El jurado: un experimento entre The Office y The Truman Show, con un protagonista fascinante

El jurado: un experimento entre The Office y The Truman Show, con un protagonista fascinante
El jurado: un experimento entre The Office y The Truman Show, con un protagonista fascinante

El jurado (Jury Duty/2023). Creadores: Lee Eisenberg, Gene Stupnitsky. Elenco: Ronald Gladden, James Marsden, Alan Barinholtz, Susan Berger, Cassandra Blair, David Brown, Ross Kimball. Disponible en: Prime Video. Nuesta opinión: muy buena.

En un mercado saturado de producción como el de las plataformas de streaming, la novedad supone un insumo importante. No el único, claro. La repetición de fórmulas probadas también lo es: ahí está la moda del true crime para certificarlo. Depende entonces de la voluntad de los que planifican y de los riesgos que se animan a asumir. El jurado, serie de ocho capítulos que se puede ver en Prime Video, construye su originalidad a partir de la combinación de elementos conocidos: el juego con los límites entre la ficción y el documental, el experimento de telerrealidad de The Truman Show, la estética “engañosa” de la versión norteamericana de The Office… Nos pone frente al desafío constante de interrogarnos sobre la veracidad de lo que estamos viendo, un asunto clave de esta época de operaciones mediáticas y fake news.

La historia oficial de esta creación de Lee Eisenberg y Gene Stupnitsky, socios justamente en The Office (la que protagonizó Steve Carrel, no la de Ricky Gervais) y en comedias desmelenadas como Malas enseñanzas y Chicos buenos, dice que Ronald Gladden, un contratista de paneles de energía solar de 30 años nacido en Oregon, fue una de las cuatro mil personas que se postularon para participar como jurado en un proceso judicial real que sería grabado para producir un documental. Y que no sabía que en verdad se estaba presentando a un casting encubierto para un experimento audiovisual financiado por una plataforma de streaming.

El juicio que se desarrolla en los ocho episodios de la serie se parece demasiado a una farsa, pero la candidez de Gladden es infinita. Y su empatía con la exótica fauna que lo acompaña en este falso jurado también : un freak que aparece en una de las jornadas con una especie de silla incorporada a su pantalón y construida por él mismo con dos muletas, una mujer que se queda dormida en varios pasajes de los alegatos, un actor real (James Marsden, el Cíclope de X-Men y el Teddy Flood de Westworld) que debe simular estar ahí de pura casualidad, un abogado defensor que plantea un interrogatorio que va claramente en contra de los intereses de su cliente, una joven que intenta seducir a un compañero durante todo el proceso… Todo el tiempo dudamos de la ingenuidad de Gladden, de su insólita credulidad e incluso de su honestidad brutal (le dice abiertamente a Marsden que ha escuchado rumores de que la última película en la que trabajó no es para nada buena). Parte del encanto de la serie es ese enigma, de hecho: ¿estamos cayendo en una trampa también nosotros?

James Marsden en El jurado
James Marsden en El jurado

“Pensábamos muchas veces que nos había descubierto”, asegura el director Jake Szymanski en el podcast The Town. “Pero teníamos planes alternativos: que fuera una serie sobre cómo no pudimos llevar a cabo este proyecto delirante, por ejemplo”, agrega. Hasta hubo un día en el que Gladden le confesó a Marsden, con quien generó una graciosa complicidad, que se sentía en un reality show. De inmediato, la producción decidió moderar las situaciones más bizarras o directamente recortarlas para no despertar más sospechas.

El elenco que rodea a Gladden se luce. Muchos de sus comportamientos son estrafalarios, pero vivimos en un mundo donde la realidad cada vez más supera a la ficción. ¿O alguien pensaba seriamente hace unos años que un manifestante disfrazado de chamán iba a invadir el Capitolio?

El jurado no es el único proyecto para plataformas de streaming que se mueve en ese terreno donde se borronean las fronteras entre realidad y ficción. En El ensayo (HBO Max), el cómico y productor Nathan Fielder cruza la comedia con el análisis psicológico en una serie completamente anómala que de algún modo continuó las exploraciones de Nathan al rescate, otro falso documental en el que “ayuda” a distintos empresarios a remontar sus negocios con ideas surrealistas.

Fielder también es el productor ejecutivo de How To With John Wilson (HBO Max), donde un documentalista que trabajó con David Byrne de los Talking Heads (el John Wilson del título) recorre las calles de Nueva York a la caza de situaciones extravagantes y termina en uno de los capítulos presentando una conferencia en Idaho sobre la influencia de Nelson Mandela. También hay episodios sobre los andamios de la ciudad o sobre sus baños públicos (un tema que curiosamente retoma Wim Wenders en su nueva película, la preciosa Perfect Days).

En un momento histórico donde el futuro parece más incierto que nunca, las distopías han desplazado a las utopías y la realidad suele mutar hacia la tragicomedia, la producción audiovisual refleja el estado de cosas: son muchas las señales que indican que nos gusta que nos mientan.