Josh Duhamel defendió a Katherine Heigl de quienes la acusan de “conflictiva”: “Tuvo un par de momentos malos y eso es lo que todo el mundo ve”
Hace algunos años, Katehrine Heigl se ganó la fama de ser una “persona complicada” luego de que algunas personas aseguraran que se comportaba como una diva dentro de los rodajes. Al ser consultado sobre el tema, el actor Josh Duhamel -quien compartió con ella el set de la comedia romántica Bajo el mismo techo, en 2010- salió a defenderla.
“Ella es increíble, es genial”, dijo el domingo el actor durante una charla en el podcast Chicks in the Office de Barstool Sports. “ Probablemente dijo algunas cosas de las que desearía haberse retractado, pero mi experiencia, dentro y fuera de la pantalla con ella, fue increíble ”, añadió.
Duhamel, de 50 años, añadió que cree que Heigl, de 44, puede haber sido mal percibida debido a algunos incidentes aislados. “ Creo que probablemente lo que le pasó a Katie es que, ya sabes, tuvo un par de momentos malos y eso es lo que todo el mundo ve. Esa es su etiqueta ahora, y no es realmente justo ”, concluyó la estrella de Una boda explosiva.
Heigl ha sido acusada de ser “difícil” por criticar proyectos en los que había trabajado. Allá por el año 2005, el papel de la doctora Izzie Stevens en la serie Grey´s Anatomy catapultó a la fama internacional a la actriz. La intérprete llamó la atención de la industria antes que cualquier otro miembro del elenco de la exitosa serie, presumiendo de un físico privilegiado, una notable fuerza para la comedia y una indudable intuición para interpretar las escenas románticas. Los corazones rotos por su romance en la ficción con el paciente Denny Duquette (Jeffrey Dean Morgan), cuyo trágico desenlace reunió a más de 22 millones de espectadores solo en los Estados Unidos, sirvió como muestra de su enorme talento.
No tardó en ser elevada a la categoría de próxima “novia de América”, siguiendo los pasos de otras como Julia Roberts, Meg Ryan y Jennifer Aniston, y dio el salto al cine protagonizando algunas de las comedias románticas más taquilleras de la primera década del siglo. Además de ganar un Emmy y conseguir dos nominaciones a los Globo de Oro, los buenos números de Ligeramente embarazada, 27 bodas o La cruda verdad hicieron de ella una de las mujeres mejor pagadas de la meca del cine, gozando de un salario superior a los 10 millones de dólares a los 26 años.
Pero, en el transcurso de un par de años, su éxito se esfumó. La aparente razón de su caída se basa en una sinceridad poco recomendable en el sector y en la mala digestión de un éxito quizá demasiado grande y demasiado repentino. Tras ganar el Emmy, la actriz se negó a repetir candidatura por considerar que su personaje no había gozado del mejor material aquella temporada, desatando así la furia de la creadora de la serie, Shonda Rhimes, quien más de una década después sigue negándose a que la estrella de la serie médica vuelva a ponerse la bata de doctora.
Tampoco gustaron en Hollywood sus declaraciones sobre su mayor éxito cinematográfico hasta la fecha, Ligeramente embarazada, a la que tachó de “un poco sexista”. “Retrata a las mujeres como arpías estiradas sin sentido del humor, mientras que los hombres son torpes, divertidos y queribles”, explicó.
“ Puedo haber dicho un par de cosas que no estuvieran bien, pero después eso se convirtió en ‘es una desagradecida’, después en ‘es difícil’, y después en ‘no es profesional’. ¿Cuál es tu definición de difícil? ¿Alguien con una opinión que no te guste? Ahora tengo 42 años y todo eso me enoja mucho ”, expresó al The Washington Post la actriz, que lleva años lidiando con episodios de ansiedad y pensamientos suicidas por el desplome súbito de su imagen mediática. “Me dijeron rápidamente que me callara la boca, pero cuanto más me disculpaba, más me pedían que volviera a hacerlo”, añade.