Juira 2: por necesidad de risas

Marian Moretti en Juira 2, ¿con qué necesidad?
Marian Moretti en Juira 2, ¿con qué necesidad?

Autores: Marian Moretti y Diego Reinhold. Dirección: Diego Reinhold. Intérprete: Marian Moretti. Vestuario: Marita Zarco. Música: Miguel Angel Cino. Teatro: sala Pablo Picasso de La Plaza (Corrientes 1660). Funciones: jueves 27 de febrero y jueves 27 de marzo, a las 22. Duración: 70 minutos. Nuestra opinión: buena.

Cual bombero que llega para socorrer a sus víctimas. Marian Moretti ingresa a la sala Pablo Picasso de La Plaza no por el escenario, sino por la salida de emergencia. Con su primer grito de “¡Juira! ¡Juira!“, con el que intenta espantar las malas vibras, la actriz trans que se formó en la escuela de Raúl Serrano y participó en series y films, entre ellas El amor después del amor y División Palermo, logra arrancar las primeras carcajadas del público que aplaude al unísono. Ante esa platea “entregada”, que la conoce por las redes sociales, Marian intenta jugarse a todo o nada en su unipersonal. Y sale ganando, lógico.

Lo suyo no es la grandilocuencia, ni tampoco demostrar las destrezas que aprendió como intérprete de géneros como grotesco, comedia, suspenso, canto, baile, coreografías, sino jugar con su público. Ese público que sabe muy bien con qué se va a encontrar. Sabe muy bien que se va a sentir identificado en ese papel de antiheroína que asume la Moretti, con el más absoluto desparpajo, para hacer sentir a la platea que ella, como otras ellas y ellos, es una más. Es una chica como cualquiera que, con sueños o sin ellos, viaja todos los días en el tren de la línea Oeste, el que toma en Haedo, donde nació, hasta Caballito, y allí desciende como miles todos los días a ensayar, a imaginar un nuevo show o a cumplir con el ritmo del rodaje de una serie.

Juira
Juira - Créditos: @Fernando Vigo

¿Por qué contamos todo esto? Porque Marian hace de su show una confesión, lo suyo es una especie de docu-reality. Si es cierto que preelaboró sus chistes, los imaginó, como el instante en el que juega a ser una cosmetóloga y dice que atendió a Sergio Dermis, Carolina Parpadeo, Santiago del Poro, o Raúl Lavial y su público de incondicionales ríe a carcajadas, le festeja. Pero le festeja no solo lo que dice sino su desparpajo, su torrente de energía que despliega en un escenario despojado, con una iluminación que solo en escasos momentos se pone en modo show.

Juira tuvo sus primeras funciones en 2024, luego llegó ese mismo año Juira tour, ¿ustedes bien?, y ahora, con la ayuda de Diego Reinhold, Marian saltó al escenario del Complejo La Plaza para Juira 2 ¿con qué necesidad?, en la que pone en evaluación sus cualidades para hacer stand-up o recordarnos aquellos viejos monólogos del café concert, que con mucho estilo Carlos Perciavalle y Antonio Gasalla hacían arrancar las carcajadas del público. Su virtud es su energía, su torrente de carisma, su altura, su voz, su destreza para jugar con su cuerpo, el que lejanamente nos recuerda a figuras como una María Bethania o Barbra Streissand vernácula, que conquista a su público; esos espectadores que saben muy bien que van a ver lo que necesitan: divertirse, con una artista que les dice “yo soy una igual, me pasan las mismas cosas que a ustedes y vivo las mismas urgencias y ataques de los líderes del mundo, por ser distinta ¿qué puedo hacer?“.

Como final, cabe aclarar que Marian Moretti no es un producto de la improvisación, tiene la energía y la técnica para pasar de un personaje a otro en una cuestión de segundos, o estar atenta a sus técnicos a que le modifiquen la luz. Lo que equivale a decir una auténtica intérprete que quizás no hace soñar, pero sí reír.