La doble tragedia que marcó la vida de la actriz "de los ojos bonitos" Martha Roth

Martha Roth junto a Ana Patricia Rojo.FOTO: David Bolaños/CUARTOSCURO.COM
Martha Roth junto a Ana Patricia Rojo.FOTO: David Bolaños/CUARTOSCURO.COM

En 2022 el sitio web money.co.uk publicó un estudio en el que clasificó los 50 países más bellos del mundo mediante el análisis de la cantidad de maravillas naturales en cada lugar, desde arrecifes de coral y selvas tropicales hasta volcanes, glaciares y más. Entre los primeros cinco lugares figuraba México.

Y es que el país latinoamericano lo tiene (casi) todo: gastronomía, historia, arte, clima, gente. ¿Qué extranjero (y connacional) no se ha enamorado de esto? Bueno, décadas atrás (muchas) un violenchelista húngaro también lo hizo y decidió que su familia radicada debía también apreciar estas maravillas. Poco antes de la década de 1940 una niña italiana que después se convertiría en una estrella del espectáculo llegó a vivir a México. Se trataba de Martha Roth, la actriz de los ojos bonitos.

Roth fue una de las grandes revelaciones actorales de la Época de oro del cine mexicano y tuvo importantisimos reconocimientos, pero estos se volvieron insignificantes por tragedias que nublecieron su vida adulta.

Ignorarla era imposible: desde niña destacó por su piel clara y ojos azules, además tenía talento para el canto y la música, pero gracias a sus dotes en el arte dramático que perfeccionó con el director japonés Seki Sano, el padre del teatro mexicano, la actuación se convirtió en su profesión.

Transitar al cine era casi obligatorio para ella solo le faltaba la oportunidad, la cual consiguió gracias a un par de certámenes de belleza que ganó y que llamó la atención del director Alejandro Galindo que la sumó a su filme Una familia de tantas, la historia de una familia de la clase media de Ciudad de México que es sacudida desde sus bases por la aparición de un vendedor de electrodomésticos que pone en entredicho la concordia familiar, mientras todos intentan adaptarse a la modernidad de la época.

Una familia de tantas se coronó como todo un éxito en la ceremonia del Ariel de 1950: película, dirección, adaptación, escenografía y coactuación femenina para Roth.

A partir de ese momento, la actriz no dejó de trabajar y apareció en más de 40 cintas como El abandonado, Una gringuita en México, A media luz, Rostros olvidados y Nunca debieron amarse, entre muchas más. En estos largometrajes compartió con grandes actores de la talla de Columba Domínguez, Libertad Lamarque, Pedro Armendáriz, Abel Salazar, Jorge Mistral y Arturo de Córdova, por mencionar algunos.

Con una carrera en ascenso y algunas incursiones en producciones extranjeras, la fama estaba casi asegurada pero un tema personal la encausó en otro proyecto: formar una familia. En los años 1960 se casó con el compositor Rubén Fuentes (La Bikina, Cien años, Qué bonita es mi tierra), con quién procreó dos hijos, Leonardo y Alejandro.

Ellos fueron la poderosa razón para alejarse de los foros al menos ocho años, pero también muchos cuestionaron su estilo de maternar que algunos consideraban de cuidados excesivos y protección extrema. En alguna entrevista abordó este duro enjuiciamiento y dijo que no se arrepentía de sus decisiones, pues le dio la oportunidad de ver crecer a sus hijos, de acuerdo con Imagen Entretenimiento.

A inicios de los 1970 la actriz se permitió regresar e incursionar en la televisión en las telenovelas: encarnó a 'Mónica', una moderna madre de familia que se vuelve la mejor amiga de sus hijos en Nosotras las mujeres, una noble 'Amalia' postrada en una silla de ruedas en Eclipse, una inflexible 'lady Elizabeth Pointer' en El pecado de Oyuki. Papel que le pusieran, siempre destacaba como una mujer sofisticada.

Pero en su vida personal, la sombra de la tragedia comenzaba a asomarse. Tras un par de años de matrimonio con Fuentes, este culminó repentinamente. Este episodio lo tomó con tranquilidad pues en su mente y corazón sabía que ya no funcionaban juntos y tomaría lo mejor de la experiencia.

Poco antes de la Navidad de 1984, Roth perdió a su hijo mayor Leonardo en un accidente automovilístico; su hijo Alejandro también falleció en el 2000. En una entrevista con el periódico El Universal en 2006, la actriz dijo que perderlos fue algo que siempre le atemorizó.

"Desgraciadamente, lo que más temía, perder a mis hijos, me sucedió", comentó Martha, quien agregó que fue un golpe inmenso, doloroso y terrible. "Y pensar que me criticaban por el cuidado excesivo que tenía con ellos. Ciertamente me había dedicado a verlos crecer, tanto que duré largo tiempo retirada de mi labor artística. Lo que más me preocupaba era que les pasara algo", dijo.

La tragedia no la vivió sola, estuvo acompañada de su segundo esposo, el cineasta Fernando Pérez Gavilán (Los caifanes, 600 Miles, From Prada to Nada, Educando a mamá) pero este reconoció que la actriz jamás se repuso. "Siempre vio a mis hijos como los suyos, pero haber perdido a los de ella fue algo terrible y de lo que jamás pudo reponerse", dijo al programa Ventaneando en 2016.

Martha Roth continuó trabajando y dando todo de sí en telenovelas y películas (un total de 40 cintas y alrededor de 15 telenovelas). Se retiró de los reflectores a los 75 años tras haber participado en Morirse está en hebreo y Destilando amor; y decidió ponerse bajo el cuidado de especialistas en el asilo Casa Parque, sola, a pesar de que su marido siempre buscó acompañarla.

Amigos cercanos a la actriz contaban que la voluntad de la italiana que triunfó en México fue que la dejaran morir sola y con el dolor de haber perdido a sus hijos, pues no quería que nadie se molestara en cuidarla y no quería ser un "estorbo" para sus seres queridos.

Casi lo logró. En aquella entrevista para Ventenando que concedió Pérez Gavilán dijo que Roth murió a causa de un infarto fulminante, "su muerte fue rápida. estaba comiendo, empezó a toser y de allí le vino el paro cardiaco".

La actriz falleció el 7 de octubre de 2016 en Ciudad de México a los 84 años.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

María José presume el nuevo truco de su mascota Boligoma.