José Graziano, exdirector de la FAO: "Cuba tiene que hacer más para enfrentarse al hambre"
La Habana, 16 feb (EFE).- Para José Graziano da Silva, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de 2012 a 2019, Cuba tiene que "hacer más para enfrentarse a la situación del hambre" en la isla, según afirmó en entrevista con EFE.
El también exministro Extraordinario de Seguridad Alimentaria de Brasil (2003-2004), durante el primer Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, reconoció que La Habana, que atraviesa por una profunda crisis económica, tiene que asumir "un esfuerzo adicional" para proveer de comida a la gente.
Da Silva presentó este viernes su libro 'Josué de Castro y la Diplomacia del Hambre' en el marco de la edición 32 de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
En la publicación, el académico abarca la carrera del médico brasileño, autor del estudio Geografía del hambre, publicado en 1951 y en el que analiza la situación mundial y causas de la pobreza alimentaria.
Para el exdirector de la FAO, la situación actual es similar a la que se encontró De Castro, y subrayó que ese es el origen de la crisis migratoria global y criticó los discursos antimigración.
"La gente trata de buscar condiciones mejores y [la] supervivencia. Al percibir que en sus países, en su tierra natal, no tiene [la] posibilidad de hacerlo, trata de buscarlo en otros lugares (...) Esa barrera que intentamos poner entre ricos y pobres no es viable, el mundo estará en permanente conflicto", dijo.
Condonar la deuda
Sin embargo, Da Silva tampoco ve viable una especie de Plan Marshall para los países emisores de migrantes, una solución que ha sido planteada a EE.UU. por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Para él, la verdadera solución sería la condonación de la deuda de las naciones pobres para enfrentar el hambre y mitigar el fenómeno migratorio.
"La solución de un Plan Marshall, hoy día, tendría una barrera fuerte: la deuda. Los países están endeudados, sobre todo los países africanos. Pero no solo con el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y Estados Unidos. También con China y Rusia", recalcó.
Sobre Brasil, Da Silva señaló que, tras el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), el hambre en su país se encuentra en una situación peor que cuando Lula llegó al poder por primera vez, hace más de dos décadas.
En este sentido, cree que el programa Hambre Cero difícilmente podría arrojar los números que logró durante el primer mandato de Lula.
"Terminamos 2022 con 70 millones de personas, según la FAO, pasando hambre en Brasil. Eso no había pasado antes (...) El hambre se convirtió en urbano, ya no es solamente rural. Y el hambre urbano, de las grandes metrópolis, es mucho más complicado de resolver" porque "hay otros gastos fijos" como "el alquiler y [el] transporte" que ocupa entre el "40 y el 50 %" del ingreso de las familias, de acuerdo con Da Silva.
Es por eso que, propone, se deben aplicar medidas desde los Gobiernos municipales con una fuerte inversión pública.
Juan Carlos Espinosa
(c) Agencia EFE