La lección de Matthew McConaughey a sus hijos sobre el beneficio de su apellido famoso

Si nos atenemos a los hechos, Matthew McConaughey tiene tres hijos. Sin embargo, si le preguntas al ganador del Oscar cuántos hijos tiene con su esposa Camila Alves McConaughey, recibirás una respuesta diferente.

“Tenemos a Levi, Vida y Livingston, son los tres hijos que hemos creado y a los que Camila ha dado a luz”, dice con su característico acento tejano. “Pero tenemos cuatro niños en la casa, uno de los cuales tiene 91 años. Se trata de Mama Kay, mi madre”.

Durante los últimos cuatro años, la madre de McConaughey ha estado viviendo con la estrella de “El último día de clases” -a quien llaman Papai, un guiño a las raíces brasileñas de Camila ya que significa “papá” en portugués- y su familia. “Supongo que se quedará con nosotros hasta que parta de este mundo”, añadió. Contó que la experiencia ha sido “realmente maravillosa”, dado que Camila ha involucrado a su suegra en su trabajo y el contenido online. Eso ha ayudado a la madre de McConaughey a sentirse “útil” y “mantenerse en juego”. Por otra parte, sus nietos están recibiendo una “lección maravillosa, absolutamente maravillosa” sobre la importancia de cuidar a sus mayores.

“Como viven en casa con su abuela, cada uno se relaciona de manera diferente con ella. Cada uno aborda sus propios argumentos”, dijo. “Su perspectiva política puede diferir de la nuestra, de manera que todos simplemente lo discutimos y expresamos en voz alta... Es divertido”.

Tras el lanzamiento en 2020 de sus memorias, Greenlights, que se convirtieron en un superventas del New York Times, McConaughey ha encontrado una manera para conectar con los lectores más jóvenes. Publicado el 12 de septiembre, su libro ilustrado Just Because brinda a los niños una serie de lecciones vitales acompañadas de ilustraciones lúdicas de Renée Kurilla con el famoso estilo campechano del actor. “En mi mente, era una canción folk de Bob Dylan”, dijo sobre el tono melódico del libro, que se inspiró en las conversaciones con sus amigos sobre la importancia de hablar con los niños a medida que entran en la adolescencia y la juventud.

“Ser padre es lo único que siempre supe que quería ser”, confesó McConaughey, quien señaló que escribió la mayor parte del libro entre las 2:30 y las 7 de la mañana una noche que se quedó despierto hasta muy tarde. “Todos los días, Camila y yo nos esforzamos por intentar ser los mejores padres que podamos ser. Pienso mucho en los niños. A medida que crecen, el mensaje moral de fondo debe ser el mismo, pero tienes que cambiar el estilo”.

Muchas de las lecciones vitales, como “solo porque no te escuchen, no significa que no tengas voz”, explican que las cosas no suelen ser en blanco y negro. Lo que parece un fracaso puede convertirse en una fortaleza. Dos personas que quizá no están de acuerdo, como sus hijos con su abuela, pueden mantener una relación de compromiso y respeto mutuo.

Un mensaje particularmente significativo para McConaughey es: “solo porque estés llorando, no significa que seas un llorón. Solo porque hayas mentido, no significa que sea un mentiroso”.

Antes tenía una visión más severa de la mentira: torcer la verdad, aunque fuera solo una vez, implicaba ser catalogado y condenado como un “mentiroso”, un bache del que la mayoría de las relaciones no pueden recuperarse. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha dado cuenta de que en vez de etiquetar a alguien y atacar su carácter, es mejor enfocarse en la mentira y hablar francamente sobre lo ocurrido para poder corregir los errores y reparar la amistad, una enseñanza que también transmite a sus hijos.

McConaughey tiene una personalidad fuera de lo común, pero ¿cómo es tener al señor “está bien, está bien, está bien” como padre? La estrella dice que él y Camila son sinceros con sus hijos sobre los beneficios y el precio que implica tener a dos padres famosos.

“Hay días en los que llegan a casa de la escuela y alguien les ha dicho: ‘oh, apuesto a que vives así, bla, bla, bla, porque tu mamá y tu papá son fulanos de tal’”, contó McConaughey. “Y ya sabes, sentían que estaban subordinados a nuestro nombre”.

McConaughey se los explica claramente. “Les decimos: ‘miren, tenemos una vida muy afortunada. Llevamos una vida privilegiada. Pero tu mamá y yo hemos trabajado duro para ser buenos en nuestras carreras y llegar donde estamos. Y no nos vamos a disculpar por eso. Y nunca te disculpes ni bajes la cabeza por eso. Sí, eres un McConaughey. ¿Eso te abrirá algunas puertas en la vida que tal vez no estén abiertas para todos? Sabes qué, es probable. Pero una vez que atravieses esa puerta, no te fíes solamente del nombre. Tienes que esforzarte. Tu mamá y yo hemos hecho esto nosotros mismos. Eso no significa que toda la familia pueda beneficiarse. No, tienes que hacerlo por tu cuenta’”.

Añade que el carácter es primordial. Él y Camila quieren que sus hijos sepan quiénes son pero que “nunca se sientan con derecho por un reconocimiento o la manera en que la gente los trata por su apellido”. También advierten a sus hijos que tengan cuidado con quienes “buscan su amistad solo por su origen y apellido”.

“¿Realmente les gustas o simplemente quieren estar cerca de ti?”, les explica McConaughey a sus hijos. “Sabes, vas a tener que analizar eso, forma parte de tu suerte en la vida. Así será de ahora en adelante y tenemos que hablar de ello. Pero si honras tu nombre, a nuestra familia y los valores que estamos intentando enseñarte, será un activo en la vida... Pero eso no significa que puedas seguir adelante con algún tipo de derecho”.

Estos recordatorios han resurgido antes de la reciente decisión de permitir que Levi, de 15 años, se abra una cuenta en Instagram.

“Hace años que hablamos sobre eso y le explico: ‘vale, entiendes que vas a tener muchos seguidores y mucha gente a la que realmente le gustarás por tu apellido. También llegarán personas que te atacarán irresponsablemente, sin ninguna razón, debido a tu apellido’”, compartió el actor.

Al igual que muchos otros padres, McConaughey ve las redes sociales como un gran desafío en la crianza de los hijos.

“Reciben constantemente información y opiniones más o menos válidas en la vida”, dijo. “Es mucha información para procesar. ¿Cómo podemos ayudarlos a decidir qué es importante y qué no? Es realmente difícil".

“Ahora vivimos en una época en la que creas algo, lo exportas, lo sacas y luego esperas a ver qué piensan todos”, prosiguió. “Si tienes muchos pulgares hacia arriba, estos niños salen y tienen un buen día. Pero si sacan el mismo producto y reciben muchos pulgares hacia abajo, esos niños tienen un mal día... ¿Cómo les enseñamos que lo que supuestamente piensan los demás -aunque algunos de ellos ni siquiera lo piensan realmente y tal vez solo no les gustes- no debe influir en nuestra identidad? El primer paso consiste en admitir que te afecta. He hablado con ellos sobre eso. Les dije: ‘chicos, me siento mejor cuando recibo una crítica positiva de una película que una negativa’. Simplemente es así. Leo una buena reseña y pienso: ‘sí, esa persona sabe de lo que está hablando’. Leo una mala crítica y pienso: ‘vamos hombre, por favor’".

“Así que les dije: ‘tengo 53 años. Soy tu papá. Soy un padre exitoso. Lo he hecho bien en la vida y las críticas todavía me afectan. Así que admitamos que te afectarán... y luego sigue adelante y toma la decisión correcta preguntándote: ¿a qué aspectos del mundo debo prestar atención porque realmente influyen en cómo me siento? Porque este es el momento en que los niños realmente están encontrando su identidad, están descubriendo quiénes son y quiénes no son. Y entender quién no eres es mucho más fácil que saber quién eres”.

Erin Donnelly