Kiko Matamoros se emociona al hablar de su faceta como padre y cuenta qué rectificaría si tuviera más hijos

Kiko Matamoros ha hecho unas sorprendentes revelaciones sobre su faceta como padre. El colaborador, que tiene cinco hijos, Lucía, de 37 años, Diego Hugo, de 36, Laura, de 30, Irene, de 25, y Anita, de 22, se ha abierto en canal este martes en la sexta entrega de Amar para vivir, el videopodcast que comparte con su prometida Marta López Álamo, donde se ha emocionado al hablar de la paternidad y de los errores que cometió en el pasado que en la actualidad no repetiría en caso de volver a tener descendencia con su futura esposa, con quien sellará su amor ante el altar el próximo 2 de junio ante unos 250 invitados. La feliz pareja se dará el 'sí, quiero' en una ceremonia religiosa que tendrá lugar en la basílica madrileña de San Miguel y festejarán el banquete en el Ritz.

El televisivo ha ofrecido unas sentidas declaraciones desde el mencionado espacio, en Mtmad, en las que ha rememorado las distintas etapas por las que ha pasado la relación con sus hijos, algunas de ellas turbulentas y marcadas por las polémicas en la pequeña pantalla, y ha contado visiblemente arrepentido que no siente que haya sido un gran padre. Según Kiko, uno de los motivos principales que le han llevado a esa situación son "los traumas" que ha arrastrado desde su infancia. Además ha confesado que, bajo su punto de vista, el mayor error que ha cometido a la hora de educarles es haber sido "excesivamente permisivo y liberal", una actitud que trataría de orientar hacia una postura más equilibrada en caso de volver a experimentar la paternidad.

Antes de dar la bienvenida a su hijo Diego, que también ha querido formar parte de este capítulo tan especial, el tertuliano ha revelado que le encantaría tener gemelos junto a Marta porque cree que entre ellos establecerían un vínculo de fraternidad especial, algo que ha vivido en primera persona con su gemelo Coto Matamoros, aunque a día de hoy no tiene ningún tipo de relación con él. Pese a que es completamente consciente de que su edad, 66 años, es un condicionante a la hora de traer retoños al mundo en la actualidad, Kiko tiene claro que hacerlo sería un modo de enriquecer su amor con la modelo, de 26, y su vida en general.

Kiko ha agradecido abiertamente a sus hijos la gran generosidad que han tenido con él, en especial a su hija Irene, porque es consciente de que no ha compartido demasiado tiempo con ellos, razón por la que se siente en deuda con los cinco. Además, al colaborador se le han inundado los ojos de lágrimas al escuchar a Diego hablar sobre el tiempo perdido, la etapa en la que estuvieron distanciados y el perdón: "Yo he llorado mucho por mis hijos", ha admitido. Durante unos segundos, las emociones del exmarido de Makoke han traspasado la pantalla para mostrar su lado más vulnerable, intenso y sentimental.

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