¡apareceré en un disco cantando junto a JLo! Un verdadero sueño y privilegio.
TRABAJAR PARA BEN AFFLECK Y MATT DAMON
–Durante la filmación de tus escenas, ¿aparecieron los productores más famosos del film, Ben Affleck y Matt Damon?
–No, ellos no fueron de la partida. El que sí estuvo fueTom Kirdahy, que es un famoso productor de Broadway, que me conocía y mucho de los tiempos de West Side Story. Fue muy lindo reencontrarme con él y con todo aquel universo de Broadway, que me acogió siendo muy chica. Fue un mimo para mí. La relación con Bill Condon fue excelente, al igual que la que tuvimos con el asistente de dirección Christopher Morse, que es uno de los directores de la serie Succession. Acompañando al reducido grupo de producción que vino de los Estados Unidos, estuvo una productora uruguaya que se llama Cimarrón.
–¿Kiss of the Spider Woman es una producción independiente o está bancada por una compañía de Hollywood?
–Este film no lo produce ni Warner ni Fox ni ninguna de las grandes empresas cinematográficas. La productora principal es Artists Equity (creada en 2022 por Ben Affleck y Matt Damon para conseguir un reparto más equitativo de las ganancias entre los artistas), pero también hay varias otras asociadas; entre ellas la propia de Jennifer Lopez (Nuyorican Productions). Son productoras generadas por artistas que, luego de haber hecho un recorrido, han llegado a un punto en el que quieren hacer las cosas a su manera; con toda la infraestructura de Hollywood y del mainstream, pero sin la bajada de línea de Hollywood. Por lo tanto, Ben Affleck, Matt Damon, Jennifer Lopez y Bill Condon se dieron el gusto de hacer la película tal cual se la imaginaban, sin tener en cuenta las reglas del mercado. Eso es lo que yo llegué a percibir, incluso en la forma de trabajo. Todo fue muy profesional, pero a la vez muy cercano y relajado.
MANUEL PUIG, LA DICTADURA Y EL FUTURO
–En el musical de Broadway la acción transcurre en la prisión de un país latinoamericano impreciso, ¿en la película sucede en una cárcel argentina, y durante la dictadura, como en el libro original de Puig?
–Sí, es así, esta película es bastante fiel al libro original de Puig. La acción transcurre en una cárcel argentina y en la época de la dictadura. Y me parece muy bien. Para mí, como argentina, es importante poder representar la historia de Puig tal cual fue concebida. Incluso en la película se lo nombra a Galtieri. La película tiene escenas muy crudas , lo cual me encanta, porque me parece que van a contrastar muy bien con las del plano onírico, donde aparece Aurora. Ese contraste es lo que tal vez no tuvo el film de 1985 (con William Hurt, Sonia Braga y Raúl Juliá). Por lo que entendí, aquí se fue a fondo con la crudeza de ciertas situaciones y con la epifanía, con la ensoñación a través de la cual Valentín y Molina “salen” de la cárcel y pasan a otro escenario más benévolo. La adaptación que hicieron del libro es buenísima, por eso creo que esta película va a ser una bomba.
–Hasta hace muy pocos días existía muy poca información sobre la película. ¿Hubo una intención de mantenerla en secreto? ¿Por qué?
–Tal vez hubo una intención de eso. De hecho, yo tuve que firmar un contrato de confidencialidad . En su momento el proyecto fue anunciado en dos medios norteamericanos, pero nada más. Después la película se produjo, se filmó y se postprodujo rapidísimo, todo en un mismo año, y ahora se hizo público que tendrá su premier en pocas semanas.
–La premier de Kiss of the Spider Woman será en enero, en el prestigioso Sundance Festival, algo muy inusual para un musical. ¿Los productores la consideran una película “de arte”?
–Yo creo que sí, incluso se había hablado de estrenarla en Cannes. Desde lo que yo pude percibir leyendo todo el guion, esto es una película “de arte”. Tiene un pedigrí diferente a otros musicales. Más allá de mis escenas, estuve varias veces en el set presenciando las que compartían Diego Luna con Tonatiuh (quien interpreta a Molina) y te puedo asegurar que vi una búsqueda de profundidad total. Por otro lado, sé que los números musicales son muy hollywoodenses, en la onda del old Hollywood, el de la época dorada del cine norteamericano, pero a la vez son muy modernos y megaartísticos. Pude ver uno de esos números y te aseguro que Jennifer está brutal.
–¿Asistirás a la presentación de la película en el Festival?
–Primero estoy intentando con mi manager tener un preview de la película, antes de que se estrene. Y después, claro, me encantaría ir al Sundance, pero todavía no existe una fecha exacta de exhibición. Sé que será entre el 23 de enero y el 2 de febrero, pero aún no se sabe en qué día. Y sobre la fecha se puede complicar conseguir pasajes. Además yo voy a estar a punto de estrenar aquí (el 6 de febrero) Mi amiga y yo, junto a Sebastián Presta, en el Paseo La Plaza. Una comedia que también me tiene muy feliz y contenta, en la que también canto y toco la guitarra. Es una obra que me permite mostrar otro costado de mi actriz.
–A propósito, pasarás de un film musical dramático a una comedia teatral, dos cosas que no habías abordado nunca. ¿Te interesa foguearte en todos los géneros y medios?
–Sí. Siempre quise hacer cine, pero obviamente nunca pensé que iba a empezar así, tan a lo grande. Fue una forma de vivir nuevamente una experiencia internacional (como fue la de West Side Story en Broadway), pero ahora con el aplomo y el recorrido de los 37 años. Y también quería experimentar en teatro una comedia-comedia. Yo ya había hecho una comedia de suspenso, en la que descubrí a mi actriz más histriónica (Los 39 escalones), y también había desarrollado mi humor en los musicales Camarera y Happiland, pero Mi amiga y yo tiene absolutamente todos los elementos de la comedia-comedia. Mi personaje, que se llama Valeria, tiene un problema: le gustan mucho los tipos muy tóxicos y por eso siempre termina enroscadísima hasta que... En fin, mi personaje es muy mundano y gracioso y la comedia es divertidísima. Ambos trabajos, el del cine y el teatro, bien distintos entre sí, me ponen muy feliz porque, al fin y al cabo, soy una actriz camaleónica.
–Hace ya 15 años se te abrieron inesperadamente las puertas de Broadway, ahora te convoca Hollywood. ¿Qué es lo próximo? ¿Con qué soñás?
–Me gustaría seguir haciendo cine. Me encanta que me hayan convocado para una película que tendrá un lanzamiento mundial, pero no por eso ahora aspiro a participar de la saga de Star Wars. Lo mainstream no es mi objetivo. Quisiera hacer un cine más íntimo, tal vez uno que se pueda ver en una plataforma internacional, sí, pero de contenido independiente, como la de MUBI. Y desde ya, cine argentino, tal vez en un proyecto que me permita tener una participación más extensa. Y a la par llevar a cabo mis propios proyectos sobre un escenario, tanto en el terreno de la música como de la actuación. El escenario es mi espacio de juego y el teatro, mi casa. Siempre va a estar en mi vida porque yo soy teatro.