López Luján: "México, con arqueología de clase mundial"

CIUDAD DE MÉXICO, enero 30 (EL UNIVERSAL).- "Los mexicanos somos amantes de nuestros ancestros", dijo el arqueólogo y director del Proyecto Templo Mayor, Leonardo López Luján, el martes anterior en la charla que sostuvo con suscriptores de EL UNIVERSAL con motivo de la publicación de su libro Arqueología mexicana. Sus orígenes y proyecciones, editado por El Colegio Nacional.

En el tercer círculo de lectura organizado por esta casa editorial, el investigador del INAH comentó que el pasado permea todos los ámbitos del quehacer cotidiano ya que el interés por conocer las culturas antiguas del país se remonta a los siglos XVII y XVIII, cuando figuras como Carlos de Sigüenza y Góngora y Lorenzo Boturini intentaron estudiar las pirámides de Teotihuacan.

Por más de una hora, López Luján tocó varios temas: por qué las primeras publicaciones sobre arqueología en México fueron apócrifas, cómo influyeron las excavaciones hechas en Italia para que en el país se iniciaran rescates arqueológicos, quién fue el anticuario y pésimo dibujante Guillermo Dupaix, por qué el monolito de la Coatlicue causó temor a las autoridades y fue sepultado, y cómo fue trasladada Piedra del Sol, cuyo peso supera los 20 mil kilos. "Este es un libro que habla de algo en lo que los mexicanos somos líderes en el mundo: formamos parte de ese grupo de naciones que hace una arqueología de clase mundial. ¿Y por qué los mexicanos? Se oye muy presuntuoso, pero la respuesta es que hemos excavado desde 1675. Ya no somos novatos. Quienes ejercemos la profesión actualmente tenemos la fortuna de ser el eslabón más reciente de una larguísima cadena, porque la ciencia de la arqueología es un quehacer de carácter colectivo", indicó.

El arqueólogo también comentó que su profesión, a pesar de la falta de apoyo presupuestal por parte del Estado, no tiene que ver con la imagen que se presenta en películas. Mencionó que México compite en ese quehacer científico con países de primer mundo: Estados Unidos, Canadá y China, y reiteró que eso es gracias a intelectuales que desde el siglo XVII se preocuparon por recuperar y preservar el patrimonio nacional.

Antes de la firma de libros, los suscriptores realizaron preguntas al reconocido arqueólogo.