Julieta Magaña: la promesa que le hizo a sus padres, el inesperado éxito y por qué se alejó de la TV
Fue la reina de los programas infantiles de los 70 y algunas generaciones todavía pueden tararear canciones que quedaron en la memoria de todos, como “La batalla del movimiento”. Julieta Magaña nació en Buenos Aires el 22 de septiembre de 1947 y murió a los 69 años, el 23 de enero de 2017, de cáncer de pulmón. Hija de dos actores, Nury Montsé y Ángel Magaña, desde muy chica se interesó por la música y la actuación. Pero su papá decía que el oficio del actor era muy inestable y quería que estudiara otra carrera: Julieta le dio el gusto, estudió magisterio y enseguida empezó a trabajar como maestra jardinera.
Un día se enteró que buscaban a una joven para conducir un programa infantil en Canal 13 y no dudó en presentarse. Pidió permiso en el colegio en el que trabajaba, propiedad de uno de los hijos de Armando Bo, y fue sin contar nada en su casa. Quedó seleccionada y pronto debutó con Éste es mi mundo, en 1974, un gran éxito de tres temporadas que la convirtió en la más amada de los niños. En entrevistas de hace unos años contaba sobre ese momento: “¡Cuando me dijeron que había sido elegida no lo podía creer! Fue mi debut en la tele. Y a partir de ahí nunca dejé de trabajar como artista”. De esa manera consiguió convencer a su papá que lo que realmente le gustaba era el mundo del espectáculo. “Como ya tenía el título bajo el brazo, no pudo decirme nada”, decía entre risas.
En 1976 hizo su propio show, Hola, Julieta, que fue un boom y la llevó de gira por todo el país. Le siguieron Hola Julieta, habla papá; Hola, Julieta, hola, y también condujo el ciclo Cine argentino y participó como actriz en el unitario Un cortado historias de café y en Cha Cha Cha. Grabó ocho discos en total: Hola, Julieta en 1976 y ese mismo año, Julieta en colores. Luego Mundialmente Julieta y A mamá con cariño (1977), Ida y vuelta con Julieta y La discoteca de Julieta, en 1981. Pasaron muchos años hasta que volvió a hacer otro disco, La batalla del movimiento, en 1999, y Hola Julieta (2006). También grabó la cortina del ciclo Papá solo, protagonizado por su padre. Todas las canciones de sus discos fueron compuestas por ella junto a Tulio de Rose, que además fue su director musical. En algunos de sus programas también participaban los payasos Firulete, Cañito y Rosita.
Para Julieta Magaña, sus alumnos era su fuente de inspiración y componía las canciones a partir de sus vivencias en el jardín. “Surgían de lo que me daban los chicos en el jardín y, por supuesto, en los shows. Tienen una impronta muy natural, ellos se expresan muy distinto a un adulto: si algo no les gusta te lo dicen en la cara”, contaba.
Estudió teatro con Raúl Serrano y, dicen, era una muy buena alumna. En cine debutó en Andrea, dirigida por Carlos Rinaldi, con su padre Ángel Magaña, Raúl Aubel y Andrea del Boca. También participó en films como Superagentes y titanes (1983), Vendado y frío (1999) y Los tres berretines (2007).
Llenó teatros y estadios, pero la primera vez que tuvo la oportunidad de lucirse como actriz en un escenario fue recién en 2009, cuando José María Muscari la convocó para ser una de las protagonistas de Escoria. Posteriormente formó parte de espectáculos como Anastasia, Fama infame y Chamaco a la Magaña. Su regreso a la música fue en 2006 con el CD Hola Julieta, que, a diferencia del primer larga duración del mismo nombre, es un compilado de sus canciones más populares, en nuevas grabaciones y con versiones en karaoke de cada una de ellas.
Noemí Alan fue su compañera en Escoria y la recuerda con cariño: “Fue hace unos cuantos años de eso pero tengo muy buen recuerdo de Julieta. Era una gran profesional y el público la quería mucho, se notaba porque se ponían contentos cuando la veían. En realidad, cuando nos veían a todos (risas). Hizo un trabajo muy lindo y era muy buena compañera. La pasamos muy bien en tanto en teatros de Capital como en giras también”.
Luego de su disco La discoteca de Julieta, en 1981, su participación en los medios fue esporádica hasta mediados de los 90, cuando condujo Cine argentino, en el canal de cable TVA. En 1999 regresó a la televisión promocionando una nueva versión de La batalla del movimiento, en algunos programas de Canal 9 y América 2, en Todo por dos pesos y Atorrantes. Sobre su distanciamiento de los medios, decía: “Yo no me retiré como sí lo hizo mi mamá, por ejemplo, que se casó con mi viejo, sintió la necesidad de ocuparse del hogar, y chau. Yo nunca tuve la idea de retirarme, pero me dediqué durante algunos años a mi hija. Quería vivir intensamente sus primeros cinco o seis años, que es lo que, de alguna manera, había hecho con los hijos de los demás. A mí no me pesaron las pausas. Hice shows infantiles y me ofrecieron trabajar en Cultura de Vicente López. Lo mío fue tan hermosamente exitoso, que me siento orgullosamente soberbia. Tuve un éxito que me desbordaba. Yo creía tanto en lo que hacía… me sentía tan segura… Por eso no me pesa no estar, como nunca me pesó ser ‘la hija de’, eso que te preguntan en todas las notas”.
En la década de 2000 fue subdirectora de Cultura, Deportes y Turismo de la Municipalidad de Vicente López. De perfil muy bajo, poco se sabe de su vida privada pero estuvo casada con el periodista deportivo Norberto Longo, ya fallecido. Y tuvo una hija, María Candelaria.
Todavía hoy muchos hombres y mujeres que crecieron escuchando a Julieta Magaña recuerdan canciones como “La batalla del movimiento”, “Con mi burrito de vacaciones”, “Éste es mi mundo”, “Hola, Julieta”, “La coneja Micaela”, “La chica de la tele”, “Canción de las esdrújulas”, “Julieta en colores” o “Llegó el verano”, que ella cantaba junto a su banda, Los Romeos. En los últimos años, Magaña solía referirse a sus fans como “Mis chicos de antes”. Y ellos todavía la recuerdan.