La historia de "El Güero" Castro y cómo llegó a ser el productor de TV más influyente de México

Cuando José Alberto Sainz Castro era muy pequeño, su hermana mayor, Verónica, ya comenzaba a destacar en TV y cine, de manera profesional, aunque seguía muy apegada a la familia que encabezaba su madre, doña Socorro, que había sacado adelante a sus hijos mayores, Verónica, Fausto y Beatriz, con mucho esfuerzo. Siendo el menor de los cuatro, José Alberto, al que apodaban "Güero" de cariño desde muy pequeño, comenzó pronto a acompañar a sus hermanas a Televicentro (lo que eventualmente sería Televisa Chapultepec) mientras Verónica hacía sus pasos a la fama como conductora, presentadora y actriz y Betty aprendía el oficio de diseñadora de vestuario y ocasionalmente participaba con algún papel pequeño en algún programa.

Jose Alberto Castro
Jose Alberto Castro "El Güero" (Photo by Victor Chavez/WireImage)

Es natural, entonces, que los foros se convirtieran en lo que propiamente identificaría como su segunda casa, desde que tenía siete u ocho años, aunque lo que realmente le fascinaba era el trabajo detrás de las cámaras, lo que sucedía en el foro, en las cabinas de producción, en los decorados y en el área de cámaras: pronto los técnicos ya lo conocían y le tomaron afecto, al igual que los escenógrafos y las maquillistas, todo el personal técnico que lo había ido viendo crecer, y él se desenvolvía perfectamente entre ellos, más como un miembro de la tropa que como un visitante de la empresa.

Fue así que, cuando tenía 16 años, y animado por Vero, cuando iniciaron las grabaciones de la hoy mítica telenovela 'Los ricos también lloran', fue a pedirle trabajo de medio tiempo a Valentín Pimstein, el productor de la telenovela, que al principio, según cuenta la leyenda, pensó que José Alberto también quería ser actor y por un momento entretuvo la idea de que podría ser ideal para encarnar al hijo de la pareja formada por Verónica y Rogelio Guerra, ya que el adolescente, de ojos claros y bien parecido, guardaba una notable semejanza con ambos, y podría funcionar como "Beto" (que eventualmente fue interpretado por e hizo una estrella de Guillermo Capetillo).

Cuál no sería la sorpresa del "Mago" cuando el muchacho le dijo que no, que no quería actuar —le estaban ofreciendo uno de los personajes más famosos de la televisión en su época, y quién sabe qué habría pasado si hubiera dicho que sí- sino que su deseo era aprender a hacer lo que él hacía, con su equipo. Cuentan que la carcajada de Pimstein resonó en su despacho y que le dijo a Castro, mientras lo acompañaba a la puerta, "está bien: si quieres aprender, aprende todo, ¡desde jalar cables!" y en efecto, eso sucedió.

(Photo by Alejandro Godinez/Clasos.com/LatinContent via Getty Images)
(Photo by Alejandro Godinez/Clasos.com/LatinContent via Getty Images)

Con la promesa hecha a su madre de que no descuidaría sus estudios — ella vio que sus cuatro hijos tuvieran carreras universitarias— comenzó a trabajar en los llamados vespertinos de la telenovela, como asistente de producción o bien "IBM", que, se explica así: "Y veme a traer esto, veme a traer lo otro", algo que el muchacho hacía con gusto, desde literalmente cargar cables, que llamar a escena a actores, ayudar a ajustar luces y hasta ir a comprarle cigarros a quien los pidiera; todo esto fue abriéndole el panorama a Castro para aprender el oficio de la producción, involucrándolo en todos los aspectos.

Posteriormente y en una capacidad más profesional, Ernesto Alonso lo hizo asistente de producción en las grabaciones en foro y locación (en el puerto de Veracruz) de la versión de 'El derecho de nacer', que protagonizaba Verónica (y en la que Betty también actuaba). A partir de ahí, mientras estudiaba ciencias de la comunicación, José Alberto fue adquiriendo las credenciales para establecer lo que es su carrera.

Por varios años, entre 1988 y 1996, José Alberto fue el gerente de producción de los proyectos que Verónica producía (fue una de las pocas actrices que se graduó a ser productora, únicamente igualada por Silvia Pinal y Julissa) desde el cotidiano nocturno de variedades 'Mala noche ¡No!' (que hizo época) y los derivados del mismo, así como las telenovelas 'Mi pequeña soledad', 'Valentina' y 'Pueblo chico, infierno grande'; fue a raíz de esa producción que ya tuvo en solitario el título de productor ejecutivo que ostenta hasta ahora.

Por otro lado, mientras hacía producciones cada vez más exitosas como 'Rubí', con Bárbara Mori o 'Teresa' con Angelique Boyer (con quien se le relacionaría sentimentalmente), Castro mantenía (aún lo hace) un perfil bajo al respecto de su vida personal.

En 1990 inició una relación sentimental con Angélica Rivera, misma que duró hasta 2008 — se casaron en el 2001, después de una década de vida en común- y tienen tres hijas: Sofía, Regina y Fernanda, y después de su separación, la única relación de alto perfil que ha tenido fue con Boyer. Últimamente los medios especulan si estaría teniendo un romance con Cecilia Galiano, quien, irónicamente, es la expareja de Sebastián Rulli, el actual novio de Angelique, pero como es su costumbre, Castro no ha afirmado ni desmentido nada.

Algunas de sus telenovelas han tenido más éxito que otras —'Ángela' y 'Código postal', por ejemplo, no pegaron del mismo modo que 'Destilando amor', y 'Sin pecado concebida' fue un fracaso (muchos culparon la total falta de química entre Rivera y Carlos Ponce) comparada con 'La desalmada', que ha sido la telenovela más exitosa de Televisa en los últimos cinco años, rompiendo toda clase de récords.

La carrera profesional de José Alberto "El Güero" Castro ha sido impecable a lo largo de cuatro décadas y él ha demostrado que aprendió lo mejor de sus mentores, para ser un productor con una identidad definida y un sello propio, que lo ha convertido, muy merecidamente, en el productor más influyente de su generación.

TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR

EN VIDEO: El destino del niño vietnamita de Indiana Jones lejos de Hollywood