Katie Price quiere preservar sus implantes de silicona tras su muerte

Katie Price credit:Bang Showbiz
Katie Price credit:Bang Showbiz

Katie Price es una de las celebridades más conocidas de Reino Unido por sus apariciones frecuentes en programas de telerrealidad. También ha copado un sinfín de titulares por sus matrimonios y divorcios con el futbolista retirado Dwight Yorke y el cantante Peter Andre, sin olvidar por supuesto sus inicios como modelo en la década de los 90 bajo el seudónimo Katie Jordan, cuando posaba para toda clase de pósters subidos de tono.

En los últimos tiempos se ha reinventado como creadora de contenido en OnlyFans y hace unos meses se sometió a su décimo sexta cirugía para ponerse unos implantes de silicona con una capacidad de 2120 CC. Katie ha pasado por el quirófano en múltiples ocasiones tanto para aumentar como para reducir el tamaño de su busto a lo largo de los años y no soporta la idea de pensar que su atributo más famoso desaparecerá con ella el día que muera.

A la hora de empezar a planear su funeral, que es algo que le gusta hacer para asegurarse de que todo estará a su gusto cuando llegue el momento, se debate entre la opción de ser enterrada o incinerada. Esta última es su preferida, pero sólo recurriría a ella a condición de que le extirparan los implantes antes de quemar sus restos mortales.

"Así podrán enmarcarlos y colocarlos en la habitación. Puede que me haya ido, ¡pero puedes seguir mirándome las te**s!", ha bromeado.

También tiene claro que quiere que su féretro sea transportado en un carruaje tirado por doce caballos negros, y en caso de que finalmente se decante por la opción de un enterramiento, quiere que incluyan en su féretro un teléfono móvil, una máscara de oxígeno y un walkie talkie. "Porque quién sabe lo que podría pasar tratándose de mí, con mi suerte, a lo mejor acabo viva bajo tierra. Es algo que solo me podría pasar a mí", se ha lamentado.