La faceta de analista político de René Casados que tiene en su contra su propia carrera como actor

"Sonríe y la fuerza estará contigo" es la frase insignia de René Casados que lo llevó a la fama en los años 80 como presentador del programa juvenil XETÚ, aunque también se posicionó como actor y villano en las telenovelas; pero cuando viste de traje y lentes, parece adoptar su personalidad más seria al fungir como analista político en mesas de debate con Joaquín López-Dóriga.

MEXICO CITY, MEXICO - FEBRUARY 27: Rene Casados poses for a photo during the 'Fiebre e sábado por la noche' ('Saturday Night Fever') red carpet at Centenario Theatre on February 27, 2020 in Mexico City, Mexico.   (Photo by Medios y Media/Getty Images)
René Casados. Foto: Medios y Media/Getty Images

Y es que aunque la gran mayoría del público lo conoce como actor y conductor de Televisa, en realidad estudió Ciencias Políticas y Administración Pública en la Universidad Nacional Autónoma de México, por lo que es congruente que desde hace años entable conversaciones y realice análisis del acontecer político en México junto a Roy Campos y Pepe Fonseca en el noticiario de López-Dóriga en Grupo Fórmula.

Sin embargo, esta faceta no es tan conocida como su trayectoria artística, por lo que cada cierto tiempo surgen comentarios de sorpresa del público al verlo en la pantalla sin ningún personaje. Desde 2009, al menos cada año alguien ha compartido en Twitter su opinión al descubrir que Casados es analista político; algunos lo apoyan, otros lo toman a broma y unos más critican su credibilidad.

Apenas en febrero de 2020 se convirtió en tendencia cuando surgieron críticas porque en la mesa de debate en la que participa se discutió sobre el feminismo en México, pero sin la presencia de ninguna mujer. En el video que López-Dóriga subió a YouTube no tardaron en aparecer las críticas a los caballeros, pero también sobre la faceta de Casados: "Ahora ya me salió analista político René Casados", se puede leer entre los primeros comentarios.

Cada semana, el actor se involucra en el acontecer nacional para exponer sus ideas, pero desde hace un par de años no falta quien lo critique. "René casados le quita la seriedad al debate. Para empezar no es lo suyo y no tiene opinión propia", escribió alguien, mientras uno más opinó: "Al principio pensé que estaba viendo una novela porque vi a René C. No da credibilidad".

Pareciera que quienes se sorprenden al verlo no le dan el beneficio de la duda. Lo cierto es que, con base en varias de las mesas de debate en las que ha participado, se puede concluir que René Casados tiene a su favor la elocuencia, la facilidad de palabra, un amplio vocabulario y es evidente que se prepara para cada tema que abordan. No se pueden calificar sus opiniones porque habrá quien las comparta y quien las deseche, pero sí habría que destacar que se nota que su experiencia en la televisión le da un arma que quizá otros analistas no tengan, al redondear una idea en poco tiempo al aire.

Sin embargo, las tablas que le han dado sus años como actor podrían ser un arma de doble filo. Y es que es precisamente su faceta como actor la que quizá daña su credibilidad como analista político. Por lo que publican en Twitter o YouTube, tal parece que el público se resiste a verlo fuera del entretenimiento, aunque la realidad es que es el arte lo que llegó a la vida de Casados por casualidad.

"Siempre ha sido de mi preocupación el fenómeno del poder, la llamada ciencia política, el análisis político, el tratar de comprender cuales son las agendas que son los imperativos del mundo y su transformación, de cómo se toman las decisiones políticas y de cómo se comportan las sociedades. Desde chavito era una de mis misiones y mis provocaciones, y sigue siendo hasta el momento, pero un día se me atraviesa el duende de la actuación", contó hace unas semanas al canal de paga TLNovelas.

Y es que René no sabe si fue "destino, suerte o circunstancia" que la señora Beba Valdés lo haya convocado para participar en una película con Anthony Quinn, y que esa oportunidad le haya abierto las puertas para actuar en la versión fílmica de 'Pedro Páramo' en 1978. La presencia de René Casados pronto llamó la atención de la televisión y se convirtió en uno de los conductores más famosos de la década de los 80 por su trabajo en 'XETU'.

Luego desapareció de la pantalla chica y casi una década después volvió a la actuación en producciones como 'La antorcha encendida' (1996), pero también como presentador del aclamado programa unitario semanal 'Picardía Mexicana' (1997-2000). Desde entonces es común verlo en alguna telenovela de Televisa, como 'Abismo de pasión', 'Fuego en la sangre', 'Las Amazonas' y la más reciente, 'Mi marido tiene familia' como el inolvidable 'Audifaz Córcega'.

Pero Casados no tuvo educación como actor. "A texto aprendido no hay mal actor. Yo no estudié actuación pero he tenido el privilegio de tener profesores de todo tipo y de toda índole, y después de manera autodidacta perseveré en la teoría y práctica de la actuación. Eso me llevó por exigencia y demanda misma, que tú tienes que investigar en las entrañas de la mente de cómo están fundados, cuales son las esencias de un personaje y cómo ese personaje se comunica y existe. Colgar los personajes, dejarlos en el camerino... yo no los cargo pero sí caminan conmigo y siempre los tengo, porque te habitan", reflexionó Casados recientemente.

Fuera de la pantalla, Casados ha tenido labor como ejecutivo administrativo de Televisa y también fundó una empresa dedicada a la asesoría y construcción de análisis politológico, de imagen pública y del diseño de estrategias de comunicación política; además de ser Consultor Asociado del Centro Interamericano de Gerencia Política y conferencista internacional.

Cuenta con experiencia en asesoría política de las campañas de Luis Donaldo Colosio y Ernesto Zedillo Ponce de León. De hecho, recientemente apareció en el segundo capítulo de la serie de Netflix '1994: Poder, Rebeldía y Crimen en México', junto al actor Sergio Giménez y al entonces candidato Luis Donaldo Colosio. Incluso lo han convocado para cargos dentro de la política, pero "nunca me ha gustado ser político profesional, he recibido varias ofertas de distintos partidos, para puestos políticos y otros para elección popular, pero siempre me he mantenido en la línea de fuego", indicó a El Siglo de Torreón.

Con experiencia y estudios, cuando Casados habla de política quizá no se le debería tomar a juego, aunque parece que pesa más la fama que logró en la televisión desde hace varias décadas.