Kylie Jenner reniega de los cánones de belleza impuestos por su propia familia

Kylie Jenner credit:Bang Showbiz
Kylie Jenner credit:Bang Showbiz

El mundo del entretenimiento estadounidense y, en particular, la telerrealidad parecen estar viviendo un cambio de paradigma en relación con los cánones de belleza que hasta ahora proyectaban. Celebridades como Blac Chyna, quien fuera pareja de Rob Kardashian, o la rapera Cardi B, por poner dos ejemplos notorios, han pasado de defender a capa y espada su decisión de someterse a tantas operaciones estéticas como les permitía su fortuna, a renegar abiertamente de las operaciones y regresar al quirófano para deshacerse de implantes y demás artificios.

La última en exhibir esa nueva mentalidad es Kylie Jenner (25), la benjamina del clan Kardashian y empresaria de éxito gracias a su firma Kylie Cosmetics. Curiosamente, la socialité ha recurrido al programa familiar, 'Las Kardashian', para alertar de los peligros derivados de esas convenciones estéticas que sus hermanas y ella misma impusieron a lo largo de la última década. De forma cada vez menos sutil, la joven ha empezado a renegar de su pasado para apostar por un aspecto más natural: una actitud que además quiere transmitir a su pequeña Stormi, de cinco años.

"Creo que todas nosotras deberíamos abrir una conversación sobre los cánones de belleza que hemos establecido. No quiero que mi hija siga los pasos que he dado yo", asegura en un adelanto de la próxima emisión del espacio de Disney+. "Ojalá no hubiera tocado nada", añade a continuación sobre las transformaciones que ha experimentado su apariencia desde que era una adolescente, especialmente notable en sus labios y pómulos.

En las últimas semanas, la que fuera pareja del rapero Travis Scott, con quien tiene a la citada Stormi y al pequeño Aire, ha ofrecido declaraciones algo dispares sobre la relación entre su físico y su estado anímico. Tras admitir finalmente que su actual rostro es fruto de diversas intervenciones, Kylie sostenía que sus cambios no respondían a una personalidad demasiado "insegura". No obstante, también reconocía que sus labios siempre le habían supuesto un quebradero de cabeza. "La gente se piensa que me he operado mucho la cara y que soy una persona muy insegura. Y no es cierto", apuntaba. "Mi única inseguridad eran los labios, me puse relleno y es la mejor decisión que he tomado nunca", matizaba en conversación con la revista People.