Yahoo Estilo La crítica de Sylvia Pasquel a las mujeres "adictas" a los filtros y las cirugías estéticas
Cuando en 2019 Sylvia Pasquel cumplía medio siglo de carrera artística, le ofrecieron participar en la telenovela Doña Flor y sus dos maridos para interpretar a "Carlota", una regidora del cielo que se encargaba de pedirles cuentas a quienes morían y deseaban entrar a tan sagrado sitio. El papel no solo implicaba una breve actuación sino también usar dientes postizos y unos enormes anteojos que transformaban su rostro. "Eso no me causa problema, soy actriz y me pongo lo que requiera el personaje", dijo en su momento.
Y es que para Sylvia Pasquel, "sacrificar" su belleza física jamás ha sido un tema, mucho menos cuando se trata de trabajo. La mayor de las hijas de Silvia Pinal tiene claro que "una mujer que sabe cómo amar es increíble, pero una mujer que sabe cómo amarse siempre será indestructible. ¡El amor propio es primero!", como escribió en un post de Facebook hace más de dos años.
No solo se trata de amor propio. La participante del reality Siempre reinas asegura con orgullo que a sus 72 años jamás se ha hecho ninguna cirugía estética ni se ha aplicado bótox "ni nada de eso, (pero) me pongo mis aparatitos y soy feliz".
No es la primera vez que Pasquel confiesa su gusto por la aparatología estética (ella misma los vende). Poco antes del estreno de la obra de teatro Rosa de dos aromas (pospuesta a causa de la pandemia de covid 19), publicó un video en su cuenta de Instagram donde reveló que había viajado a la fronteriza Tijuana para realizarse unos tratamientos faciales y corporales para reafirmar su piel y rostro.
¿Pero ceder a presiones para someterse al bisturí en pos de la belleza? Jamás. Es más, ni siquiera es fanática de los filtros de Instagram. "A mí me choca que te hacen una foto y te ponen una cantidad de filtros que terminas siendo una niña de 15 años, te ven con el filtro y luego te ven en persona y pareces pasita". Para ella, ponerse un filtro es negar quien eres.
¿Qué tienen de malo las arrugas?, ¿por qué las mujeres tenemos tantos 'issues' con las arrugas que todas se inyectan una cantidad de bótox en la cara porque no quieren tener una sola arruga cuando las arrugas es la señal de que has sido feliz?Sylvia Pasquel
"Hay un momento en que te vuelves adicta y ya no paras de hacerte cosas, y entonces es cuando pierdes la proporción de lo que es mantenerse..., obviamente que es muy satisfactorio sentirte bien y verte bien, pero una cirugía es el recurso más fácil, más rápido y con menos esfuerzo", reflexiona la actriz en una entrevista con Ahora Tabasco Noticias.
Las sinceras palabras de Sylvia de alguna forma podrían interpretarse como una crítica velada a las decisiones de su hermana Alejandra Guzmán, que en la búsqueda de aumentar el tamaño de sus glúteos en 2009 se dejó inyectar polímeros cuyos componentes le provocaron infecciones que la pusieron en grave peligro y debió someterse al menos a 40 cirugías para solucionar los constantes problemas que experimentó. O cuando en 2019 subió una fotografía que a primera vista la mostraba muy diferente.
La misma Pasquel confesó que la cantante sigue sorteando su problema con los polímeros. "Espero que lo que ella ha compartido sirva de experiencia para muchas mujeres que con tal de tener un físico de 10, lo que consideran un físico de 10, y van y se hacen unas operaciones, se inyectan unas cosas con unas personalidades que no tienen ni idea de lo que les están haciendo, ¡caray!, hay que aprenderse a querer como uno es".
Queda claro que sus 72 años, la actriz tiene un amor propio como pocas, como quedó reflejado en su papel de "Beatriz" en la película El diablo entre las piernas.
"Beatriz" es una mujer amante del tango que soporta los insultos, vejaciones y humillaciones por parte de su celoso esposo, pero que guarda un alma romántica, tierna e inocente. "La primera vez que leí el guion, me encantó. Me pareció un reto muy importante, sobre todo vencer los miedos porque nunca había hecho un personaje como éste y tampoco me había enfrentado a un desnudo, bueno, a varios", dijo la actriz en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) en 2019.
"Estaba muy nerviosa y le decía a Arturo que aunque tengo muchos años como actriz, no había hecho un desnudo ni cuando estaba jovencita, bonita y preciosa. Entonces, venir a hacerlo a estas alturas de mi carrera, sí fue un reto muy grande". Tuvo su recompensa al ser nominada a su primer Ariel.
Aunque no ganó, ella se mantiene segura de su trabajo y que puede superar cualquier reto, pues "la belleza no está en el físico donde todos la buscan, sino en el corazón donde pocos saben llegar".
