Kate Middleton rescata una tiara centenaria y manda un poderoso mensaje con su look

Kate Middleton rescata una tiara centenaria y manda un poderoso mensaje con su look

Puede que sea la princesa de Gales, pero Kate Middleton es la reina de estilo en la familia real británica.

El martes, la monarquía inglesa recibió en Londres al presidente de Corea del Sur, un recibimiento en el que la esposa del príncipe William se destacó con un soberbio vestido y capa rojos de Catherine Walker con un llamativo tocado a juego.

Con el cabello recogido en un moño bajo, completó su atuendo con tacones de gamuza y bolso de mano al tono además de unos aretes de zafiros y diamantes que pertenecieron a su fallecida suegra, Lady Di.

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Y si ya nos dejó boquiabiertas con su look en la mañana, su atuendo para la cena de gala de la noche fue simplemente espectacular.

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La madre de tres lució un vestido blanco entallado, con hombros estructurados y mangas sueltas adornadas con pedrería en tonos dorados de una de sus diseñadora favoritas, Jenny Packham, que acompañó con guantes de ópera. Además de las condecoraciones relativas a su cargo y pendientes largos de diamantes, el accesorio que más llamó la atención fue la tiara que eligió para el evento. 

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Se trata de la tiara Strathmore Rose, un regalo que la reina madre -la reina Isabel, madre de Isabel II-  recibió como regalo de su boda con el Duque de York de parte de su padre, Lord Strathmore, en 1923. Es decir, hace ahora 100 años.

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Su diseño delicado, en forma de guirnalda de rosas silvestres rodeadas de hojas, está cuajado de diamantes que se compraron a los joyeros londinenses Catchpole & Williams. Desde los años 30 la espectacular diadema no había sido vista en público hasta ahora.

Una obra maestra de la orfebrería que representa una época de esplendor y refinamiento que se encarna de nuevo en Middleton, imagen de la nueva era de la monarquía británica.

Yui Mok-WPA Pool/Getty Images

Con esta elección, la futura reina habló sin palabras de la importancia de la continuidad histórica. La tiara, que se había rumorado estaba en mal estado y por eso no era utilizada, brilló más que nunca en la cabeza de la nueva princesa de Gales, mostrando su esplendor y el mimo con el que ha sido preservada todos estos años alejada del ojo público.

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Su rescate, y el look contemporáneo y elegante de Middleton, ha sido una declaración de intenciones de la casa real por demostrar que son capaces de seguir las tradiciones a la vez que se adaptan a los nuevos tiempos.