Siempre juntos no necesita de enfáticas lecciones de vida para hablar con sinceridad sobre el autismo

Siempre juntos, con Robert De Niro y Bobby Cannavale, estreno del jueves 15
Siempre juntos, con Robert De Niro y Bobby Cannavale, estreno del jueves 15

Siempre juntos (Ezra, Estados Unidos/2023). Dirección: Tony Goldwyn. Guion: Tony Spiridakis. Fotografía: Daniel Moder. Música: Carlos Rafael Rivera. Edición: Sabine Hoffman. Elenco: Bobby Cannavale, Rose Byrne, Robert De Niro, William Fitzgerald, Whoopi Goldberg, Tony Goldwyn, Vera Farmiga, Rainn Wilson. Duración: 101 minutos. Distribuidora: Diamond. Calificación: apta para mayores de 13 años. Nuestra opinión: muy buena.

Siempre juntos es una película tan imperfecta como los personajes retratados en ella, todos ellos integrantes en el fondo de una gran familia disfuncional que va más allá de los lazos de sangre, porque incluye a los afectos y al mundo laboral.

En este caso, la imperfección se transforma en virtud. La trama a veces tropieza, como suelen hacerlo las personas obstinadas que no saben (o no pueden o no quieren) tomarse un tiempo para pensar antes de actuar, porque en todo momento sienten la necesidad de afirmar sus principios y sus valores.

Pero cuando asoman en esas conductas intenciones buenas y nobles (como ocurre en la mayoría de los personajes de este relato) la verdad no tarda en aparecer. Y lo hace aquí unas cuantas veces de manera espontánea, tierna y casi siempre luminosa, siempre inspirada en esa voluntad de hierro que suele aparecer cuando queremos superar la adversidad.

Todo gira alrededor de Ezra (William Fitzgerald), nombre propio y a la vez título original de la película. Ezra es un chico “en el espectro” que no termina de acomodarse ni en la escuela ni en el vínculo con sus padres separados, Max (un comediante de stand up que suele hacer catarsis de esa situación en sus shows) y Jenna (Rose Byrne), especialista en bienes raíces con nueva pareja (Tony Goldwyn, aquí actor y director).

Que Max se dedique a la comedia es una elección perfecta para darle a la historia un toque más ligero de lo habitual en estos casos, lo que de paso evita el riesgo siempre latente de poner un acento excesivo en las lecciones de vida, porque aquí se habla sobre todo de cómo aprender a tratar y a cuidar a un chico neurodivergente.

Interpretado por Bobby Cannavale en el mejor papel de su carrera, el impulsivo e inmaduro Max quiere lo mejor para su hijo, casi siempre sin medir las consecuencias y arrastrando unas cuantas heridas irresueltas de la relación con su propio padre (Robert De Niro), un famoso chef que se reinventó como portero de un edificio de lujo, con quien terminó viviendo desde que se divorció.

Un viaje por Estados Unidos cambiará la vida de los tres protagonistas de
Un viaje por Estados Unidos cambiará la vida de los tres protagonistas de "Siempre juntos".

A ellos dos le debemos algunos de los mejores momentos de Siempre juntos, que sabe encontrar todo el tiempo el costado más risueño para ocuparse de un tema de enorme sensibilidad. Aquí se habla todo el tiempo de aprendizajes en términos de ensayo y error, todo un desafío para personajes bastante obcecados. Cannavale lo hace con todo el cuerpo (más algunas salidas y chistes muy graciosos) y De Niro suma a su oficio, en este caso, una formidable gestualidad. No es la suya una más de sus muchas apariciones en este tramo de su larga carrera.

La química entre Cannavale y el muy creíble Fitzgerald queda a la vista en el tramo que transcurre en el camino, durante un viaje que tiene mucho de descubrimiento y aprendizaje recíproco, siempre espontáneo y distante de cualquier énfasis. Allí aparecen un par de personajes circunstanciales y un poco forzados para la verosimilitud general, pero que expresan al mismo tiempo a través de Rainn Wilson y Vera Farmiga la misma pureza y honestidad que recorre todo el relato.