Kim Kardashian acabó 'abrumada' con los ataques de su exmarido Kanye West en las redes sociales

La nueva temporada del reality 'Las Kardashian' ha mostrado por primera vez la forma en que Kim Kardashian reaccionó en privado a los crueles ataques verbales que le dirigía Kanye West a través de su perfil de Twitter. En esa época, el exmatrimonio todavía se encontraba inmerso en su conflictivo proceso de divorcio, que finalizó el pasado mes de noviembre, y el rapero acusaba a la empresaria de no permitirle ver a sus hijos y de someterles a una situación de sobreexposición mediática que él siempre había rechazado.

Al margen de los argumentos empleados por Kanye, de los que Kim siempre alertó que eran inexactos o directamente falsos, lo que molestó e hirió profundamente a la socialité fueron el tono y las formas. Y sobre todo que el artista arrastrara al fango a buena parte de su antigua familia política, especialmente a la matriarca del clan televisivo, Kris Jenner, a la que Kanye atribuye buena parte de las estrategias promocionales o comerciales de la familia.

Kim trató de guardar la compostura en público y mantuvo un silencio sepulcral durante las primeras semanas de esa confrontación. Pero en su ámbito más íntimo, como ha quedado reflejado ahora en el nuevo episodio del 'reality' de Disney+, la también estudiante de Derecho no podía contener su rabia y frustración ante una situación que, en su opinión, no tenía visos de desaparecer en el futuro.

"Es que estoy atascada con esto para el resto de mi vida, y me siento tan abrumada", se lamenta ante las cámaras la madre de North, Saint, Chicago y Psalm con el cuestionado intérprete. En ese momento interviene la citada Kris Jenner para señalar precisamente que las salidas de tono de Kanye podrían tener un impacto muy negativo en el bienestar de los niños. "Esa es la parte trágica de la historia", añade con gravedad.

En esa misma escena, Kim Kardashian insiste en su decisión de no tratar este delicado tema en público, aunque sus palabras se contradicen con la presencia de cámaras a su alrededor. "Siento que no debo hablar de esto para proteger a mis hijos. Siempre pienso que es lo correcto. Pero, Dios, si la gente supiera... Nunca haría eso a mis hijos. Es una locura", sostiene.