La enfermedad común que más problemas (sexuales) causa

Si en plena faena has notado que te ahogas y te flaquean las fuerzas, ¡cuidado! El coito puede desencadenar una agudización severa del asma que te obligue a acudir a urgencias o incluso a necesitar ventilación asistida

Las crisis de asma alteran la vida de las personas que padecen esta enfermedad y podrían incapacitarlas para mantener relaciones sexuales satisfactorias. (Foto: Getty)
Las crisis de asma alteran la vida de las personas que padecen esta enfermedad y podrían incapacitarlas para mantener relaciones sexuales satisfactorias. (Foto: Getty)

El asma condiciona una peor calidad de vida sexual en las personas afectadas. Las mujeres asmáticas presentan una mayor limitación sexual respecto a las sanas y los hombres asmáticos tienen una significativa mayor disfunción eréctil frente a los varones sanos, según un estudio publicado en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) que concluye que la cuarta parte de los pacientes atribuyen sus problemas sexuales al hecho de tener asma.

Los antecedentes en investigaciones ya habían encontrado que la actividad sexual puede causar asma y rinitis. En particular, se había observado que el sexo puede desencadenar una exacerbación grave del asma que requiera acudir a servicios de urgencias, hospitalización e, incluso, en los casos más graves ventilación asistida.

Las relaciones sexuales pueden desencadenar síntomas de asma como el ahogo o los pitos pero tiene remedio. (Foto: Getty)
Las relaciones sexuales pueden desencadenar síntomas de asma como el ahogo o los pitos pero tiene remedio. (Foto: Getty)

En inglés se había llegado a llamar estas crisis asmáticas que se desencadenan durante el ejercicio (en este caso las relaciones sexuales) ‘Sexercise induced asthma’, esto es, asma inducida por el ejercicio sexual, pero para un sector de la comunidad científica en realidad no es más que una variante del asma inducido por el ejercicio.

“Los estudios que evalúan la calidad de vida sexual de los pacientes con asma son escasos o tienen diseños o metodologías también limitadas. No obstante ya habían encontrado que el coito puede desencadenar una exacerbación del asma que requiera aducir a un servicio de urgencias, hospitalización o incluso ventilación asistida”, nos explica el Dr. José Gregorio Soto, neumólogo miembro de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica). Por esta razón, era necesario estudiar la asociación entre asma y sexo en un estudio más amplio.

Un estudio del Hospital de Jerez revela que las mujeres con asma severo presentan menor deseo, excitación y baja satisfacción en sus relaciones sexuales. (Foto: Getty)
Un estudio del Hospital de Jerez revela que las mujeres con asma severo presentan menor deseo, excitación y baja satisfacción en sus relaciones sexuales. (Foto: Getty)

Se trata de un estudio observacional, transversal y multicéntrico que ha reclutado a 272 pacientes y voluntarios sanos mayores de 18 años de las consultas externas de siete hospitales terciarios españoles y que fueron elegidos de forma consecutiva. De estos 276 participantes, 172 eran asmáticos (63 hombres y 109 mujeres) y con una edad media de 42 años, mientras que en el grupo control contaba con 104 controles (53 hombres y 31 mujeres) con una media de edad de 39 años.

El diagnóstico del asma se realizó mediante los criterios de GEMA (Guía Española del Asma) y se constató que los pacientes reclutados presentaban un asma con una evolución de quince años. Con los mismos criterios GEMA, se evaluó su gravedad y grado de control y, en este sentido, se detectó que la gravedad de los casos del asma en el estudio se distribuía del siguiente modo: para el 6,4 por ciento era intermitente; el 17,9% ciento persistente leve; el 47,4 ciento , moderada y el 28,2 ciento , grave.

En cuanto a su control, el asma estaba controlada en el 57,7 ciento de los sujetos, parcialmente controlada en el 28,2 ciento y no controlada en el 14,1 ciento.“La principal aportación de nuestro estudio es la constatación de que las personas con asma pueden sufrir una disfunción en la esfera sexual con mayor frecuencia que la población sana, tanto en hombres como en mujeres. Probablemente, la falta de control de la enfermedad sea uno de los factores que más contribuyen a la existencia de esta disfunción”, señala la el Dr. Soto.

Los hombres asmáticos presentan más disfunción eréctil que los sanos. (Foto: Getty)
Los hombres asmáticos presentan más disfunción eréctil que los sanos. (Foto: Getty)

En concreto, en este estudio, una tercera parte de los pacientes atribuyeron sus problemas sexuales al hecho de tener asma y existe una relación entre el tiempo de evolución de esta enfermedad y aspectos de gravedad, control y deterioro de la función pulmonar. Tanto los varones como las mujeres fueron evaluados con distintas escalas adaptadas a su sexo sobre disfunción eréctil (International Index of Erectile Function Questionnaire o IEF) y función sexual femenina (Female Sexual Function Index o FSFI), respectivamente.

La disfunción eréctil (definida como la incapacidad persistente para lograr y mantener una erección adecuada que permita una relación sexual satisfactoria) estaba presente en el 44 por ciento de los asmáticos estudiados, frente al 25 por ciento de los voluntarios sanos del grupo control y además era más intensa en los varones asmáticos en función de la gravedad de su asma. El estudio corrobora los hallazgos de otro trabajo previo efectuado en Nueva York, en el que los hombres asmáticos que acudieron a urgencias dijeron que la actividad sexual era la tercera que tenían más limitada después de las tareas domésticas habituales y subir las escaleras. Estas limitaciones eran mayores cuanto mayor era la gravedad del asma y mayor la edad, a partir de 40 años.

En las mujeres asmáticas las dimensiones más afectadas fueron el deseo y la satisfacción global. De hecho, otro estudio citado en la discusión de este trabajo se encontró que las mujeres asmáticas pueden tener afectados todos los ítems que evalúa la escala FSFI: excitación, deseo, orgasmo, lubricación y satisfacción. Y se relacionó con problemas emocionales previos, tales como el diagnóstico de depresión y ansiedad.

Además, el estudio analizó la asociación entre asma y otras comorbilidades en personas asmáticas respecto a los voluntarios sanos. Según este análisis, el 80,8 ciento de los pacientes tenían rinitis alérgica; el 20,3 ciento, reflujo gastroesofágico; el 16,8 ciento, ansiedad; el 14,6 ciento, poliposis nasal; el 11,1 ciento, depresión; el 11 ciento, hipertensión arterial; el 4,7 ciento, fibromialgia; y el 2,9 ciento,
fibromialgia.

Asimismo, los asmáticos presentaban un índice de masa corporal (IMC) significativamente mayor al grupo control, si bien el porcentaje de fumadores activos fue similar en ambos grupos y las puntuaciones de ansiedad y depresión reflejaron una puntuación mayor en los pacientes asmáticos.

De todos estos factores, la afectación de la vía aérea superior es claro que ejerce una influencia en la sexualidad, en particular en los varones influye la rinitis. El tabaquismo también puede ser un factor concomitante que debe estudiarse en ambos sexos. Entre las mujeres, la existencia de comorbilidades como hipertensión o diabetes tuvieron poca influencia en la función sexual.

¡Habla con tu médico!

“La sexualidad es un aspecto central de la calidad de vida del hombre y de la mujer y es el reflejo de su nivel de bienestar físico, psicológico y social. Sin embargo, con frecuencia se elude afrontar este tema en la práctica médica habitual. En nuestro estudio hemos visto que tanto hombres como mujeres tienen alterada significativamente la función sexual y que este hecho es de origen multifactorial: gravedad de los síntomas, la existencia de comorbilidades propias del asma, como la afectación rinítica o disfunción psicológica”, concluye el Dr. Soto.

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