Julio Benítez se sincera: de la relación con su hermano, Manuel Díaz, a la 'presión' de ser comparado con su padre, ‘El Cordobés’
Lleva la pasión por los toros en su ADN, así que era su destino llenar las plazas como antes lo hizo su padre, Manuel Benítez, 'El Cordobés'. Julio Benítez recuerda que, cuando tan sólo era un niño, solía ponerse una y otra vez, "hasta que las rayaba", las cintas en las que podía ver al diestro: "Lo veía siempre con mucha admiración y con mucho respeto", cuenta a ¡HOLA!
Él también sintió ese impulso, el de ponerse frente al toro, y continúa haciéndolo a día de hoy. Aunque también ha hecho, de tanto en cuanto, alguna que otra incursión en el mundo de la moda y, por eso, no se quiso perder la fiesta organizada por Silbon -de la que ha sido imagen- para celebrar, por todo lo alto, su 15º aniversario en el majestuoso Palacio Torres Cabrera, en Córdoba. Allí pudimos hablar con él de qué se siente al ser hijo de toda una leyenda del toreo y de su actual relación con su hermano Manuel Díaz, que el año pasado protagonizó un ansiado encuentro con su padre tras más de cincuenta años distanciados.
- Aunque has ejercido como modelo, tú eres torero y tu sitio está en los ruedos
- Correcto… Vamos, no tiene nada que ver con este mundo, ¿no? Pero es cierto que es una marca que me encanta… y siempre está apoyando a nuestra tierra y a nuestra gente.
- A principios de año sufriste una cogida… ¿Ya estás totalmente recuperado?
- Sí, sí, completamente recuperado ya… y superbién.
- Llevas muchos años toreando… ¿No impone todavía un poco eso de ponerse frente a un toro?
- Pues mira, te voy a decir la verdad, sigue imponiendo lo mismo que desde el primer día… es increíble porque crees que con el tiempo te vas a acostumbrar, pero no te acostumbras. Y cada vez que sales a la plaza tienes ese… hormigueo en la barriga, esas mariposas… o ese miedo, al fin de cuentas, por el toro, la responsabilidad, el público… y eso siempre está ahí.
"Crees que con el tiempo te vas a acostumbrar a estar delante del toro, pero no te acostumbras"
- Eres hijo de uno de los grandes toreros de este país, pero tú, ¿cuándo descubriste que querías ser torero? ¿Lo tenías claro desde pequeñito?
- Sí, desde muy pequeñito, y te voy a decir por qué… al final, hombre, yo creo que influye también la figura paterna. Creo que, para un niño, la figura paterna es súper importante, pero mis hermanos también la han tenido y no lo han sido… Yo era algo que ansiaba. Lo veía siempre con mucha admiración y con mucho respeto, y desde niño veía las películas de mi padre… y las tenía rayadas. Las tenía en VHS, soy muy viejo ya (se ríe). Entonces es algo que siempre ha estado ahí.
- Eso de 'ser hijo de', ¿ha supuesto para ti mucha presión?
- Hombre, muchísima presión… Ten en cuenta que, al final, siempre tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Los inicios son más fáciles, pero es cierto que después… Mi padre ha sido un gigante en el mundo del toro, entonces estar a la altura es muy difícil porque siempre hay comparaciones, ¿no? Y cada uno es cada uno…
- A su manera
- Efectivamente. Ni mejor ni peor, ¿no? pero tienes que hacer ver a la gente, poco a poco, que al final tú eres tú, tu padre es tu padre… que hay muchas cosas en las que puedes parecerte y ser similares, pero tú tienes tu esencia y eso es lo que yo siempre he intentado demostrar porque el toro es muy transparente y te muestra tal y como eres. Al final tú, cuando estás delante del toro, estás tal y como eres, no puedes fingir… pero, bueno, para mí es un orgullo ser hijo de una figura tan importante.
- ¿Te dio algún consejo o te da alguno todavía?
- ¡Que me arrime, que me arrime mucho! Ése es el consejo.
- Hace un año vivimos su reencuentro con tu hermano. Me imagino que para ti también sería siempre especial
- Hombre, sí… fue una cosa… bonita, la verdad. Al final todo se normalizó y en el momento en el que la sentencia dijo que era mi hermano, pues yo intenté normalizarlo y tenderle la mano también, ¿no?
- Porque vuestra relación es la normal que tienen dos hermanos
- Sí, porque al final en esto no hay culpables ni inocentes… hay que intentar normalizarlo y dio un paso del cual estoy contento y orgulloso.
- ¿Qué es lo que está por venir para ti? ¿Queda Julio en los ruedos para rato?
Hombre… yo creo que sí. Quedan unas cuantes fechas más, pero siempre me enfoco en lo próximo que tengo.