Kourtney Kardashian se alía con uno de los enemigos jurados de su hermana Kim

Kourtney con su esposo Travis Barker en la presentación de su colaboración con Boohoo credit:Bang Showbiz
Kourtney con su esposo Travis Barker en la presentación de su colaboración con Boohoo credit:Bang Showbiz

Kourtney Kardashian ha presentado este martes por la noche su colaboración con Boohoo en el marco de la semana de la moda de Nueva York en medio de una gran polémica. Muchos han encontrado esta última aventura empresarial de la celebridad incompatible con el estilo de vida que promueve a través de su portal Poosh, libre de plásticos, de químicos en los productos de limpieza o de belleza que utiliza a diario y, en general, lo más respetuoso posible con el medio ambiente.

Kourtney ha respondido ahora a estas críticas explicando que Boohoo la abordó con la propuesta de convertirse en una embajadora sostenible y, aunque sabía que aceptar el trabajo le causaría problemas, también cree que no se gana nada dándole la espalda al sistema 'fast fashion' porque no va a desaparecer por arte de magia.

Su intención con esta colaboración, que ella misma ha ayudado a diseñar, es arrojar luz sobre el impacto que el consumo de moda rápido tiene en el planeta y, de paso, presionar desde dentro para que Boohoo comience a hacer cambios. También está abierta a escuchar recomendaciones de expertos en la materia para trasladárselas a la compañía.

"Quiero ayudar y, por mi experiencia hasta ahora con el equipo con el que trabajo en Boohoo, ellos también. Más adelante explicaré más sobre esos cambios, y sobre cómo hemos hecho esta línea más sostenible, y lo que he aprendido que nosotros como consumidores podemos hacer para ayudar", ha prometido.

En cualquier caso, resulta irónico que Kourtney haya decidido colaborar con un tipo de compañía que su hermana Kim ha criticado duramente en el pasado por comercializar 'clones' a precios muy bajos de las prendas que ella luce. En cuestión de 24 horas, Fashion Nova puso a la venta una copia del vestido de Thierry Mugler de 1998 que ella se puso para la gala de los Hollywood Beauty Award en 2019.

Ese mismo años también año ganó una demanda por valor de 2,7 millones de dólares contra la marca británica Missguided por replicar sus atuendos de la cabeza a los pies basándose en fotos tomadas por los paparazzi o que ella compartía en Instagram de sus pruebas de vestuario. En ocasiones incluso se le adelantaban y los comercializaban antes de que se los pusiera en la vida real.