Kanye West deja abandonado el rancho de Calabasas que jugó un papel importante en su divorcio

Kanye West credit:Bang Showbiz
Kanye West credit:Bang Showbiz

Para alguien que siempre ha mostrado un gran interés por la arquitectura y que intentó diseñar sus propias viviendas futuristas con forma de doma, resulta llamativo que Kanye West haya dejado abandonadas dos de las propiedades de su portafolio inmobiliario que contaban con un mayor valor sentimental para él. Se trata de su mansión de Malibú, obra del arquitecto Tadao Ando, y de su querido rancho californiano.

El músico nunca acabó la titánica reforma que puso en marcha en su casa en primera línea de playa en Malibú, y las últimas fotos de su rancho tomadas desde el aire muestran que el tejado se está deteriorando rápidamente, parte del porche se ha hundido y el terreno en general no ha recibido ningún tipo de atención en mucho tiempo.

Kanye compró la propiedad como una alternativa a su sueño de mudarse lejos del bullicio de Los Ángeles. A lo largo de los últimos tres años de su matrimonio con Kim Kardashian, él mostró interés por regresar a su Chicago natal y también por establecerse en el medio rural de Wyoming en busca de una vida más tranquila, pero nunca consiguió convencer a la celebridad.

Como consuelo, acabó adquiriendo este rancho en Calabasas con 300 acres de terreno donde celebró durante un tiempo sus populares servicios dominicales, que ya son cosa del pasado. También utilizó todo el espacio para construir varios prototipos de sus minicasas abovedas, que fueron demolidos porque no contaba con los permisos necesarios, y para establecer las oficinas de su colegio Donda Academy.

Allí fue también donde se instaló tras su separación de la madre de sus cuatro hijos, para poder seguir viendo a los pequeños con frecuencias gracias a que la propiedad se encuentra a pocos kilómetros de distancia de la mansión que él reformó con su ex para convertirla en su hogar. Los primeros rumores sobre su crisis matrimonial con crisis comenzaron a circular cuando quedó claro que él pasaba más tiempo en el rancho que en la casa-monasterio que Kim se quedó tras el divorcio.