Kelly Clarkson asegura que sus hijos le han suplicado que no salga con nadie

La cantante tiene a su hijo, Remington 'Remy', de ocho años, y a su hija, River, de 10, con su ex marido Brandon Blackstock, del que pidió el divorcio en 2020, y ahora se ha sincerado sobre su reacción ante la perspectiva de tener un nuevo amor. credit:Bang Showbiz
La cantante tiene a su hijo, Remington 'Remy', de ocho años, y a su hija, River, de 10, con su ex marido Brandon Blackstock, del que pidió el divorcio en 2020, y ahora se ha sincerado sobre su reacción ante la perspectiva de tener un nuevo amor. credit:Bang Showbiz

Kelly Clarkson asegura que sus hijos le han suplicado que no salga con nadie.

La cantante, de 42 años, tiene a su hijo, Remington 'Remy', de ocho años, y a su hija, River, de 10, con su ex marido, el manager de talentos, Brandon Blackstock, de 47 años, del que pidió el divorcio en 2020, y ahora se ha sincerado sobre su reacción ante la perspectiva de tener un nuevo amor.

Kelly habló con KOST 103.5 sobre cómo "disfruta de estar soltera" y de los temores de sus hijos de tener una nueva relación: "Constantemente sacan el tema: 'Por favor, no queremos que estés con nadie más'. Son pequeños, es difícil imaginar a su madre con otra persona que no sea su padre".

Pero la intérprete señaló que se niega a asumir sus temores, por lo que les dice: "Hey, los quiero, niños, pero mamá también necesita cariños".

La cantante dijo anteriormente en el podcast 'IRL', de Angie Martínez, que hace regularmente un ritual para comprobar que sus hijos están afrontando de la mejor manera su divorcio.

Kelly añadió: "Les pregunto a mis hijos todas las noches cuando nos acurrucamos y los acuesto: '¿Eres feliz? Y si no lo eres, ¿qué podría hacerte más feliz?'. Especialmente en los dos últimos años, me mata, pero quiero que sean sinceros para no decirles nunca: 'Dios mío, no me digas eso'. Pero muchas veces me dicen: 'Estoy muy triste. Ojalá papá y mamá estuvieran en la misma casa'. Son muy sinceros al respecto. Estoy criando a ese tipo de personas. Me siento allí y pienso: 'Lo entiendo. Yo también vengo de una familia divorciada. Lo entiendo. Es un asco. Pero vamos a solucionarlo. Y los dos te queremos mucho'. Creo que (es importante) comunicarse con ellos y no tratarlos como adultos, porque no lo son, pero tampoco como niños. No son sentimientos pequeños. Son sentimientos enormes, y son emociones enormes".