Judi Dench ha perdido la vista pero no su gran pasión en la vida

LONDON, ENGLAND - OCTOBER 09: Judi Dench attends the
LONDON, ENGLAND - OCTOBER 09: Judi Dench attends the "Allelujah" European Premiere during the 66th BFI London Film Festival at Southbank Centre on October 09, 2022 in London, England. (Photo by Mike Marsland/WireImage)

Judi Dench es una de las actrices modernas más emblemáticas pero, también, una mujer que no se rinde a pesar de los obstáculos de la vida. Porque así cómo no se dejó amedrentar en sus inicios, allá por los años 1960s, cuando un director le dijo que “nunca haría una película porque su rostro estaba mal arreglado” (como una forma encubierta de llamarla “fea”), labrándose una exitosa carrera en teatro, televisión y cine; tampoco lo está haciendo ahora a sus 87 años.

Hace una década reveló que padece una enfermedad degenerativa de la vista que ha ido progresando poco a poco, forzándola a encontrar métodos y estrategias que le permitieran aprender líneas y frases de diálogos, como tomar medicamentos para la memoria y contar con amigos que la ayudaran repitiéndolos en voz alta. “Así me los aprendo, mediante la repetición” explicó a The Guardian en 2021. Y es que ella, a pesar de todo, ha seguido trabajando. Como sigue haciendo ahora a pesar de que ya no puede ver.

La dama de la Orden del Imperio Británico ha contado al programa de Louis Theroux de la BBC (vía The Sun) que ya no puede leer ni escribir debido al avance de la degeneración macular que padece. Confirma que la situación es “muy mala” hasta el punto de que recientemente salió a cenar con su pareja, David Mills, y tuvo que cortar su comida y acercarle el tenedor porque no podía ver lo que había en el plato. “No sé si me lo terminé, no sé ni lo que hice. Probablemente lo recogí todo y lo tiré por el borde del plato” contó entre risas como reflejo de su buen humor a pesar las difíciles circunstancias. No obstante, ella no piensa bajar los brazos. No me quiero retirar, no estoy haciendo mucho ahora mismo porque no puedo ver. Es malo” aseguró.

De todos modos, la actriz continúa buscando maneras para seguir hilada a su gran pasión artística y está decidida a “auto enseñarse” nuevas formas de aprendizaje. “Tengo memoria fotográfica así que si una persona me dice ‘Esta es tu línea…’ puedo hacerlo. Tengo mucha gente que puede ayudarme” añade.

Me enseñaré a mí misma una forma [de hacerlo], sé que lo haré” sentencia decidida.

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Lo increíble de su historia, además de su admirable resiliencia, es que a pesar del deterioro de la vista ha continuado en activo. En 2015, con la enfermedad ya avanzada, apareció en la obra teatral The Winter’s Tale, en el éxito El nuevo exótico Hotel Marigold y hasta fue protagonista de La reina Victoria y Abdul (2017) dando vida a la reina Victoria, entre otros proyectos. Dio la nota en Asesinato en el Orient Express (2017), fue la protagonista del biopic sobre una espía encubierta en La espía roja (2018) y hasta se prestó para la desastrosa Cats (2019). Nunca dejo de trabajar e incluso nos regaló un trabajo exquisito en Belfast el año pasado, la cinta más personal de Kenneth Branagh que no solo estuvo nominada al Óscar a Mejor Película sino que le valió la octava nominación a Judi Dench, en este caso a Mejor Actriz de Reparto (lo ganó en una ocasión por Shakespeare in love). Mientras que este mismo 2022 también apareció en un drama sobre un ala geriátrica (pendiente de estreno en muchos territorios) titulado Allelujah que se presentó en el reciente Festival de Cine de Londres.

Es decir, ni la edad ni la perdida de la vista son impedimentos para que Judi Dench quiera seguir disfrutando de su gran pasión en la vida. Si tiene que aprender técnicas nuevas para aprender y memorizar guiones, está dispuesta a hacerlo. “Siempre y cuando no haya cosas sobre las que me pueda caer” añade como aparente requisito para quien quiera contar con sus servicios.

Además, recientemente demostró que está lejos de retirarse del foco mediático tras generar titulares por haberse sumado a la petición de que Netflix incluya un rótulo que advierta que The Crown es una dramatización ficticia, tachando a la serie de “cruelmente injusta” con la familia real británica. Son muchos los personajes que llevan una larga temporada pidiéndolo, más ahora tras la muerte de la reina Isabel II, y fue después de las críticas de la actriz que la plataforma tomó cartas en el asunto, añadiendo dicha advertencia en el tráiler de la quinta temporada.

La actriz Judi Dench en su casa, 17 de noviembre de 1967. (Foto de Beverly Goodway/Mirrorpix/Getty Images)
La actriz Judi Dench en su casa, 17 de noviembre de 1967. (Foto de Beverly Goodway/Mirrorpix/Getty Images)

Judi Dench creció rodeada de actores dado que su padre atendía como médico generalista en el Teatro Real de York y su madre era la vestuarista, a menudo abriendo las puertas del hogar familiar a diferentes artistas. Sin embargo, inicialmente había estudiado para ser diseñadora de decorados hasta que comenzó a interesarse por el arte dramático al ver cómo su hermano entrenaba para ser actor, sintiendo la llamada definitiva cuando vio a Peggy Ashcroft sobre los escenarios interpretando a Cleopatra. Y desde entonces no miró atrás, realizando su primera actuación profesional a los 23 años como Ophelia en una interpretación de Hamlet en 1954.

La ganadora del Óscar e infinidad de galardones ya dijo en 2014 a The Hollywood Reporter que no iba a dejar que nadie impusiera sobre ella lo que podía o no hacer. En aquel entonces lo hizo criticando los prejuicios contra la edad de las mujeres en la industria, asegurando sentirse “cansada de que me digan que soy demasiado mayor para intentar algo” cuando por aquel entonces ya estaba sufriendo la pérdida progresiva de la visión. “Debería poder decidir por mí misma si no puedo hacer las cosas y que nadie me diga que olvidaré mis líneas o me tropezaré y me caeré en el set. [...] La edad es un número. Es algo que se te impone. Me vuelve absolutamente libre cuando la gente dice: '¿Te vas a retirar? ¿No es hora de que pongas tu pies arriba?” señalaba. Frases que parece seguir aplicando a su existencia, remando contra viento y marea con tal de seguir disfrutando de la profesión que tanto le apasiona.

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