Kanye West da una clase improvisada de fotografía a los paparazzi en un aparcamiento

En los últimos meses, Kanye West se ha convertido en uno de los hombres más perseguidos del mundo. Ya puestos a ser fotografiado allá donde va, acompañado casi siempre de su esposa Bianca Censori, el rapero quiere al menos salir lo más favorecido posible en las imágenes que luego darán la vuelta al mundo.

Hace unos días, los paparazzi le sorprendieron a la salida de un salón de bronceado en Melrose Place y él se puso manos a la obra para indicarles dónde debían colocarse y cuándo quería que apretaran el disparador de sus cámaras.

"Cuando salgamos, quiero una foto ahí, y cuando lleguemos a ese punto, quiero que vengas y tomes la foto. Pero no quiero que la hagas en el típico ángulo de 45 grados", les explicó desde varios metros de distancias mientras Bianca se quedaba callada detrás suyo.

El intento de Kanye por convertir el aparcamiento trasero del local en un improvisado plató acabó de la forma más extraña posible, cuando apareció en escena un vagabundo que empezó a gritarle. El músico y Bianca parecían bastante alarmados al ver que se acercaba a su coche y trataba de bloquearles el paso, así que decidieron que había llegado el momento de marcharse.